La covid eclipsa los últimos destellos del VIII Centenario

Hace dos años fue el acontecimiento que catapultó el nombre de Salamanca por todos los confines del globo terráqueo. La magna conmemoración del VIII Centenario de la fundación de la Universidad de Salamanca, fechada cronológicamente en el año 1218 por los sesudos historiadores, se festejó en 2018 por todo lo alto. Grandes cumbres universitarias repletas de rectores y autoridades académicas por doquier, una marabunta de congresos y simposios científicos de rango tanto nacional como internacional y eventos culturales de todos los pelajes lograron impregnar de vigorosos aires cosmopolitas a la capital delTormes gracias, precisamente, a la que ha sido y sigue siendo su gran motor, principal empresa y, por susupuesto, su esencia nuclear, como es el ocho veces centenario y longevo Estudio salmantino.

En realidad, el 31 de diciembre de 2018 finalizaron oficialmente los fastos del VIII Centenario. Sin embargo, el Gobierno de Mariano Rajoy decidió prolongar entonces la efemérides en el tiempo, no con un simple y puntual apoyo expreso a la organización de más eventos, sino con la prolongación del ventajoso régimen de las exenciones fiscales que, por decisión gubernamental, se amplió con una llamativa prórroga que se extendió hasta las postrimerías del mes de abril de 2020.Se pretendía, de esta forma, que la USAL pudiera verse favorecida con el apoyo económico de más empresas, que a su vez saldrían beneficiadas, con su mecenazgo y patrocinio del acontecimiento, con nuevas ventajosas exenciones fiscales.

Sin embargo, la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo por el Gobierno de Pedro Sánchez con el fin de intentar frenar y mitigar el desafiante avance y propagación de la mortífera covid-19 alteró por completo las pretensiones del equipo rectoral de la USAL en torno a obtener los últimos beneficios en el tramo final de las exenciones fiscales. De esta forma, el pasado 30 de abril, viernes en el calendario para más señas, la prórroga del régimen de las exenciones fiscales llegó a su ocaso, un hecho que no trascendió en el panorama de la actualidad informativa salmantina, dado que las restricciones y el confinamiento derivados del estado de alarma seguían vigentes y eclipsaron por completo los últimos destellos de la irrepetible efeméride.

Se desconocen, por lo tanto, cuáles han sido finalmente los beneficios económicos reales de las exenciones fiscales para las arcas universitarias y se ignoran también los nombres de las empresas y franquicias que se acogieron a la prórroga de las mismas.

El VIII Centenario, en definitiva, ya es historia y ha ingresado en el baúl de los recuerdos académicos más esplendorosos delEstudio salmantino.Tampoco está claro cuál es el estado actual y el futuro inmediato de la Oficina del VIII Centenario, ubicada en el Patio deEscuelas Menores, Teóricamente la oficina se iba de disolver cuando finalizaran las exenciones fiscales, dado que no tiene ningún sentido su continuidad al haber expirado el acontecimiento. Las últimas noticias que han proliferado sobre quien ha sido el director de la citada oficina en los últimos tiempos –el profesor de Derecho del Trabajo, Julio Cordero– le situaban en las quinielas políticas como próximo director delServicio Regional de Relaciones Laborales ( SERLA), lo que evidencia que la Oficina del VIII Centenario ya es pasado y, en ningún caso, un presente que esté oteando el futuro.