Las americanas evitan males mayores para el CB Avenida antes del toque de queda frente al Estudiantes (63-58)

Siete de siete para el CB Avenida, que seguirá una semana más como líder de la Liga Femenina Endesa tras su victoria de este sábado por 63-58 ante el Movistar Estudiantes. El equipo salmantino tuvo de nuevo un partido de continuos altibajos en su juego y solo la efectividad puntual de sus dos norteamericanas Hayes en la primera parte, que acabó con 15 puntos, y de Katie Lou Samuelson en la segunda, con 18, evitaron males mayores ante un club madrileño que llegaba a Würzburg siendo la revelación de la Liga Endesa, un Estudiantes recién ascendido con un balance de 5-1 -derrota ante Girona y en la prórroga- y que desde el primer minuto dejó claro que ese registro no era ni mucho menos una casualidad para las de Alberto Ortego.

Burani, Carter, Gretter y Alonso de Armiño llevaron con su atrevido y rápido juego a estar al Estudiantes siempre en el partido y ni siquiera cuando Avenida pareció 'matar' el partido con el 47-31 del tercer periodo bajaron los brazos hasta llevar a las estudiantiles a colocar un inquietante 53-51 en el arranque del último periodo.

Los triples, que en partidos anteriores habían sacado de apuros o llevado a Avenida a abrir los partidos, solo aparecieron a cuentagotas (7 de 26) y como en el interior esta vez no apareció nadie como referencia vital -llama la atención de nuevo los malos números de Gajic con 0 puntos y solo 5 minutos jugados-, al equipo de Íñiguez le costó cerrar el choque.

El partido apuntó a festival en el primer cuarto con un ilusionante 20-20 pero ahí decayó todo en los dos equipos. El acierto saltó por los aires, para dar paso a las imprecisiones mientras que el juego colectivo brilló pos su ausencia en muchos minutos. Garra, lucha y entrega, eso sí, no faltaron horas antes de que arrancara en Salamanca el toque de queda impuesto por las autoridades.

Llegaba a Würzburg la revelación de la Liga Endesa, un Estudiantes recién ascendido con un balance de 5-1 -derrota ante Girona y en la prórroga- y desde el primer minuto dejó claro que ese registro no era ni mucho menos una casualidad para las de Alberto Ortego.

Íñiguez arrancó el duelo con Cazorla como novedad en la dirección junto a Hayes y Katie Lou Samuelson en el exterior y por dentro Hof, la mejor ante el Cadí, y la 'abroncada' Milic.

Los rápidos ataques madrileños colocaron en apenas dos minutos un sorprendente 3-9 en el electrónico. El balón parecía que quemaba en las manos de las del Movistar que siempre encontraban a un jugadora solitaria para anotar con facilidad. No solo no funcionaba abajo en defensa -donde tenía el gran problema- porque en ataque solo Hayes, con dos triples y una entrada, anotaron en acción de juego hasta que Íñiguez paró el partido con 11-17 en apenas 5 minutos de partido. La escolta siguió vestida de las Samuelson para anotar su tercer triple y guiar a las suyas con otros cinco puntos seguidos a darle la vuelta al marcador ya a los ocho minutos (18-17) mientras el técnico seguía moviendo el banquillo en buscar frenar defensivamente a su rival. Hayes llevaba por entonces 13 de los 18 puntos de las suyas.

Con 20-20 arrancó el segundo periodo. Había puesto el Estudiantes el listón muy alto en anotación y ya no pudo seguir a ese nivel en gran parte por la mejoría defensiva azulona. Con Hayes descansando y Estudiantes fallando cómodos tiros -a diferencia del arranque del duelo- el ritmo anotador del duelo visitante bajó notablemente. Carter y Gretter -claves en el primer cuarto- fueron secadas por la mejoría en la defensa azulona. Lo que no bajaron fueron las carreras, porque el choque entró en un auténtico correcalles con errores de ambos equipos hasta que Ortego lo paró tras una contra anotada por la 'regresada' a la cancha Hayes con 34-26 a dos para el descanso justo después de dos triples de las hermanas Samuelson. El CB Avenida fue aumentando su renta casi en cada ataque hasta dejarla al descanso en 40-28 apoyado también por las segundas opciones en el rebote -hasta 7 en la primera parte-.

En ese tobogán en el que se suelen convertir los partidos de Avenida en este inicio liguero, entre que las charras levantaron el pie del acelerador y que el Estudiantes calibró la mano en su tiro exterior, cuatro triples seguidos de las de Ortega llevaron el partido en la reanudación del 47-31 al 49-45. Tocó el cuarto 'malo'. A Íñiguez, que lógicamente no le hizo nada de gracia la relajación, no le quedó más remedio que pedir tiempo muerto. Su equipo dejó de encontrar huecos en la poblada defensa estudiantil en la zona y las precipitaciones. Llegó a reducir la renta hasta el 49-48 pero una pequeña reacción local la llevó al 53-48 para entrar al cuarto decisivo.

Allí, apenas dos triples de Katie Lou fueron suficientes para domar a un Estudiantes al que con 14/42 de tiros de '2' y 8 de 21 en triples se le hizo imposible pensar en dar la sorpresa.