Los gimnasios denuncian que la administración los tiene «enfilados»

Javier Sanz preside la Asociación de Gimnasios e Instalaciones Deportivas de Salamanca (AGS). El panorama que dibuja es dantesco. «Hacemos una valoración desde el punto de vista más negativo posible. Hay una indignación total con nuestros representantes y con los responsables que toman decisiones que entendemos infundadas».

Sanz insiste en el mensaje que los gimnasios llevan lanzando desde marzo del año pasado: son entornos «muy controlados». «Los índices de contagio que se manejan son bajísimos» , señala Sanz (un 0,28%, según datos del Ministerio de Sanidad). También recuerda que, antes del cierre, el aforo ya estaba limitado a un 33% como máximo «al que nunca llegamos, lo que multiplica el espacio entre la gente, Las posibilidades de contagio son mínimas».

En esta linea, lamenta el «agravio comparativo» con otras regiones como Extremadura, donde los índice son más elevados que en Castilla y León y por regla general no se cerrado los gimnasios. «No sé de quién depende esa responsabilidad ni por qué hay esa diferencia de criterios. Esperamos que en Extremadura sigan tiempo abiertos. Son centros de salud. Aquí es la tercera vez que nos cierran y no será la última», sospecha. A gimnasios, comercio y hostelería «nos tienen enfilados».

La asociación salmantina explica que esta situación «genera confusión e incertidumbre» entre los dueños de los gimnasios y sus clientes, que «no confían» en nadie. «Algunos pensarán que para qué van a pagar cuotas si van a cerrar los centros. ¿Van a volver? La temporada está mas que perdida. La situación es ruinosa. En Castilla y León están cerrando bastantes y no creo que salgamos muchos adelante. Sanz calcula que en torno a un millar de familias salmantinas viven de este sector. «Peligran muchos empleos», advierte, como monitores, entrenadores personales o empleados administrativos, y los centros deportivos que cierren «va a ser muy difícil» que reabran.

Los usuarios, insiste «ya no confían en nosotros. A los gimnasios nos han criminalizado. Y si abrimos y cerramos continuamente los vamos a perder definitivamente. Muchos usuarios están en el limbo y son muy difíciles de recuperar. Lo que más duele es perder la confianza con gente que ya son amigos y que preguntan qué va a pasar. Al final los usuarios se van a quemar y van a poner el grito en el cielo», advierte

Haciendo memoria, explica que «hasta marzo pasado era un sector al alza. Es muy agradecido. La gente quiere hacer ejercicio dirigido y no sólo por salud, sino por ocio, por relacionarse... y a partir de ahora hay un corte radical». El presidente de AGS reconoce que en sus 42 años de experiencia profesional «jamás» ha vivido una situación similar.

Javier Sanz es muy crítico con los planes de ayudas de las administraciones públicas. «Hablaban de un plan de choque de hasta 3.500 euros si había un compromiso de mantener a los trabajadores en 2021. ¿Pero cómo vamos a comprometernos si estamos en las últimas, si ya no tenemos trabajadores? Es una forma de reírse de nosotros. Si todos nos quejamos será por algo. Necesitamos a las comunidades y al Estado cuando hacen falta, porque todos contribuimos como empresarios pero ellos no lo hacen cuando les necesitamos».

Para concluir, lamenta que las instituciones púbicas no hayan acudido a ellos. «Lo decimos públicamente y podrían reaccionar y hablarnos, pero nada».

La Asociación de Gimnasios e Instalaciones Deportivas de Salamanca se fundó hace unos meses. Existió una agrupación similar pero se disolvió hace varios años. «Pero como tendemos a unirnos en los momentos malos, hemos vuelto a crearla», explica Javier Sanz. La asociación tiene previsto convocar mañana un encuentro con instalaciones deportivas y gimnasios de Salamanca «y esperamos que la mayoría pasen a forma parte de la agrupación». En Salamanca hay al menos una treintena de negocios similar «y uno de los objetivos es unificarlos» en una asociación. Sanz apunta que el sector «está cambiando» y que trabajadores autónomos o entrenadores personales también podrían interesarse. «Hay mucho que hacer», concluye.

La patronal de los centros deportivos también ha contactado con médicos especialistas en medicina deportiva e intentará que se pronuncien sobre la situación de los gimnasios. «Hay infinidad de argumentos técnicos contra los cierres. No sé quién los recomienda. Que pongan más medidas si quieren y, si nos cierran, que nos ayuden. La hostelería mal que bien puede hacer algo de caja, pero nosotros nada. El 4 de noviembre cerramos sin caja, pero las cuotas son mensuales y si no se da el servicio es un mes perdido. En marzo hacemos un año con los ingresos muy por debajo de los gastos». En este sentido, Javier Sanz recuerda que en noviembre tuvieron una reunión con la Junta en la que les reiteraron que todos los espacios donde puedan convivir personas de diferentes familias deben ser evitados «pero hay cientos de esos sitios y a nosotros nos cierran. Es un perjuicio enorme».