«Me dijo que vendría a por mí y a por mi madre y que nos buscaría para matarnos»
La víctima del violador Esteban Vacas revela tras la detención que «por fin podemos descansar»
Ha preferido ocultar su identidad real para responder a las preguntas de este diario bajo un nombre ficticio –María– y confiesa que todavía recuerda la traumática experiencia que padeció en el año 2004, cuando fue agredida sexualmente y salvajemente violada, con tan solo 15 años, por el compañero sentimental de su madre en el domicilio donde convivían entonces. Se trata de la víctima del violador más buscado de España –el salmantino Esteban Vacas García– que permanecía huido de la justicia desde el año 2006 y que este pasado miércoles fue detenido por la policía en el domicilio de su madre, donde se encontraba escondido, y que está situado en la calle El Coral del barrio del Carmen, en la capital salmantina.
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María no cesó de llorar y todavía no acababa de creérselo cuando recibió una llamada de la Policía Nacional este pasado miércoles, que le comunicó que el hombre que la agredió sexualmente y la violó en el año 2004 había sido detenido, tras 12 años de fuga en los que había sido capaz de burlar la búsqueda por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de la policía europea Europol.
La familia demandará al agresor por quebrantamiento de condena
El letrado de la víctima adelantó el próximo paso que piensa dar su defendida, como es personarse como acusación particular contra Esteban Vacas, por haber protagonizado un nuevo y grave delito, como es el quebrantamiento de la condena de 16 años de cárcel que le impuso el juez. «Vamos a presentarnos como acusación particular, porque ha cometido un nuevo delito, que es el quebrantamiento de su condena, y lo vamos a hacer porque no queremos que este sujeto pueda obtener en la cárcel algún tipo de beneficiario penitenciario».Es decir, si los delitos por los que ya fue condenado –agresión sexual y violación– se encadenan con un quebrantamiento de la condena, las posibilidades de que Esteban Vacas fuera merecedor de algún tipo de permiso serán muy escasas o prácticamente nulas.
A título personal,Francisco Martín del Río confiesa que la fuga del violador de su defendida «ha sido como una china que tenía en el pie y que no me dejaba andar».
No hay datos precisos sobre cuándo regresó realmente Esteban Vacas al domicilio de su madre en el barrio delCarmen para esconderse y esquivar la persecución policial. Sin embargo, todo apunta a que el pederasta llevaba viviendo en Salamanca desde hace bastante tiempo, justo en la misma ciudad donde reside su víctima. Eso sí, jamás coincidieron en la calle ni fue identificado por ningún allegado a la víctima.
Durante la investigación se pudo comprobar que el detenido no figuraba como propietario de ningún bien inmueble y no participaba en ninguna sociedad mercantil. Tras numerosas gestiones, finalmente fue localizado en Salamanca, donde residía en la vivienda familiar donde se había criado, saliendo del inmueble en contadas ocasiones y siempre a altas horas de la madrugada.
«Cuando me llamaron me quedé totalmente bloqueada, no me lo esperaba después de tantos años», confiesa la entonces adolescente, quien actualmente ha cumplido los 30 años. «Resulta difícil de entender que una persona haya podido estar escondido tantos años, pero al final hay justicia y quien la hace la paga», confiesa la víctima de este depravado violador. «La vida sigue, pero siempre eso que te ocurrió queda ahí», comenta María, quien confiesa que, cuando ha transcurrido apenas un día desde la llamada policial con la reconfortante noticia, «todavía sigo bloqueada y no me lo esperaba después de tantos años».
El testimonio de esta víctima resulta escalofriante y pone de relieve que en la mente de Esteban Vacas siempre estuvo flotando el deseo de venganza. «El nos dijo que vendría a por mí y a por mi madre, y que nos buscaría para matarnos, ya que nos la tenía jurada». Todo ello obligó a que durante dos años madre e hija precisaran de protección policial.
María aprovecha la ocasión de poder expresarse públicamente, aunque sea conservando el anonimato, para lanzar un mensaje a todas aquellas mujeres que han sido víctimas de agresiones sexuales.«Les animo a que denuncien, a que no se queden calladas, que denuncien porque hay justicia».
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Constante sufrimiento
En parecidos términos se expresó ayer Francisco Martín del Río, que es el abogado de la víctima. Explica el letrado que la joven «lloraba de cuajo y apenas podía articular palabras cuando me dijo que la policía le había llamado para comunicarle que por fin lo había detenido». De hecho, el abogado puntualiza que «me resultó difícil entender lo que me quería decir, porque no paraba de llorar e incluso le llegué a aconsejar que se asegurara bien, no fuera a ser que hubiera sido una broma».
El letrado desvela que tanto la víctima como la familia «no han dejado de sufrir durante todos estos años y para ella esta detención ha sido una liberación tras tantos años de miedo, porque sabía perfectamente que este sujeto, que es un tipo muy violento y muy peligroso, se la tenía jurada e iba a ir a por ella».
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Precisamente, durante todo el año previo a la celebración del juicio –la vista oral tuvo lugar en 2006 y el acusado fue condenado a 16 años de cárcel por los delitos de agresión sexual y violación– la chica y su madre estuvieron protegidas en todo momento con vigilancia policial, pues temían que Esteban Vacas intentaría buscarlas para vengarse. Después del juicio, la vigilancia policial duró otro año más, coincidiendo con el periodo en el que la defensa de Esteban Vacas recurrió ante el Tribunal Supremo la sentencia condenatoria dictada por la Audiencia Provincial de Salamanca. Fue precisamente en el transcurso de ese intervalo cuando el despiadado violador se dio a la fuga, permaneciendo prófugo de la justicia durante 12 años hasta su detención este pasado miércoles en la vivienda de su madre en el barrio del Carmen. No en vano, Esteban Vacas acabó convirtiéndose en el recluso más buscado de toda España.El abogado elogia también elogia el esfuerzo de la Policía, que nunca cesó en la búsqueda a lo largo de esto largos 12 años y «no han parado en seguirle la pista, hasta que por fin han conseguido encontrarlo y detenerlo».
Según las tesis que maneja el letrado, Esteban Vacas decidió escapar y permanecer oculto, pues sabía perfectamente que podía beneficiarse del mecanismo legal que conlleva la prescripción para el cumplimiento de la pena, dado que en la legislación se contempla que un condenado puede librarse de tener que cumplirla si el plazo previsto para ello acaba expirando. «Estamos hablando de una persona muy peligrosa, de un vividor que cuando era el compañero sentimental se aprovechaba de ello... Y estamos hablando e un delito repugnante, cometido en el domicilio familiar contra una menor de edad». Por si fuera poco y tal como recuerda Francisco Martín del Río, la chica revivió durante el juicio todo el calvario que sufrió, derivado de las agresiones sexuales de las que fue objeto. «Fue un juicio durísimo y no hay duda de que, a pesar de la liberación que supone para ella detención, las secuelas las tendrá para toda la vida».
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El abogado se entrevistó ayer con su defendida, quien ha sabido encarar la vida y dejar atrás la traumática experiencia vivida en plena adolescencia. Actualmente regenta un negocio en la capital salmantina y trata de olvidar unos terribles hechos que han marcado inexorablemente su vida.
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