La capital salmantina gana población por primera vez en los últimos 14 años

La provincia de Salamanca perdió el año pasado 1.354 habitantes, según los datos definitivos del padrón revelados ayer por el Instituto Nacional de Estadística. Cuenta con 330.119 residentes. Es la cifra más baja desde que el INE publica datos de los padrones municipales y provinciales. De seguir con la tónica de los últimos años, en 2020 caerá por debajo de los 330.000 vecinos y marcará un nuevo récord negativo.

Perder 1.354 habitantes en un año (el 0,41% del total) equivale a que se marchen casi cuatro personas al día. Si alguien quiere buscarle el lado bueno podrá consolarse pensando que es la menor pérdida de población desde 2011. Aquel año fueron 'solamente' 633 habitantes. El récord negativo de esta década lo estableció 2013, con un desplome de más de 5.000 personas.

El Instituto Nacional de Estadística publica datos de todos los municipios de España, desde las capitales de provincia al último rincón del país. En el caso de Salamanca hay algunos datos que vale la pena analizar, sobre todo ahora que, al fin, parece que alguien piensa en la 'España vaciada'.

La primera sorpresa la da la capital. Salamanca llevaba casi 15 años perdiendo población. Desde 2005 se había dejado 16.437 residentes por el camino, fruto de la emigración y de la falta de nacimientos. El año pasado rompió al fin esa tónica y ganó 250 habitantes. Esta cifra no compensa ni por asomo las pérdidas de 14 años, pero quizá marque un punto de inflexión si la ciudad es capaz de consolidar esta tendencia. El tiempo lo dirá. A día de hoy tiene 144.228 vecinos.

La segunda conclusión que se extrae de los datos del INE es que el alfoz de la capital aún tiene margen para continuar creciendo. Aldeatejada, Cabrerizos, Carbajosa, Doñinos, Santa Marta y Villares de la Reina tienen más habitantes que hace un año. Destaca el caso de Carbajosa, que gana 169 residentes, llega a a 7.116 habitantes y se coloca a tiro de piedra de Villamayor. Este municipio perdió cinco vecinos (tiene 7.202) y sigue siendo el quinto más poblado de la provincia, pero el crecimiento de Carbajosa podría amenazar dicho puesto.

Las cabeceras de comarca padecen una situación muy diferente. Alba de Tormes es la excepción porque tiene 20 habitantes más que hace un año, pero todas las demás siguen en números rojos. Béjar sufre el mayor batacazo de todas y pierde 222 vecinos. Tiene aún 12.739, pero volver a los 13.000 parece una utopía.

Ciudad Rodrigo siguió el mismo camino: 169 habitantes menos en un año. Tiene 12.344 vecinos censados y seguirá siendo la cuarta mayor población de la provincia tras Salamanca, Santa Marta y Béjar.

Completan la lista de cabeceras Guijuelo (27 menos), Ledesma (37 menos), Peñaranda (48 menos) y Vitigudino (39 menos).

En cuanto al resto de la provincia, la inmensa mayoría está de capa caída y pierde habitantes año tras año. Es más que una tendencia, porque lleva años y años así, y está por ver si aún tiene remedio.