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El artista Florencio Maíllo posa tras instalar su obra en la Basílica del Cristo de Medinaceli, en Madrid.
La obra de Maíllo traspasa fronteras

La obra de Maíllo traspasa fronteras

Su propuesta ‘Del Jardín del Bosco’ despedirá el año en el Museo luso de Guarda

redacción / word

Domingo, 6 de noviembre 2016, 12:45

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El interés por la obra de Florencio Maíllo traspasa fronteras y un buen ejemplo de ello es que su propuesta Del Jardín del Bosco se podrá ver desde el mes de diciembre en el Museo de Guarda (Portugal). En marzo, llegará al Museo del Grabado de Artes de A Coruña.

Esta obra, inspirada en el universo del pintor flamenco, se ha podido ver hasta mediados de octubre en el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid. Ahora, cruzará la frontera para cerrar el año al otro lado de La Raya y después, en marzo, estará de nuevo en España, concretamente en el Museo del Grabado de Artes de A Coruña.

No obstante, el artista salmantino tiene varios frentes abiertos, pues, tras su presentación en Salamanca y su exhibición en el municipio de Mogarraz, sus tres retratos de Jesús de Medinaceli ya están en Madrid desde el pasado viernes.

Estas obras, dos cuadros y un tríptico de grandes dimensiones, se han creado a petición expresa de la orden de los Capuchinos en Madrid y pasarán a formar parte de los fondos de la Basílica de Jesús de Medinaceli en Madrid.

Según explicó en su presentación el experto Antonio Cea, el tríptico de grandes dimensiones «se puede convertir en icono de devoción en la basílica», pues la intención es que esté a la vista de los visitantes, y a ella se sumarán los otros dos cuadros.

El artista Florencio Maíllo explicó entonces que este proyecto fue «fruto del azar», pues todo comenzó cuando el ministro provincial de los capuchinos, Benjamín Echeverría, vio en Madrid un retrato hecho por el pintor.

Entonces, el religioso preguntó por su nombre y se puso en contacto con él, con el propósito de que hiciese un retrato del Cristo de Medinaceli. Así comenzó el proceso, que ha terminado con la realización de tres obras diferentes.

Retratos

El primer cuadro de Maíllo es un retrato en el que predomina la mirada de Jesús de Medinaceli, pintado con la misma técnica de los cuadros que el autor ya utilizó para los rostros expuestos por él en la localidad de Mogarraz.

El otro cuadro, creado en segundo lugar y en la búsqueda del tríptico, lo realizó como un boceto en el que deconstruía la imagen inicial. Este trabajo finalmente quedó como una obra propia, que se suma a la obra principal y al retrato inicial,

Sobre el tríptico, que fue el culmen del proyecto, muestra en el exterior la imagen del Cristo y, al abrir la pieza, emerge del interior una imagen de perfil de Jesús y, en los dos laterales, introduce «las tormentas de la pasión», con los clavos y la corona de espinas.

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