COAG denuncia un «ataque solapado» de administraciones y colectivos al sector apícola
La organización lamenta la desorganización y la caída «insostenible» de los precios de la miel, que junto a la bajada de producción, hará que los apicultores abandonen
B.J.L. / ICAL
SALAMANCA
Jueves, 21 de noviembre 2019, 11:59
El coordinador regional de COAG en Castilla y León, Aurelio Pérez, denunció ayer un «ataque solapado» desde la Administración y los colectivos que a su juicio «pretende acabar con la apicultura salmantina». Desde la organización consideraron que «no se ha hecho nada ni se ha ordenado el sector». Además, añadieron la caída de precios que calificó de «insostenibles», que unida a la mala situación del sector en este invierno, «hará que muchos apicultores abandonen». Así lo manifestó antes de inaugurar, junto al presidente de la organización salmantina, José Manuel Cortés, las XXII Jornadas Apícolas de COAG Salamanca bajo el título 'Necesitamos nuevos medicamentos contra la varroa, precios justos y respeto a la trashumancia', que se celebran ayer y hoy en la capital salmantina.
En dicho encuentro, como señaló Aurelio Pérez, se tratan los tres ejes que en este momento preocupan al sector. Además, se dedica una jornada a la divulgación de la apicultura entre el alumnado de un centro de Educación Secundaria con el objetivo de trasladar el conocimiento de la apicultura y los productos apícolas «a un sector clave y fundamental de la sociedad», expresó.
Además, sostuvo que a la apicultura salmantina, que calificó de «pionera y trashumante», no puede ser que «se le coarte y se ejerza más una labor de persecución que de información o diseño de una buena organización del sector», que a su juicio «está creciendo y se está desorganizando cada vez más».
El coordinador regional cifró en 5.712 las explotaciones apícolas en Castilla y León, lo que supone un 15 por ciento de las explotaciones nacionales. De éstas, dijo, 653 son profesionales de la Comunidad y 450 de ellas pertenecen a Salamanca, mientras que 5.059 son explotaciones «no profesionales». Asimismo, indicó que en 2010 había 4.058 explotaciones, 1.650 apícolas menos que este año, y ante esto desde la organización agraria se preguntan «dónde se sitúan y cuál es su ordenación».
En ese sentido, Aurelio Pérez sostuvo que «no se ha hecho nada ni ordenado». Según sus palabras, lo que se hace son «más inspecciones y controles, sanciones junto a ordenanzas municipales y denuncias desde las propias administraciones y unidades veterinarias», y en ese punto se refirió a las provincias de León, Ponferrada y La Bañeza, que «son las más duras con la apicultura salmantina».
Por su parte, señaló que «lo que se hace va en contra de la trashumancia», que según sus declaraciones «es la actitud que han tenido los apicultores pioneros en la Castilla y León, como son los salmantinos».
Además, argumentó que una parte de la apicultura salmantina va dirigida a la PAC y todos los apicultores que pertenecen «tienen que declarar dónde sitúan sus colmenas», mientras que los que acuden del resto de España pueden instalarse «donde les dé la gana».
Aurelio Pérez remarcó que «si se sitúan a menos de 100 metros de tu colmena, te penalizan porque no se cumplen las distancias con otros colmenares». A su juicio, el sector «puede ordenar a través de un mapa virtual y adjudicar por coordenadas» y es que la producción por colmena «está bajando y no se aumenta en producción».
Caída de precios
Por otro lado, Pérez comentó que la producción española de miel en 2018, según los últimos datos registrados, cifra 31.284 toneladas, mientras que en 2007 se producían 31.840 toneladas, «con casi 2.000 explotaciones menos se producía más miel», además apuntó que estos tres últimos años «han sido los peores».
Ante esta situación, dijo que se importan 27.900 toneladas y se exportan 23.107 toneladas, dejando 36.000 toneladas para el consumo, lo que se resume, según el representante regional de COAG, que «somos deficitarios en casi 6.000 toneladas de la miel producida a la que se consume», sin embargo la situación de precios en Castilla y León está «hundida».
En la actualidad, la Comunidad Autónoma ha producido 2.600 toneladas, de las que 1.800 corresponden a Salamanca, una media de seis kilos por colmena cuando lo habitual eran entre 13 y 14 kilos. Los precios que se pagan al apicultor están en torno a 2,50 euros en miel mil flores, y la de bosque en 3,50 euros y el polen sin precio.
Por su parte, se preguntó que «cómo es posible que en un país deficitarios en el que se produce menos de lo que se consume, los precios estén por los suelos», cuando el Ministerio hablaba de precios en torno a los seis euros el kilo. Por ello, consideran que «es imposible que un apicultor mantenga una colmena». A ello, se unen también los problemas de legislación que, como indicó, «amparan permanente a las empresas envasadoras de miel y deja desamparados a los productores», quienes quieren tener una vía de ingresos por los precios justos para su comercialización.
Aurelio Pérez lamentó que este invierno, en el que la situación es «difícil», las abejas estarán más tiempo hibernando, por lo que «cuando se abran las cajas en marzo nos encontraremos con una mortandad no esperada». Eso hará que haya apicultores que abandonen y la caída de precios será «más insostenible», concluyó.