Alierta aspira a que la educación digital alcance en 2030 a 50 millones de niños

El Aula Magna de la UPSA se abarrotó ayer de representantes institucionales y miembros de la comunidad universitaria con motivo de la solemne investidura como nuevos Doctores Honoris Causa del presidente ejecutivo de laFundaciónTelefónica, César Alierta, y del exdirector general de Comunicación yResponsabilidad Social Corporativa de Mapfre, JuanJoséAlmagro, atendiendo a la petición cursada por las facultades de Informática yComunicación, respectivamente.

El presidente de la Conferencia Episcopal ygran canciller de la UPSA, Ricardo Blázquez, encabezó la sesión, que se prolongó a lo largo de dos horas, y estuvo acompañado en todo momento por la rectora de la Pontificia, Mirian de las Mercedes Cortés.

Alierta se mostró optimista, en unas declaraciones previas, por la posibilidad de conseguir «un mundo mejor, más igualitario y más justo», al tiempo que salió en defensa de la Iglesia Católica que, a su juicio, «por primera vez en su historia va por delante del resto de la humanidad» en la cristalización de este desafío, sobre todo en la incorporación de la ética a la era digital. «Hasta ahora nadie hablaba de la ética en el mundo digital. Y la primera vez que se oye se hace en boca del Papa Francisco», enfatizó Alierta Izuel.

Durante su alocución, César Alierta resaltó que la FundaciónTelefónica ha logrado ya acercar la educación digital a más de seis millones de niños en diferentes zonas geográficas de América Latina y África, al tiempo que adelantó que «nuestra ambición es llevar la educación a 10 millones de niños en 2020 y a 50 millones en riesgo de exclusión en 2030».Alierta aseveró que «nunca en la historia de la humanidad se ha producido una evolución tecnológica como la que estamos viviendo en la actualidad» y se mostró convencido de que la revolución digital «va a representar una impresionante oportunidad de crecimiento, ya que está teniendo un impacto positivo en innovación, productividad y empleo». También subrayó que el mercado laboral «se está transformando radicalmente», de manera que «el desequilibro existente entre la oferta formativa y las demandas del trabajo» esté originando que «exista ya un gap de perfiles digitales no cubiertos en el mundo». Además, aportó un dato especialmente llamativo, como es el hecho de que, según los cálculos de la Unesco, en 2025 la demanda de educación superior «se va a incrementar en, al menos, 80 millones de personas», por lo que satisfacer esta demanda «requeriría construir tres universidades con capacidad para 40.000 alumnos cada una, cada semana durante los próximos diez años». Afortunadamente «gracias a la tecnología esto ya no es obligatorio, ya que a través de ella, el conocimiento que se alberga en este Aula Magna hoy podría llegar a cualquier parte del mundo».

Juan José Almagro ahondó en su discurso en la nueva crisis de la razón, donde se detecta un «coste intelectual como es la llamada postverdad». Apuntó en este sentido que «ahora se niega la autoridad de la razón, sobre todo la autoridad de los hechos, dejando que las imaginaciones prevalezcan sobre lo fáctico y se deprecie la autoridad de las pruebas».

El decano de la Facultad deInformática, Alfonso J.López Rivero, ensalzó los méritos humanos y profesionales de Alierta en su condición de padrino académico. Por su parte, el profesor de laFacultad de Comunicación, Ángel Losada, fue el padrino académico de JuanJosé Almagro.