El hombre de campo pervivirá en Linares de Riofrío en bronce

El hombre de campo, con su azada, el que habita nuestros pueblos y los ha sacado adelante, pervivirá para siempre en Linares de Riofrío gracias a una escultura en bronce, inaugurada ayer, realizada por Valeriano Hernández.

La Plaza, junto a la Casa Consistorial, ha sido el lugar elegido para la ubicación de «una estatua en homenaje a todos nuestros antepasados», señaló el alcalde, Ignacio Polo, al inicio de la inauguración, quien dio la palabra al escultor para que explicara cuál había sido el proceso de creación de la obra, que le ha llevado nueve meses.

«A petición del alcalde, he representado al típico serrano, al trabajador honrado, que ha levantado la Sierra y ha trabajado tanto», señalaba el escultor, quien pidió contar con un modelo vestido como en los años 50-70; de este modo, realizó una serie de fotografías a un vecino del pueblo para crear una escultura que mide 1,30 metros. Antes de la inauguración, Valeriano Hernández explicaba que «he creado al hombre de pueblo, una escultura con la que me siento muy identificado, porque yo también soy de pueblo, he trabajado con una azada como él tiene, he sido agricultor muchos años e hijo de labradores de la Armuña chica».

Ya en la inauguración, el escultor pidió a los vecinos que «cuiden la escultura con cariño, con el mismo que yo la he hecho para este pueblo, que la respeten y disfruten de ella», para proseguir su intervención contando cómo se elabora una pieza de bronce.

A continuación tomó la palabra el párroco, Juan José Regalado, uniéndose al homenaje a «nuestros antepasados simbolizado en este campesino, que es la imagen viva y silenciosamente elocuente de lo que fueron y son los que vivimos en este pueblo». Y prosiguió sus palabras hablando de la vida del pueblo a través del punto de vista religioso.

Ignacio Polo cerró las intervenciones, y señaló que al encargar la escultura pidió que representara «al hombre de campo, al hombre de pueblo, sencillo, trabajador y sufrido, a alguien que representara la historia y a las gentes de nuestro pueblo, Linares. A los que nos han precedido en el tiempo hasta nuestros días». Y recordó la historia del municipio desde su repoblación, «pero más que la historia, lo que nos interesa en este momento son las personas y esta escultura debe ser un recuerdo de hombres y mujeres que nos han precedido, que nacieron, vivieron o murieron en Linares; pero también de aquellos que salieron en busca de mejor vida y fortuna y que siempre llevaron con orgullo y amor su pueblo; y de los que vinieron de fuera y se asentaron aquí». Y habló de esos hombres y mujeres, de cómo vivieron en perfecto equilibrio y armonía con la naturaleza, aprovechando sus recursos y haciendo de Linares un lugar perfecto para vivir.

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