El Centro de Estudios Bejaranos celebra su trigésimo aniversario con un concierto inaugural

José Ramón Cid Cebrián es miembro del Centro de Estudios Mirobrigenses con el que el CEB está hermanado desde 2021. En el mes de diciembre intervino en la presentación del libro-cd Charros y gitanos, grupo musical del que es componente, en Candelario. Es profesor de la Escuela de Tamborileros de Ciudad Rodrigo, coleccionista y «recopilador de cultura local», sobre todo de objetos relacionados con la música charra. Es autor de numerosos libros y artículos relacionados con el tema, sobre todo en la comarca de Ciudad Rodrigo.

Manuel José Gutiérrez Hernández es el organista y conservador de la catedral de Ciudad Rodrigo.

En las fiestas religiosas más solemnes de algunos lugares, era frecuente que el tamborilero tradicional ejerciera como maestro de ceremonia para ilustrarlas musicalmente con toques específicos. Cuando la misa se celebraba cantada en latín, en muchos casos la gaita y el tamboril acompañaban los himnos que interpretaba el pueblo; en algunas ocasiones, si coincidía la afinación de la gaita, compatibilizaba con el órgano o el armonio. Dado que el órgano de las iglesias, aunque está considerado como instrumento musical «culto» y es tañido por un músico con formación académica, su función es esencialmente «popular» al acompañar al pueblo en los actos de Iglesia.

­Manuel José Gutiérrez Hernández y José Ramón Cid Cebrián vienen colaborando de forma ininterrumpida desde el año 2010, realizando multitud de conciertos de órgano histórico con gaita y tamboril. Creadores del Ciclo de Conciertos de Órganos Históricos con Gaita y Tamboril en la diócesis de Ciudad Rodrigo, este año han ofrecido su XI concierto de en la Catedral de Santa María. Al mismo tiempo son intérpretes habituales del Ciclo de Órgano en la Mancomunidad de Tierras de Medina y en el Ciclo de Órgano de La Moraña. Han ofrecido conciertos en distintos órganos históricos que se conservan en la actualidad; Fregenal de la Sierra (Badajoz), Valladolid, Ávila, en la Capilla de la Universidad de Salamanca, en la Catedral Nueva de Salamanca, Lumbrales, San Felices de los Gallegos, Palacios Rubios o Villares de la Reina.

Las interpretaciones que ofrecen resultan un tanto singulares, con el maridaje de unos instrumentos muy diferentes entre sí e incluso opuestos: el órgano es el instrumento musical más grande y completo, considerado desde siempre «el rey de los instrumentos»; la gaita salamanquina o flauta de tres agujeros, es el instrumento de viento más primitivo y elemental de toda la organología musical, que junto con el tamboril son los más humildes y sencillos, los cuales han llegado hasta nuestros días desde la noche de los tiempos por la tradición oral de generación en generación, como instrumentos de pastores y campesinos. Los temas que interpretan son, tanto populares-tradicionales de gaita y tamboril acomodados al órgano, como de repertorio clásico de órgano adecuados a la gaita y tamboril. Las adaptaciones han sido realizadas por los propios intérpretes.