Borrar
Autoridades de Morille y pueblos cercanos y el artista José Antonio Elvira posan junto a las dos autoras y la obra de Isabel Hernández.

Morille inaugura dos neoverracos como símbolo de recuperación de la tradición

Las obras se realizaron en el PAN 2015 por Isabel Hernández y Alejandra Martín y su estreno se ha hecho en el marco de la Feria de los Dulces, que cerró con gran éxito

ELENA GÓMEZ / WORD

Lunes, 12 de diciembre 2016, 12:04

La historia y el paso de los años han hecho que Morille, localidad donde el arte es un símbolo de identidad, no cuente con ningún verraco vetón, algo que, sin embargo, se solucionó ayer en parte con la inauguración de dos neoverracos, dos reinterpretaciones de estas antiguas figuras de piedra hechas con metales y todo tipo de materiales reciclados por artistas actuales.

Así lo destacaban ayer Manuel Ambrosio Sánchez, alcalde de Morille, y José Antonio Elvira, escultor y director del proyecto de escultura que en el pasado PAN 2015 dio como resultado la creación de ocho neoverracos que se han distribuido en varios municipios de España y Portugal, los cuales colaboraron económicamente con esta iniciativa en la que se becó a ocho jóvenes estudiantes que hicieron su reinterpretación de estas antiguas obras.

Una de ellas fue Isabel Hernández, estudiante de Bellas Artes, cuya interpretación de un toro se puede disfrutar ya en las inmediaciones del Cevmo de Morille. Hernández quiso agradecer a todos los que hicieron posible este taller que le dio la posibilidad de trabajar «con técnicas y materiales que no había utilizado nunca».

La otra artista que ya cuenta con su obra en Morille es Alejandra Martín, estudiante de escultura en la Escuela de Artes. «Nunca había hecho nada tan grande pero se consiguió con ayuda, con los conocimientos de los profesores, con el trabajo de campo y haciendo bocetos en los que la idea fue evolucionando», aseguró la joven.

Precisamente ese trabajo previo fue muy destacado por el director del proyecto, José Antonio Elvira, quien agradeció al alcalde su predisposición para superar todas las trabas que encontraron y a los alumnos su gran dedicación por trabajar y aprender cuando, para muchos, era su primera vez con este tipo de trabajos. «En pocas ocasiones se tiene esta calidad de alumnos tan ávidos de aprender tanto a nivel conceptual como de las técnicas de herrería que son necesarias para hacer este trabajo».

Pero volviendo al trabajo de campo, Elvira aseguró que «teníamos que irnos al principio, a las raíces, para que entendieran el sentido y el valor que le queríamos conceder a estas obras, porque nos hemos acostumbrado a ver esas piedras, esos verracos, en Salamanca y en muchos rincones de lo que fueron estos pueblos de Vetonia a los que estamos conectados». De hecho, el escultor quiso destacar que, pese al paso de los años, la provincia sigue manteniendo ese «vínculo con la naturaleza, fruto de una gran sabiduría comunal por mantener este sistema de dehesas y esta explotación».

Este acercamiento al campo hizo que los alumnos entrevistaran a ganaderos e hicieran bocetos a pocos metros de los animales ya que «era importante tener ese contacto para tener ese sentido antropológico de la escultura que lo queríamos recuperar», explicaba, sentenciando que «vamos a reparar la injusticia histórica de que no haya aparecido aquí ningún verraco con estas esculturas».

Por su parte, Manuel Ambrosio Sánchez señaló el importante trabajo colaborativo llevado a cabo por los ocho municipios participantes y otras personas, entidades y empresas que pusieron su granito de arena para sacarlo adelante.

«Ha sido un privilegio trabajar con vosotros, este proyecto solo se ha podido hacer con la generosidad de todos», aseguraba el alcalde, quien destacó que, en el caso de Morille, los neoverracos «nos ha servido también para urbanizar los espacios».

Para Sánchez, «el asesoramiento de los profesores fue fundamental» y especialmente el papel de José Antonio Elvira «que ha utilizado muchas veces elementos de deshecho que se encuentran en chatarrerías y escombreras y sobre esos materiales, que tuvieron un sentido en el pasado, reinterpreta en su obra elementos de la realidad, de la actualidad y de la crítica social y política».

El alcalde de Morille instó a todos los presentes a seguir en «este camino de colaboración entre los municipios que no se debería perder y que en el pasado era muy habitual», a la vez que aseguró que, del mismo modo que los materiales desechados volvían a la vida de la mano de José Antonio Elvira, «este proyecto vuelve a recuperar lo nuestro, la memoria de lo nuestro, y a valorar lo que tenemos».

El acto de inauguración de estos dos neoverracos tuvo lugar en el marco de la VIedición de la Feria de los Dulces de las Monjas de Morille que, a mediodía de ayer, prácticamente había agotado todas sus existencias, demostrando un año más el éxito de esta cita con la mejor repostería conventual.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Morille inaugura dos neoverracos como símbolo de recuperación de la tradición

Morille inaugura dos neoverracos como símbolo de recuperación de la tradición