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Al atardecer las grullas retorna a las zonas pantanosas para dormir con sus largas patas sumergidas en el agua y así evitar ser atacadas por sus predadores.
Más de 2.000 grullas europeas escogen pasar cada invierno en tierra salmantina

Más de 2.000 grullas europeas escogen pasar cada invierno en tierra salmantina

Al atardecer, el Azud de Riolobos, el pantano de Santa Teresa, las lagunas de Tamames y Garcirrey se convierten en un espectáculo protagonizado por estas aves migratorias

Jorge Holguera Illera

Jueves, 19 de enero 2017, 22:51

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Más de 2.000 grullas pasan cada invierno en el Azud de Riolobos, según calculan los educadores ambientales Guillermo Hernández y Laura García, ambos propietarios de la empresa Aquila Naturaleza. A estas aves migratorias hay que sumar las que eligen el pantano de Santa Teresa y los humedales de Tamames y de Garcirrey, para tener un dato más exacto de las grullas que escogen la provincia de Salamanca para pasar el frío invierno.

La llegada de estas aves a Salamanca comienza a principios del otoño y tras los días más fríos del invierno comienza su retorno a los países europeos de donde son originarias. A finales de enero comienza su éxodo, razón por la cual, durante los días 21 y 22 del presente mes, El Villar de Gallimazo, en la primera jornada -sábado-, y El Campo de Peñaranda, en la segunda -domingo- acogerán la Fiesta de Despedida de las Grullas en el Azud de Riolobos. Esta actividad es posible por la disposición de los Ayuntamientos de ambos municipios, pero sobre todo gracias a la iniciativa de los jóvenes educadores medioambientales Guillermo Hernández y Laura García, que han puesto en práctica esta buena idea.

Ambas localidades han sido elegidas por compartir en sus términos municipales el Azud de Riolobos. Además ambos son pueblos con un patrimonio rico, sirvan de ejemplo sus templos mudéjares. Esta propuesta que conjuga naturaleza y cultura también pretende hacer ver que «no es necesario irse lejos para disfrutar de la naturaleza», manifiesta Laura García.

El principal aliciente de esta cita es la llegada de las grullas, «siempre van en familia, son muy escandalosas, aunque nunca hayas oído hablar de ellas, sólo con verlas te quedas impactado», explica García.

Las grullas son aves migratorias invernales, es decir pasan el invierno en España. Tal y como explica Laura García, las aves estivales, son aquellas que viven aquí en verano y se van a pasar el invierno a África. Otras aves que se pueden ver en el Azud de Riolobos, pero durante más tiempo son patos y gansos.

Las grullas están presentes en esta laguna de forma temporal, «es como el ave de invierno», pues está presente en Salamanca desde otoño hasta principios de febrero. Laura García recuerda que las grullas crían en el norte de Europa, aunque «sí que es verdad que muchas de ellas se emparejan aquí». En este sentido alude a unas palabras del naturalista Félix Rodríguez de la Fuente, que decía que «aquí se echan novios y en el norte de Europa se casan y tienen hijos». Se trata de aves muy fieles, pues «se casan para toda la vida y vuelan siempre en familia, tanto junto a la pareja, como junto a las crías que puedan tener». Crían en países como Suecia, Noruega o en el norte de Alemania. En estos países, «es muy difícil conseguir alimento en invierno, entonces simplemente se bajan al sur para poder comer», explica la educadora ambiental. Esta interesante biografía natural, así como otras virtudes del entorno que nos rodea podrán ser conocidas por las personas que se acerquen el sábado 21 a El Villar de Gallimazo, o bien el domingo 22, a El Campo de Peñaranda, a disfrutar del interesante programa preparado por Laura García y Guillermo Hernández.

Talleres

En las jornadas preparadas se prestará especial atención a los niños, muchos de los cuales están faltos de estar en contacto con la naturaleza. Sirva de ejemplo el testimonio de Laura García, quien reconoce que «nos hemos encontrado con niños y adolescentes que no saben de dónde viene el pan y los cereales». Por ello a parte de las actividades en aula, también aprovecharán el contacto con los campos para mostrarles las plantaciones de cereales, y explicarles que de ahí saldrán los granos que serán convertidos en harina para elaborar la masa del pan. Harán paseos guiados, visitas a las iglesias, ruta ornitológica por el Azud de Riolobos y finalmente disfrutarán del gran espectáculo que ofrece la llamativa llegada de las grullas al atardecer para su descanso diario.

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