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Cristo celebra el gol del Castilla ante el Guijuelo. FOTO: REAL MADRID
Gran trabajo sin premio para el Guijuelo ante el Real Madrid Castilla (1-0)
FÚTBOL - Segunda B

Gran trabajo sin premio para el Guijuelo ante el Real Madrid Castilla (1-0)

El equipo chacinero deja una gran imagen ante el Castilla pero cae ante el golazo de Cristo en el 66

Ismael Corregidor/Opta

Madrid

Domingo, 25 de noviembre 2018, 21:50

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A pesar de su alto nivel de intensidad, y gran trabajo defensivo, el Guijuelo, que tuvo controlado defensivamente al Castilla en todo momento, se marchó sin puntuar de Valdebebas y encaja una nueva derrota a domicilio. De esta manera, los chacineros llegan al derbi del próximo domingo ante Unionistas en el Municipal séptimos con 22 puntos y sin seguir sin dar el do de pecho fuera de casa, donde apenas han logrado tres puntos en lo que va de Liga siendo así el segundo peor equipo lejos de su estadio en lo que va de Liga. Eso sí, hay que tener en cuenta y mucho las numerosas bajas del Guijuelo, que hizo ya un once condicionado por las mismas y que además vio cómo Jonathan Martín se lesionaba en el transcurso del partido y tenía que entrar al camop Dimas tocado.

Desde el inicio se vieron muy claras las intenciones de ambos equipos. Sabiendo que el Castilla es un equipo que se apodera rápida y cómodamente del balón, aunque con mucho juego en horizontal y poca profundidad; Ángel Sánchez lo vio claro: dos líneas de cuatro muy juntas, dejando pocos espacios. Arriba, Luque enganchaba con Pallarés. A la hora de atacar, los dos formaban en paralelo; mientras que a la hora de defender, Luque actuaba de mediapunta; jugando entre el 4-4-1-1 y el 4-4-2. Enfrente Manolo Díaz dispuso del habitual 4-3-3.

Desde el pitido inicial, los blancos se adueñaron del balón. Jugando algo más vertical que con Solari, con las líneas algo más adelantadas, pero sin profundidad. El cuadro chacinero defendía a gran nivel, y no sufría. Es verdad que los salmantinos apenas tocaban balón, pero no sufrían. La tela de araña tejida en torno a Felipe Ramos funcionaba a la perfección, sin uno solo segundo de despiste; con una intensidad muy alta. Incluso cuando desde el banquillo se programó la sustitución del capitán Ayala por Javi Borrego; sustitución que no se llevó a cabo dado que el capitán se encontraba bien por el momento, a pesar de levantarse el cartelón anunciando el cambio -luego se fue tocado en la segunda parte-.

Dado este desarrollo del juego, pocas ocasiones e vieron. Y lógicamente, la mayoría fueron para los blancos, que en el primer tiempo pudieron anotar por mediación de Franchu y De Frutos (tapó bien Felipe Ramos). Aunque cuando realmente tuvo que intervenir el meta jamonero fue en un intento de despeje de Jonathan, a centro de Fran García, que a punto estuvo el capitán de convertir en un golazo en propia puerta. Enfrente, en la primera mitad, tan solo una vez los salmantinos pudieron batir la portería de Luca. Luque sacó raso un córner, poniendo el balón a la altura del pico del área grande, desde donde Raúl remató con clase, fuerza y precisión; marchándosele el balón rozando la cepa del poste.

La segunda mitad fue más de lo mismo. El Castilla mandaba con el balón, y el Guijuelo continuaba con el repliegue intensivo. De hecho, los locales llegaban menos que en la primera mitad, sin lograr rematar. El partido se jugaba en la parte del terreno de juego en la que defendían los chacineros, pero sin ocasiones en ninguna portería. Y viendo que no eran capaces de superar el entramado defensivo, los locales comenzaron a intentarlo desde fuera del área con disparos lejanos de Feuillassier, marchándosele siempre fuera los disparos al argentino.

Cumplida la hora de partido, vino la acción que desequilibró el choque. López abrió para Feuillassier por la banda izquierda; y éste puso un centro medido a la cabeza de Cristo; que de espaldas a portería con la testa marcó un golazo para hacer el 1-0.

Por debajo en el marcador, al Guijuelo no le quedó otra que salir de la cueva. Ángel Sánchez adelantó líneas, y no es que se equilibrara el partido, es que tornó en favor de los chacineros. De hecho, hubo más opciones para el 1-1 a base de centros que para el 2-0; aunque la más clara fue un remate desde la frontal de Luque, al que Luca Zidane le quitó un gol cantado con una gran parada. Tan claro parecía que iba a ser el gol, que el rechace le pilló por sorpresa a Javi Borrego, que remató como pudo según le vino, enviándolo alto libre de marca; desde la frontal de la chica, en lo que pareció más un despeje que un remate.

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