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DANIEL BAJO / WORD
SALAMANCA
Miércoles, 22 de mayo 2019, 12:00
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Falta menos de un mes para que llegue el verano. Se avecinan meses de calor, escapadas, días de asueto y, también, de nuevos empleos.
La empresa de recursos humanos Randstad ha elaborado un análisis sobre las previsiones de contratación para este verano basándose en la evolución de los últimos nueve años. Randstad aclara que se trata de «Contratos de Puesta a Disposición (CPD) que se firmarán durante junio, julio, agosto y septiembre en los sectores de comercio, transporte y distribución, hostelería y entretenimiento». La cifra total de contratos estivales, de acuerdo a las valoraciones de la empresa, asciende a 604.530.
Unos cuantos de éstos caerán en Salamanca. Concretamente serán 5.080, según las estimaciones de Randstad. Son 203 más que en 2018. Y aunque todas las provincias incrementan su contratación respecto al año pasado, en este apartado flojeamos un poco. La media nacional llega al 6,5% y en Salamanca nos quedamos en el 4,2%. Es el mismo porcentaje que en el conjunto de la región, pero es inferior a la media de todo el país. Respecto a otras provincias, el estudio detecta diferencias «que alcanzan hasta los 10 puntos porcentuales, siendo Zaragoza (10,3%) la provincia que más crece y la única que lo hace con dos dígitos, y Lugo (0,5%) la que menos. En el lado opuesto, registrando los menores crecimientos, se encuentran, además de Lugo, Valladolid, Palencia (ambas con el 2%) y Cádiz (2,4%)».
Los contratos veraniegos «están impulsados por determinados sectores vinculados al turismo, como comercio, transporte, hostelería y ocio y entretenimiento. El importante peso del turismo, tanto internacional como interno, que no deja de crecer año tras año, es el principal dinamizador del mercado laboral en esta época». Es un extracto del estudio que encaja como un guante en la realidad laboral de Salamanca. El turismo es la gran industria local y el verano es una época de vacas gordas para bares, hoteles y restaurantes. El sector turístico nacional, de hecho, empleó a 1,8 millones de personas durante el verano de 2018.
También son semanas de rebajas, de incremento en el transporte de viajeros y de actividades de recreo. Y en todas hace falta personal.
«El verano es sinónimo de buenas noticias para el empleo, ya que es una de las épocas que más dinamizan el mercado laboral», explican desde la empresa autora del análisis. «Aproximadamente el 40% de los contratos indefinidos proceden de uno temporal. Además, este tipo de contrataciones pueden prolongarse y aumentan la empleabilidad de los candidatos de cara a buscar nuevas oportunidades laborales», recalcan.
Eso sí, las compañías también tienen claro qué buscan: «experiencia, orientación al cliente e idiomas». Quieren que los nuevos empleados sepan qué hacen y se adapten rápidamente a su puesto.
La orientación al cliente y los perfiles comerciales «son necesarios en el sector comercial y hostelero. Las empresas tienen en cuenta aspectos como la predisposición a trabajar en equipo y a resolver problemas derivados de la operativa diaria». En cuanto a los idiomas, el auge del turismo (más de un millón de personas al año visitan Salamanca) hace que «el conocimiento de idiomas, especialmente el inglés, se posicione como un requisito indispensable para muchos puestos. De hecho y de cara a ofrecer un mejor servicio a los turistas internacionales, se detecta un incremento en las demandas de las compañías de profesionales con un tercer idioma, bien europeos (francés, alemán, nórdicos) o internacionales (ruso, chino, árabe) debido al aumento de visitantes de estos países».
Los 5.080 nuevos empleos veraniegos marcan un récord en la década. Desde 2010 hasta ahora nunca se habían firmado tantos contratos durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre.
En 2010 fueron 2.566. La crisis estaba en pleno apogeo y no se podía pedir mucho más. Los dos años siguientes destacaron por su irregularidad y, desde 2013 hasta ahora, las contrataciones no han dejado de aumentar. En porcentajes, han crecido un 98% a lo largo de la década. Tan sólo Segovia y Ávila han experimentado un repunte semejante. El crecimiento regional entre 2010 y 2019 se queda en el 71,4%.
Según Randstad, «los contratos motivados por la campaña de verano han encadenado siete años de crecimiento consecutivos, superando en 2019 por primera vez el umbral de las 600.000 contrataciones».
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