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Toros de la gandería salmantina de El Montalvo. ICAL
Los ganaderos de toro de lidia de Salamanca temen la quiebra si se suspende toda la temporada 2020

Los ganaderos de toro de lidia de Salamanca temen la quiebra si se suspende toda la temporada 2020

Comienzan a notar las consecuencias del coronavirus en cancelaciones de ferias tan importantes como Sevilla o San Isidro, y recuerdan que «los gastos son los mismos pero no hay ingresos»

C.T.M. / ICAL

SALAMANCA

Domingo, 12 de abril 2020, 12:26

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Los ganaderos de toro de lidia de la provincia de Salamanca, que representan el 20 por ciento de los existentes en España y ocupan casi el 15 por ciento del territorio nacional dedicado a este tipo de ganadería, señalan que medidas tomadas para frenar la expansión del coronavirus COVID-19, como la cancelación de espectáculos públicos durante las próximas semanas, ya están teniendo una consecuencia económica en el sector, y advierten que la posible suspensión total de la temporada, en caso de que no se puedan celebrar los festejos previstos a partir del verano, podría conducir a muchas de ellas «a la quiebra».

Así de tajante se mostró, en declaraciones a Ical, el propietario de la ganadería Montalvo, Juan Ignacio Pérez-Tabernero, quien teme que, por la situación, se limiten más allá de los meses de abril y mayo «todo tipo de aglomeraciones». Y es que, según Pérez-Tabernero, «no está claro cómo el Gobierno va a poder autorizar o disminuir las aglomeraciones de espectáculos de masas como el fútbol, los conciertos o los toros», recordando que «sería absurdo pretender que, en una plaza de toros, hubiese la separación adecuada».

Es por ello que, ahora mismo, lo que más está penalizando a esta histórica ganadería salmantina es «la indecisión y la incertidumbre de lo que va a pasar», dentro de un sector donde «los gastos siguen siendo los mismos, los animales siguen comiendo lo mismo, pero no hay ingresos ni se sabe cuándo los va a haber, porque no se puede vender una corrida y las que están vendidas no se sabe si se podrán lidiar».

De hecho, desde la Feria Taurina de Valdemorillo, que se celebró en el mes de febrero, la ganadería no ha podido volver a participar en ningún festejo porque «se han suspendido», entre ellos los de Valencia, Nimes, Sevilla, Castellón, o los de Talavera y San Isidro de Madrid, donde la ganadería salmantina Montalvo tenía acordada su participación a partir del 25 de abril y el 13 de mayo, respectivamente. «A día de hoy ya ha habido, entre todas las ganaderías, más de 200 toros que no se han lidiado, y son animales que comen todos los meses y que requieren de un cuidado que también supone salarios para los empleados, pero ahora sin la posibilidad de hacer un ingreso», explicó Pérez-Tabernero.

Traslado de ferias

El ganadero salmantino, no obstante, señala iniciativas que se están comenzando a plantear, como el traslado de las grandes ferias como San Isidro al mes de septiembre, aunque matiza que «evidentemente, no va a ser en el mismo formato de 30 días seguidos, por lo que habría reducción de festejos». Además, Pérez-Tabernero apunta para entonces a un problema de «superoferta de toros con una disminución terrible de la demanda de las plazas», lo que implicaría «una bajada de precios que no todas las ganaderías podrían soportar», así como una situación por la que muchos toros, criados durante cuatro y cinco años para ser lidiados en esta temporada, «tendrían que seguir en el campo».

Vacas de al ganadería de El Montalvo.
Vacas de al ganadería de El Montalvo. ICAL

Ante esta tesitura, se plantean dos posibles soluciones. Una implica «destinar los toros para las calles», en encierros populares que, no obstante, y como apunta Juan Ignacio Pérez-Tabernero, «tampoco se podrían celebrar, a día de hoy, porque se consideran aglomeraciones y no están permitidas». La otra solución señala al matadero, con una «devaluación en el precio importantísima», ya que, como explica este ganadero salmantino, «un toro pasaría de valer los 5.000 o 6.000 euros que dan en una plaza a 400 euros en el matadero».

Ayudas para paliar la crisis

En similar tesitura se encuentra la ganadería de Puerto de San Lorenzo. Regida por Lorenzo y José Juan Fraile, padre e hijo, el segundo señala que «el precio del matadero representa, como mucho, el diez por ciento del valor del toro» y que llevar allí a los astados supone «un gran número de pérdidas», por lo que califica la situación de «preocupante» porque, como se apunta en general en el sector, «los gastos que genera una ganadería, que son muchos, siguen, pero no hay ingresos».

Y es que, como afirma José Juan Fraile, cada toro de lidia «soporta el mantenimiento de alrededor de entre 12 y 15 animales, entre erales, añojos y vaca madre», por lo que llevar a cada uno de ellos al matadero supondría «una sangría importante» para una ganadería que, sin embargo y a día de hoy, sí contempla la posibilidad de «tener que llevar al matadero a bastantes animales», con el objetivo de reducir «unos gastos que no paran, porque hay que alimentarlos y cuidar su sanidad todos los días, y llega un punto en que no se puede sostener».

A ello se une el trabajo del personal de la ganadería que «no para» porque «el día a día en el campo sigue su marcha», a pesar de la situación generada por la expansión del coronavirus que ha hecho que, además de las grandes ferias de marzo, abril y mayo, como Valencia, Nimes, Sevilla o Castellón, también se hayan suspendido «muchos festejos populares en la zona de Valencia». «Hasta ahora hay un perjuicio importante, pero si se abriera el confinamiento en 15 o 20 días, el daño sería menor», explica José Juan Fraile, quien afirma que «hasta dentro de un mes o dos, se podría soportar, pero no más, porque agosto y septiembre es cuando más festejos se dan».

Por ello, desde Puerto de San Lorenzo siguen la situación «con inquietud y cautela», entendiendo siempre que «las preocupaciones sanitarias son las prioritarias, como es normal», pero esperando que en las próximas semanas, cuando se estabilice esa situación, «se tome en cuenta al sector y se puedan disponer ayudas para paliar esta crisis» que ya golpea a la ganadería de toro de lidia y que «será más complicada cada día que pase».

Los festejos populares, en riesgo

Pero si la crisis socio-económica derivada de la pandemia por el coronavirus COVID-19 está golpeando de manera importante a las grandes ganaderías de toro de lidia de Salamanca, no lo hace menos para las que se dedican a la crianza de novillos para los encierros y festejos populares que tienen lugar, por toda la geografía española, principalmente en los meses de verano. Una de ellas es la ganadería Angoso, cuyo propietario, Fernando Angoso, destaca que también comparten la incertidumbre de las grandes ganaderías porque todavía hoy «no se ve ninguna luz en el túnel para saber si vamos a salir a la calle y de qué manera», en relación al posible aumento del tiempo de prohibición de celebración de espectáculos públicos que supongan aglomeraciones de gente.

Además, y al problema común que plantean todos los ganaderos de toro de lidia de que «los gastos siguen pero sin saber si al final va a haber ingresos», se une la preocupación por la situación económica general que dejará la crisis sanitaria. «Todo va a depender de cómo queden los ayuntamientos en los meses de julio y agosto en relación al dinero», relata Fernando Angoso, quien reconoce que «aunque en los pueblos gusta el festejo taurino y tratarán de hacerlo, habrá ayuntamientos, sobre todo los más pequeños, a los que les va a faltar el dinero», lo que implica ya que, aunque el Gobierno permita los encierros, «habrá muchos festejos que no salgan».

«Va a ser un muy mal año para todos», confiesa resignado Angoso, quien ya ha sufrido también la suspensión, en los meses de marzo y abril, de tentaderos que «suponen la mitad de la actividad de la ganadería» y que ahora hasta, como mínimo, el mes de junio no confía en que «se puedan cerrar, quizá para las fiestas del Corpus en el mejor de los casos».

Así pues, todo son «incertidumbre e incógnitas» para un sector que ya solo con las cancelaciones en marcha, perderá «bastantes miles de euros» por cada una de las ganaderías que tenía cerrada o apalabrada su participación en algún festejo entre los meses de marzo y mayo, pero que puede rozar «la quiebra» en muchos casos si, como advierten los ganaderos salmantinos de toro de lidia, se suspendiese por completo la temporada 2020 en España.

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