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Manuel Jesús González, en el Teatro León Felipe de Sequeros. M. GONHER

Manuel J. González: «Las restricciones están condicionando mucho las dinámicas culturales»

MANUEL JESÚS GONZÁLEZ - Gestor cultural y director de la feria de teatro de castilla y león / ciudad rodrigo ·

La situación sanitaria ha obligado a cambiar la forma de gestionar las artes escénicas, para demostrar que la cultura es segura

MARÍA JESÚS GUTIÉRREZ / WORD

Sequeros

Domingo, 2 de mayo 2021, 12:06

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La vida de Manuel Jesús González está ligada a las artes escénicas desde hace ya muchos años. De hecho, es el director de la Feria de Teatro de Castilla y León/Ciudad Rodrigo y presidente de Cívitas Animación Teatral, asociación que gestiona el teatro León Felipe de Sequeros.

–Segundo año marcado por la pandemia del coronavirus, en el que la cultura ha sido una de las grandes afectadas por la situación, ¿cómo se llevan todas las restricciones impuestas en un sector como el suyo?

-Se llevan con responsabilidad y paciencia. Todas las medidas, sobre todo por la reducción de aforos, están afectando mucho al sector aunque algunas instituciones públicas se esfuerzan por mantener programación cultural, pero lo cierto es que las restricciones están condicionando mucho las dinámicas culturales, pero también comprendemos que las medidas para contener y prevenir la covid son importantes por la protección de toda la sociedad. Y el sector de las artes escénicas siempre ha sido solidario y comprometido, por lo que está respondiendo de manera ejemplar en la aplicación de todos los protocolos sanitarios, demostrando que la cultura es segura. Además, todo esto nos está obligando también a cambiar la forma de gestionar, pues los protocolos covid nos dan mucho más trabajo para cumplir con todas las medidas, pero es un sobreesfuerzo que damos por bien empleado porque es fundamental mantener la actividad cultural. Tenemos que gestionar los tiempos de otra manera, manejar la incertidumbre y contemplar muchas alternativas distintas en la planificación de las actividades culturales. Hay que devolver una cierta normalidad a los ciudadanos y fomentar que participen en actividades culturales es un aspecto clave para ello.

- Una de las funciones de Cívitas es la gestión del teatro León Felipe de Sequeros, en el que la programación el año pasado se redujo a la mínima expresión, ¿cómo se presenta este año?

-Realmente el año pasado pudimos mantener toda la programación prevista, pero no pudimos ampliar más actividades que teníamos previstas ni realizar la programación teatral para escolares del programa de Escuela de Espectadores. La pandemia empezó cuando estábamos a punto de lanzar la décima edición de Titiriqueros, y en lugar de realizarla lo que hicimos fue repartir las actuaciones a lo largo de todo el año, con actuaciones al aire libre en la plaza de toros de Sequeros en verano y manteniendo la programación en otoño, con muy buena respuesta por parte del público. Este año lo vemos muy difícil, pues como consecuencia de la pandemia hemos perdido recursos, han cambiado proyectos que dinamizábamos y también la normativa de Circuitos Escénicos, por lo que la programación estable en Sequeros no comenzará hasta el verano, si bien ya tuvimos una actuación con motivo del Día del Teatro y otra ayer, 1 de mayo. Pero no hemos podido realizar el trabajo con escolares que desde hace muchos años estamos realizando de forma estable en la Sierra de Francia y que tan importante nos parece. Estamos pendientes de conseguir financiación para recuperar el festival 'Titiriqueros' y así vamos aguantando, programando todo con menos tiempo hasta ver cómo va evolucionando la situación sociosanitaria. En todo caso, para este año tenemos ya previstas ocho actuaciones hasta diciembre, pero se nos hace escaso pues estamos acostumbrados a tener una treintena de actividades cada año, y en el mejor de los casos parece que en 2021 haremos un tercio de lo que podría ser habitual.

Por otra parte, en el teatro de Sequeros no estamos parados y en las últimas semanas dos formaciones musicales han grabado allí sus videoclip musicales, lo cual es promoción para los grupos pero también para el teatro y Sequeros. Siempre hemos reivindicado que el teatro debe ser un espacio abierto en el sentido más amplio y no debe limitarse a realizar una programación cultural.

- Otra de las vertientes en las que trabaja Civitas es en la dinamización de actividades en Ciudad Rodrigo, ¿cómo se está desarrollando?

-Pues ahora mismo están todos los procesos aplazados o concluidos, como le pasa a todas las actividades que requieren del contacto personal y de la socialización. Las restricciones sociosanitarias imposibilitan realizar actividades de tiempo libre o actividades extraescolares de forma normalizada. Hemos tenido que impartir cursos online, pero no nos gusta, porque nuestra metodología implica la participación y el juego, por lo tanto el contacto social es esencial. Confiemos que de cara al verano las cosas cambien.

- Y el plato fuerte podríamos decir que es la Feria de Teatro de Castilla y León, que el año pasado consiguió celebrarse con muchas limitaciones pero que volvió a ser un éxito de público teniendo en cuenta las reducciones de aforo obligadas. Imagino que ya están trabajando en la edición de este año...

-Sí, sin duda la Feria de Teatro de Castilla y León/Ciudad Rodrigo es nuestro principal proyecto y el motivo por el que se creó Cívitas. El año pasado fuimos pioneros en recuperar la programación y nos tocó ser muy creativos para conseguir cumplir los objetivos de la Feria, aunque se perdió la parte más festiva que es la de los espectáculos itinerantes o montajes de calle de gran formato. Pero aun así, pese a lo difícil que fue, los resultados fueron muy buenos tanto como proyecto social y participativo como en la vertiente de mercado escénico. Fue fundamental el apoyo y confianza que nos mostraron todas las instituciones, que de forma responsable y valiente respaldaron todas nuestras propuestas de rediseño de la Feria. Por ejemplo, en un año en el que el sector de la hostelería en Ciudad Rodrigo se está viendo tan afectada, el año pasado conseguimos que facturasen directamente a la organización más del 70% de lo habitual, lo cual es muy relevante teniendo en cuenta que todo estaba parado y después se ha perdido también el tirón de las fechas de Carnavales y Semana Santa, por lo que la Feria fue un oasis en todos los aspectos. Además, como fue de los pocos proyectos que se salvaron, la promoción que se hizo por tanto de nuestro territorio fue enorme y muy importante. Este año aún no podemos saber cómo estarán las circunstancias en agosto, por lo que tenemos que seguir contemplando todos los escenarios posibles, pero trabajamos sobre las previsiones de hacer al menos una feria similar a la del año pasado, que implicó realizar más de cincuenta funciones en apenas cinco días, movilizando a centenares de profesionales. Llevamos trabajando en la próxima edición desde el pasado mes de septiembre, y del 24 al 28 de agosto celebraremos la 24ª edición, que será compleja, pero seguro que mantendrá los mismos parámetros de calidad que siempre. Ahora mismo estamos terminando los procesos de selección de espectáculos y es una labor complicada porque hemos recibido más de mil inscripciones de compañías, 1.057 en concreto, y evidentemente no podemos seleccionar todo lo que nos gustaría.

-Con todas las limitaciones existentes, ¿cómo ve la situación de las artes escénicas de cara al futuro?

-Muchos proyectos se han visto aplazados o anulados, y la incertidumbre que generan todas las circunstancias que nos rodean sigue siendo preocupante, pues con independencia de que se puedan mejorar las condiciones a corto plazo, se va a evidenciar una crisis a medio plazo muy importante. La pandemia ha dejado en evidencia los problemas estructurales de nuestro sector, aspectos que tienen que abordarse desde una perspectiva de conjunto. Hay muchas cuestiones que tienen que ver, por ejemplo, con las relaciones laborales en nuestro sector que tienen que mejorarse y la pandemia ha dejado en evidencia la fragilidad de nuestro ámbito. Es importante repensar el valor que tienen las artes escénicas como servicio público.

-La gente tiene muchas ganas de salir a la calle, de volver a participar y asistir a actuaciones teatrales, musicales, circenses... ¿piensa que si se celebraran todos estos actos, el público sería consciente de la situación existente, y de que todavía no se ha pasado, y sería responsable?

-Es complicado saberlo. Aunque el público está respondiendo muy bien en casi todos los lugares y está asistiendo a los espectáculos que se programan, lo cierto es que seguramente tardaremos mucho tiempo en recuperar a una parte de los espectadores. Si es preocupante que la gente piense que como se va a acabar el estado de alarma y se acelera la vacunación todo se ha terminado, porque no es así, la covid nos va a acompañar en nuestro día a día todavía muchos meses, y no podemos relajarnos. Yo sí confío en que la gente es responsable y sabrá estar a la altura de lo que las circunstancias requieran; y en lo que respecta a participar en actividades escénicas como los teatros estamos aplicando de forma seria y rigurosa todos los protocolos, el público los seguirá cumpliendo y colaborando como lo está haciendo hasta ahora. Pero claro, las actuaciones tienen que organizarse de forma profesional, con conocimiento de todo lo que hay que hacer, pues el control de aforos va a seguir siendo una herramienta fundamental para el control de la pandemia.

-¿Las administraciones, tanto locales como provinciales, regionales y estatales, tendrían que jugar un papel esencial en el relanzamiento de la actividad cultural?

-Lo están intentando, pero las medidas generalmente son insuficientes. No hay unos criterios uniformes y, por lo tanto, es complicado relanzar la actividad cultural como se requiere, con una planificación a medio y largo plazo que permita consolidar las programaciones culturales y recuperar la participación del público. Sin duda, el sector cultural solo puede ser reflotado con el convencimiento de las instituciones y gracias al dinero público, pues debe entenderse como un sector esencial para mejorar la vida de nuestra sociedad y que presta un servicio público fundamental. Es importante disponer de políticas culturales potentes, que cuenten con la población, en las que el sector pueda implicarse y participar. Las instituciones deben garantizar los recursos para que así sea, pero también crear las condiciones para que la actividad cultural se sostenga en el tiempo. No se trata de solicitar ayudas, sino de construir juntos. No olvidemos que el dinamismo cultural de un pueblo es, sin duda, uno de los mejores indicadores de su calidad de vida y salud democrática.

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