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El presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Salamanca, Luis Rodero. MARÍA SERNA
El paro de los examinadores de tráfico podría retrasar 700 exámenes prácticos en Salamanca

El paro de los examinadores de tráfico podría retrasar 700 exámenes prácticos en Salamanca

La Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) ha convocado una huelga nacional entre el 10 y el 21 de diciembre y las autoescuelas locales evalúan cómo podría afectarles

DANIEL BAJO / WORD

SALAMANCA

Domingo, 2 de diciembre 2018, 12:16

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Las autoescuelas de Salamanca viven pendientes del calendario. Los examinadores de tráfico de todo el país han llamado a la huelga entre los días 10 y 21 de diciembre. Los días pasan y por ahora no hay visos de que los paros vayan a desconvocarse. Y los responsables de las autoescuelas recuerdan el verano de 2017, cuando un paro similar dio al traste con cientos de exámenes prácticos y retrasó las pruebas durante semanas. La situación amenaza con repetirse un año y medio más tarde.

El origen del conflicto está, según explican los examinadores a través de su web, en el «incumplimiento de lo aprobado en la Ley 6/2018, de 3 de julio de Presupuestos Generales del Estado». Una de las enmiendas habilitaba «fondos para cumplir con lo acordado en la desconvocatoria de huelga del 29 de octubre de 2015 y ejecutar el acuerdo firmado el 29/11/2017 por diversos grupos parlamentarios para aumentar en 250 euros mensuales el complemento específico al colectivo funcionario examinador de Tráfico». Pues bien «pasados ya cinco meses de la aprobación de los PGE de 2018, nos encontramos con el visto bueno al gasto aprobado por parte del Ministerio de Política Territorial y Función Pública, pero aún no se ha concretado la aprobación por parte del departamento de Gastos de Personal y Pensiones públicas», explican desde el sindicato CSIF. Así las cosas, el colectivo de examinadores ha decidido convocar la citada huelga para presionar a las administraciones públicas.

La Asociación Provincial de Autoescuelas de Salamanca advertía esta semana de que afrontaban «gravísimas consecuencias para los centros de formación de conductores que representamos» y avisaban de que los efectos de la huelga «pueden ser drásticos y llevar a la ruina a un sector que todavía no ha superado los problemas generados en la convocatoria pasada».

Pagando consecuencias

El presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Salamanca, Luis Rodero, recuerda que la huelga de 2017 «fue muy larga» (cinco meses) y que todavía están padeciendo sus efectos. «Aún hay gente que acaba de obtener el permiso porque hubo grandes retrasos y en algunos lugares de España se examinaba una vez al mes». La huelga dejó una huella aún más profunda en Salamanca: varios despidos y el cierre de una autoescuela.

No es de extrañar que miren con recelo la convocatoria de paros del día 10. «Ahora nos enfrentamos a otro huelga porque no se ha cumplido un compromiso con los examinadores por la subida de salario. Si ustedes lo firmaron, deben cumplirlo», argumenta. «La Policía y la Guardia Civil también reclamaron un incremento salarial. Lo merecían y se hizo y en este caso el aumento es menor. No entramos en si es justo o no, pero si todos los firmaron, entonces que se cumplan los acuerdos».

Las autoescuelas emplean a unas 300 personas entre la capital y la provincia

El presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), José Miguel Báez, se pronunció hace unos días al respecto y emplazó al Gobierno a cumplir los compromisos en materia de mejoras salariales adquiridos con los examinadores de tráfico para evitar la nueva convocatoria de huelga realizada por este colectivo. La situación es «incomprensible», a juicio de Báez. «La voluntad social de Gobierno no puede frenarse y llevar a la ruina a un sector que todavía está sufriendo las consecuencias de la huelga del año pasado, le urgimos a que no caiga en una dejadez que impida la puesta en marcha de un acuerdo del Congreso», añadió el presidente nacional del gremio.

El máximo responsables de CNAE corrobora que la huelga del pasado año «hizo mucho daño» al sector y hay determinados territorios donde todavía no se han recuperado de sus consecuencias, lo que genera en algunos casos esperas de hasta dos meses para examinarse dado que, en el conjunto de España, serían necesario contar con 230 examinadores más, recoge E. Press.

70 exámenes al día

Los profesionales salmantinos saben que si antes del día 10 no hay acuerdo, quienes pagaran los platos rotos serán las autoescuelas y sus alumnos. Hablamos de posponer exámenes, cancelar desplazamientos para evaluarse, retrasar plazos y no saber qué responder a los aspirantes a conductor. «Pagaremos nosotros y los alumnos», corrobora Luis Rodero.

En las autoescuelas se plantean qué responder a los estudiantes cuando éstos les pregunten qué pasa con los exámenes prácticos y cuándo se evaluarán. «Les diremos que no sabemos si será la semana que viene porque hay huelga y que no sabemos siquiera si habrá examinador disponible. Será un trastorno enorme para los ciudadanos. Hay que ponerle remedio», explica Rodero. Cabe recordar que el sector de las autoescuelas emplea a unas 300 personas en Salamanca y provincia entre administrativos y profesores. Luis Rodero comenta que «con la plantilla de examinadores a tope», Salamanca tiene capacidad para realizar «unas 70 evaluaciones prácticas diarias». En el peor caso estarían en el aire unos 700 'prácticos' que tarde o temprano habría que recuperar.

Y Salamanca no sería ni mucho menos la provincia más afectada. «Aquí se examinan cada 7 u 8 días hábiles, pero en provincias como Barcelona, donde la gente se examina una vez al mes, la huelga puede provocar otro montón de retrasos».

La postura de las autoescuelas salmantinas es «unánime». En su comunicado exigen al Gobierno «que ejecute la Ley aprobada en Cortes Generales a la mayor brevedad posible y evitar las consecuencias que dimanarían de la dilación y no aplicación de la citada Ley para la Sociedad española en su conjunto y para el sector de las escuelas de conductores particularmente». Y en caso de que finalmente haya paro, quieren «reivindicar la aplicación de servicios mínimos de manera inmediata e ineludible, como ya sentenciaron los Tribunales, en el caso de que la convocatoria de huelga por parte de la asociación de funcionarios examinadores de la administración General del Estado se haga efectiva, en el plazo indicado».

Poniéndose en lo peor y si la huelga se enquista... ¿se plantean convocar movilizaciones como las del verano de 2017? «Se verá en su momento si es necesario. Las movilizaciones se debatirán en su momento», responde Rodero. La citada marcha fue el 20 de julio. Decenas de vehículos de autoescuelas se concentraron y rodaron juntos por la capital para protestar por la situación que padecían. Llenaron las principales calles de la ciudad y atrajeron la atención de la opinión pública. Ahora no descartan tomar medidas parecidas si el conflicto se prolonga.

Malos recuerdos

Las autoescuelas locales han encadenado varios años de malas nuevas. En 2015 ya sufrieron retrasos en los exámanes prácticos porque faltaban funcionarios (coincidieron en el tiempo jubilaciones y bajas médicas y la plantilla no daba para tanto, lo que acabó repercutiendo en el calendario de pruebas). Tráfico envió evaluadores de refuerzo y el problema se solventó. La plantilla actual es «aceptable», según Rodero.

En 2017 se convocó el paro de cinco meses y ahora se presenta la amenaza de una nueva huelga. Las administraciones y los negociadores tienen una semana para limar asperezas y evitar otro disgusto a estos negocios y a sus alumnos.

La última declaración pública de los examinadores se produjo el día 23. Su presidente, Joaquín Jiménez, afirmó que «esta huelga es diferente a la de años anteriores. El ciudadano de a pie se ha dado cuenta de que esto es una cabezonería. No entendemos nada», subrayó Jiménez, destacando que tiene «confianza plena» en que el Gobierno ejecute el incremento retributivo y que espera que haya sido un «problema administrativo». Ya se vera.

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