Cáritas ayudó en Salamanca a más de 1.500 familias para afrontar los gastos de su vivienda

Cáritas Diocesana apoyó a 1.545 familias en sus dificultades para el pago de alquileres o suministros básicos en el último año, concretamente en el período comprendido entre noviembre de 2019 a octubre de 2020, correspondiente a la anterior edición de su Operación Vivienda.

De esta forma, la ONG aportó a los necesitados 3.877 ayudas con un importe total de 1.012.780 euros, lo que supone casi el doble que en el año anterior, cuando se destinaron a estas ayudas 565.456 euros, según los datos facilitados por José María Rodríguez y Oliva Martín, miembros de esta ONG en la presentación de la nueva campaña de Operación Vivienda, que acaba de arrancar y se prolongará hasta octubre de 2021.

Los responsables de Cáritas subrayaron que «la vivienda es algo básico para vivir con dignidad, pero para ello, no sólo hay que tener un lugar para cobijarse, sino un espacio que reúna las condiciones mínimas, que permita vivir con dignidad».

Por ello, la entidad ofrece ayuda a través del recurso de acogida y atención primaria, donde se distribuyen ayudas de alquiler y suministros, a lo que se suma el acompañamiento y el asesoramiento a las familias.

Además, José María Rodríguez y Oliva Martín recordaron que Cáritas Diocesana también aporta respuestas a las personas que no tienen hogar a través del Centro de Acogida Padre Damián y de la Casa de Acogida Samuel de enfermos de VIH a lo largo del año. Además, indicaron que el importe medio por ayuda ha aumentado de 194 a 261 euros respecto al año anterior y que se ha incrementado el número de ayudas por familia, «confirmándose así la dificultad que tienen para hacer frente a este bien básico por haber agotado las prestaciones por desempleo, por no cobrar el ERTE, o no cobrarlo en su totalidad», lo que les ha llevado a la necesidad de ayudas «durante más tiempo».

Además, Cáritas señaló que durante la pandemia se ha puesto más que nunca de manifiesto la importancia que puede tener para la salud y para la protección el contar con una vivienda digna. Y durante este tiempo también, desde Cáritas se ha visto cómo se incrementaba la demanda de ayuda para no perder la vivienda por parte de muchas familias y la necesidad de cubrir esta necesidad básica de personas que estaban en situación de calle.

De hecho, según el último informe de Cáritas sobre el impacto de la pandemia en las familias acompañadas por esta ONG, más de 650.000 personas viven en España en hogares que no pueden hacer frente a los gastos de suministros de su vivienda, y cerca de 42.000 familias se han visto obligadas a cambiar de residencia para disminuir los gastos.

En el caso específico de Castilla y León, hay 52.000 familias que viven en viviendas catalogadas como inadecuadas y 49.000 residen en hogares que están clasificados como inseguros, dado que sobre ellos se asoma la amenaza constante de un posible desahucio. Por si fuera poco, en Salamanca los precios de los alquileres se han incrementado un 6,2% en el último año. Además, en Castilla y León el 30,8% de los ingresos familiares se destinan a sufragar los gastos derivados de la vivienda.