«Bendito es el vientre de Salamanca, pues ofrece palpitaciones de antaño y del porvenir a los poetas que hospeda»

Acabado el XXIV Encuentro de Poetas Iberoamericanos, dedicado este año a Antonio Colinas, su director, Alfredo Pérez Alencart, reconocido poeta peruano-salmantino y profesor de la Universidad de Salamanca, realiza un balance del mismo.

-¿Qué balance realizaría de la reciente edición del encuentro, del que se ha comentado el rotundo éxito conseguido?

-El balance definitivo siempre lo debe hacer el público, las instituciones, los otros en definitiva, y no los propios interesados, por lo parcializado que puede resultar todo juicio, máxime si es propenso a la vanagloria o a los insulsos triunfalismos. La poesía es otra cosa, no está sujeta a los afanes crematísticos ni tampoco tiene insomnio si las multitudes marchan por otros lados, más lúdicos. Si se trata de comentar mis impresiones respecto a los autores invitados, sí le puedo decir que la calidad de los poetas invitados ha sido de excelencia.

-¿Cómo valora que estos encuentros se hayan mantenido casi un cuarto de siglo?

-Lo sopeso con humildad y entiendo que se debe a la constancia y a la pasión que puse en estos años precedentes, con el fin de consolidar unos encuentros más que necesarios para actualizar la genuina relación literaria que ha existido desde hace siglos entre la universitaria y literaria Salamanca con los países del vasto continente americano de habla castellana. También a que he evitado organizar grandilocuentes festivales. El nuestro es un encuentro, una modesta comunión poética que busca, y logra, que autores de distintas generaciones, premiados y no, de un registro lírico o no, se presenten por aquí y nos dejen conocer sus últimas escrituras. Tratamos de ofrecer una semejante dignidad a todos los poetas invitados, y eso se nota y se agradece, entiendo.

-¿Qué le ha comentado Antonio Colinas respecto al homenaje tributado?

-Quedó muy feliz, bastante complacido por la verdadera muestra de aprecio hacia su obra. Y gratamente sorprendido por los numerosos poemas a él dedicados por poetas latinoamericanos y portugueses. También agradeció el que dos de sus poemas fueran musicalizados por el grupo salmantino Concierto 3, por ejemplo.

-Otro hecho evidente es que ha logrado que las principales instituciones salmantinas apoyen sin reservas el encuentro que usted dirige.

-Bueno, los encuentros vienen siendo patrocinados, desde su primera edición, por el Ayuntamiento de Salamanca a través de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes. Debo gratitud por el pleno apoyo que he tenido de los tres alcaldes y tres concejales de Cultura que he tenido hasta ahora, donde Carlos García Carbayo y María Victoria Bermejo me acaban de expresar su satisfacción por la seriedad y el alcance internacional que tienen estos encuentros. La Diputación nos apoya con la publicación de los libros del prestigioso premio Pilar Fernández Labrador, mientras que la Universidad nos abre las puertas de sus edificios principales para algunos de nuestros actos complementarios. Todos contribuyen porque todos desean lo mejor para el prestigio cultural de nuestra ciudad.

-Finalmente, ¿qué opinión le merece Salamanca como lugar para la poesía?

-Bendito es el vientre de Salamanca, pues ofrece palpitaciones de antaño y del porvenir a todos los poetas que hospeda y enhechiza.

• Temas
• Poesía
• cultura
• Salamanca
• Premios
• Universidad de Salamanca