El centro Ranquines de Cáritas para la salud mental atiende a 25 personas cada día

El centro de día Ranquines, de Cáritas, ha organizado la grabación de un programa especial de radio con motivos de su tercer aniversario. El programa, en el que participan integrantes del proyecto, se emitirá el próximo lunes a las 11:00 horas en Radio USAL, en la frecuencia 89.0. También podrá escucharse en la web de Cáritas y en las redes sociales. Además, el domingo se celebrará un acto a las 12:00 en la capilla de los Misioneros Paúles en el que participarán las entidades promotoras y las instituciones detrás de Ranquines.

El director del centro de día analiza la situación y hace balance de este tiempo. Francisco Berbegal señala que «en el primer aniversario dijimos que fue la confirmación de que un Centro de día de salud mental de nuestras características era efectivamente necesario en la provincia de Salamanca. En el segundo aniversario dijimos que los datos y el trabajo realizado nos hablaban de consolidación del proyecto. ¿Qué podemos decir del tercer año de funcionamiento? Vamos a apoyarnos en tres conceptos para compartir nuestra reflexión sobre este tercer año del Centro de día Ranquines».

El primer concepto al que alude es la estabilidad. Este año han solicitado atención 69 personas, cifra similar a la de los dos años anteriores (67 la solicitaron el primero y 69 el segundo). De ellas un 19% procedía de las administraciones públicas, un 26% por iniciativa propia o familiar (23% el año anterior) y un 55% desde asociaciones privadas (58% el año anterior). De ellas un 62% han sido hombres y un 38% mujeres. Además, 33 estaban en situación sin hogar o exclusión social, y otras siete en situación de vulnerabilidad por el aislamiento social. Durante la pandemia, además, se ha atendido a diversas personas con ansiedad o en proceso de duelo.

El Centro cubre cada mes sus 40 plazas, acudiendo unas 25 personas al día. Este año se han producido 19 bajas, siete de ellas terapéuticas, bien porque las personas han conseguido sus objetivos o bien porque han sido derivados a un recurso más adecuado a sus necesidades. La media de permanencia es de 11 meses.

Por otro lado, el coordinador del proyecto habla de incondicionalidad, porque la pandemia «nos está poniendo a prueba a todos. Los recursos sociales hemos tenido que agudizar el ingenio». En Ranquines «nos hemos esforzado para que los participantes sintieran nuestro apoyo de forma incondicional» con «contacto diario» y «más de dos mil llamadas telefónicas en tres meses», además de visitas a domicilio o acompañamientos al psiquiatra.

El tercer concepto es la resiliencia, porque dada la situación de estos meses «los participantes de Ranquines han tenido resiliencia frente a la situación de pandemia y confinamiento. El equipo hace una valoración positiva en cuanto a cómo han vivido esta situación las personas que habitualmente participan en el recurso». Esto no quiere decir que no hayan sufrido, indica Berbegal, porque «ha habido cuatro ingresos en psiquiatría, dos recaídas en consumo, dos idas a urgencias e, incluso, un fallecimiento, pero hay que adaptarse, levantarse y aprender».

Apenas se ha podido avanzar en la fase de los pisos de inserción y la extensión a las zonas rurales de la provincia, aunque aún han podido acompañar a 15 personas de fuera de Salamanca y varios participantes alquilan juntos un piso y reciben apoyo y acompañamiento por parte del equipo de 'Ranquines'.

«Finalizamos este año con esperanza, a pesar de la situación tan complicada que estamos viviendo, con un gran agradecimiento a las personas que forman el equipo de 'Ranquines': educadores y psicólogos y por supuesto a los voluntarios, pieza clave para llevar a cabo el servicio de este recurso», concluyen.