Mirian Cortés, rectora de la UPSA: Un Big Bang en el rectorado

La energía que Mirian Cortés guarda tras su apariencia frágil podría provocar un nuevo Big Bang. Su melena rizada enmarca un rostro amable bajo el que se agita su cerebro. Sus pasos suelen resonar en los pasillos de la sede central de la UPSA, anunciando que se acerca una mujer capaz de acabar con todos los prejuicios con un solo soplido. Ese magma que se agita en su interior brota de sus labios en un acento gallego que viene y va, fruto de sus raíces y de todos los años que lleva en Salamanca.

Licenciada en Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela, se licenció posteriormente en Derecho Canónico con Premio Extraordinario. Además se doctoró por la Universidad Pontificia de Salamanca. Es catedrática de Derecho Eclesiástico del Estado y profesora en la Facultad de Teología. Fue decana de Derecho Canónico (2004-2010), y Secretaria General de la Pontificia de Salamanca (2011-2013).

Su ímpetu y su fuerza han roto todos los techos de cristal en un mundo, el del derecho canónico, dominado por los hombres. Fue la primera mujer catedrática de derecho canónico en el mundo, la primera rectora de la Facultad de Derecho Canónico y la primera rectora de la UPSA. Y, aunque tiene claro que a las mujeres se les ponen más trabas que a los hombres, apenas le da importancia. Es algo que ha conseguido tras renunciar a algunas de sus pasiones. Porque si hay algo que define a esta mujer con cuerpo liviano y alma hercúlea es su capacidad para trabajar por lo que considera justo. Aunque ello suponga robar horas al reloj. O al sueño. La costumbre de dormir poco le viene de su época universitaria, cuando con apenas 18 años abandonó su casa para ir a estudiar Derecho a Santiago de Compostela. Allí se encontró una carrera dura y algunos profesores con poco interés por la docencia, así que se levantaba a las 6 de la mañana para llevar toda la materia al día.

Acostumbrada a hablar con sus amigos y también con sus enemigos, ella misma reconoce que toma las decisiones que cree que convienen a la UPSA, pero siempre escuchando a aquellos que piensan diferente. Es ese espíritu lo que la ha llevado a impulsar la labor social de la Universidad Pontificia, a través de diferentes proyectos de los que habla con esa vehemencia capaz de mover el mundo. El servicio de logopedia, que bajo su mandato sufrió una reforma integral y ahora es un centro clínico que ayuda de forma gratuita sobre todo a niños con problemas de habla y que se ha convertido en un centro de referencia en Salamanca. Además, se ha puesto en marcha un centro de apoyo psicológico y otro de apoyo a la familia. La pandemia ha frenado algunos de los proyectos que tenía en mente, pero parece imposible creer que no vaya a ponerlos en marcha.

Aunque para conseguirlo tenga que pagar un precio muy alto. Antes de la no normalidad canalizaba una parte de esa irrefrenable energía a través del arte, un lugar donde es libre. La pintura y la música han sido dos vías de escape, dos formas de centrarse en sí misma y dejar que el mundo siguiera girando. A las dos ha tenido que renunciar casi por completo. La pintura ha quedado reducida a pequeños actos de rebeldía, mientras que la música aún le deja algunos momentos de felicidad. Y es aquí donde vuelve a sorprender, ya que la rectora de la UPSA toca la guitarra eléctrica. Vista esa energía inagotable que llena sus baterías, se entiende que eligiera la guitarra eléctrica. Seguramente no tenga que enchufarla para que suene.

Y es que Mirian Cortés es un juego de espejos, capaz como nadie de romper clichés. Ahora que sus hijos se han hecho mayores, su ojito derecho es su perro, un pastor alemán mestizo que adoptó para que conquistara su corazón. Con él da paseos por Salamanca mientras ordena sus ideas. Y en cada paso el suelo tiembla a su alrededor, fruto de ese combustible eterno que la ha llevado hasta el rectorado de la UPSA.