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SALAMANCA
Martes, 20 de noviembre 2018, 11:54
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El delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca, Bienvenido Mena, visitó ayer las instalaciones del Comedor de los Pobres, ubicado en el paseo de la Estación, para conocer de primera mano el trabajo que allí realizan.
Esta organización reparte comida a diaria a más de 200 familias con problemas económicas, y en lo que va de año ya han atendido a más de un millar de personas (el 50% de ellos son niños), como ellos mismos ayer apuntaron.
Cada mes entregan más de 8.500 kilos de alimentos, y además, ayudan a las familias al pago de alquileres o suministros, entre otras necesidades básicas. Hace un año comenzaron un nuevo programa dirigido a los niños de las familias que atienden, denominado Misión Educativa, que se centra en un seguimiento escolar personalizado con profesores particulares que ofrecen clases individuales a niños desde Primaria a Bachillerato.
El Comedor de los Pobres es uno de los centros beneficiarios de las donaciones que realiza la Gerencia provincial del Ecyl de los productos alimentarios procedente de los cursos de formación en las especialidades del sector cárnico y de panadería y pastelería, que pueden ser destinados, con plena garantía, al consumo humano. Con la finalidad de conseguir un apropiado aprovechamiento de estos productos, el centro tiene establecido un sistema de donaciones a entidades benéficas salmantinas entre las que están incluidos.
Al respecto recuerdan que los productos salen del centro, además en condiciones idóneas para el consumo y con garantía sanitaria, «debidamente envasados y etiquetados, permitiendo así a los alumnos realizar prácticas del proceso productivo completo, desde la llegada de las materias prima hasta la entrega del producto al consumidor final».
En el área cárnica, cada curso que dura en torno a cinco meses, genera más de 3.800 kilos de productos cárnicos terminados o elaborados: filetes de vacuno, porcino, ovino y pollo, productos frescos como salchichas, hamburguesas y adobos y también elaborados cocidos, como jamón de york o bacon así como curados, embutidos y jamones, entre otros.
En el área de panadería y pastelería, en función del curso que se esté impartiendo, se elaboran distintos productos que se donan a diario, permitiendo así a los receptores consumir un producto reciente, elaborado artesanalmente y con unas materias primas de calidad. Igualmente, todos los productos de este sector son debidamente envasados y etiquetados con su fecha de caducidad y la relación de materias primas empeladas. En panadería y pastelería se incluyen todos los tipos de pan y bollería, pastas y dulces, empanadas y hornazos, pasteles, tartas, chocolates, turrones, helados y otros dulces. En los años 2016 y 2017 se han impartido cuatro cursos que han generado productos con un valor estimado en el mercado de en torno a los 10.000 euros por curso, lo que supone unos 40.000 euros entre los dos años. Entre las entidades beneficiarias, además del Comedor de los Pobres está Proyecto Hombre, la residencia de las Hermanitas de los Pobres, la Casa de Acogida Ave María y la Casa Hogar de las Hermanas Carmelitas.
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