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Domingo, 24 de julio 2016, 12:25
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El 43% de los conductores fallecidos en las carreteras españolas el año pasado había consumido alcohol, drogas y psicofármacos, según la memoria del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, presentada esta semana. La cifra es ligeramente superior a la de 2014 (39,09%) y se sitúa al mismo nivel que la de 2013 (43,09%), aunque resulta mucho más baja que la del año anterior, 2012, cuando se produjo un repunte del 47,32%.
La memoria recoge los resultados de los análisis toxicológicos realizados a 900 fallecidos (638 conductores, 179 peatones y 83 acompañantes) en accidente de tráfico a través de una muestra de sangre. La cifra no se corresponde con el total de muertos en las carreteras (1.126 el año pasado, según la DGT) porque algunas comunidades realizan sus propios exámenes toxicológicos.
Por sustancias, de los 275 conductores que dieron positivo, el 66,91% había ingerido alcohol; al 31,64% se le detectó algún tipo de droga y un 26,55% había consumido psicofármacos. Por sexo y edades, el grupo con mayor incidencia es el de los varones de entre 25 y 55 años.
Respecto al año anterior, el informe de toxicología revela un aumento tanto en el consumo de alcohol como en el de psicofármacos y también, aunque de apenas unas décimas, en el de drogas. «Que el 43% de los conductores fallecidos tome alguna sustancia es una cifra inasumible», lamenta el fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, que reclama un plan con tres pilares para mejorar los datos: «más educación en los colegios, una efectiva estrategia sanitaria y medidas legislativas y sanciones». Y es que, según recuerda Vargas, cuando se prueba que un conductor ha consumido alcohol, acaba en prisión.
El aumento del consumo de psicofármacos entre las víctimas de accidentes de tráfico es otro punto que preocupa a los responsables viales. Los expertos ponen el foco en los ansiolíticos, y aquí reclama el fiscal más formación. «Estamos acostumbrados a escuchar frases como me he tomado dos lexatines y ahora cojo el coche, y no debería ser así», apunta.
El informe llama la atención, además, sobre los casos de «consumo asociado» de distintas sustancias y señala que la «más frecuente» es la de alcohol y cocaína seguida de la mezcla de alcohol y cannabis.
La DGT realizó el año pasado seis millones de controles de alcoholemia y 75.000 pruebas de drogas con el objetivo de «desincentivar estos consumos». El estudio subraya que en el 2014 y en el 2015 se ha producido un estancamiento de la caída de muertos en las carreteras respecto a los descensos de los años anteriores.
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