«Queremos fomentar nuestra presencia en la sociedad y dar voz a nuestros 2.162 afiliados»

José Federico Martín Mata acaba de estrenar el puesto de presidente de la Unión Provincial de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, en Salamanca. El pasado 24 de junio tomó posesión de este cargo, en un momento de incertidumbre política, tras un tiempo de degradación del trabajador y de las condiciones laborales que desde la independencia de este sindicato quieren luchar por restablecer. Federico Martín, como a él le gusta que le llamen, no llega de nuevas, pues fue vicepresidente de la Unión Provincial de CSIF Salamanca y vicepresidente del Sector de Enseñanza en CSIF Castilla y León. Antes de estos ocho años dedicados a tareas sindicales a pleno rendimiento, daba cursos de formación a otros compañeros en el sindicato. Su compromiso ya era evidente en su papel como docente, pues es funcionario de carrera del cuerpo de maestros desde el año 1993 y durante los últimos doce, en que impartía la asignatura de Lengua y Literatura, fue miembro de equipos directivos, en concreto, fue secretario y director. Tiene su plaza en el instituto de la Fuente de San Esteban y es afiliado a CSIF desde hace 18 años.

¿Por qué se afilió a CSIF y no a otro sindicato?

Porque es el único sindicato que defiende al profesorado público. Por ejemplo los sindicatos de clase tienen una sección de profesorado público y otra de profesorado privado. En este momento la competencia directa del funcionario público es la enseñanza concertada. El único sindicato que defendía la enseñanza pública y no la concertada era CSIF. La razón de afiliarme a CSIF fue, que es un sindicato independiente y que defiende a los empleados públicos en educación, frente a los de la enseñanza concertada. Hay que tener en cuenta que esta es una competencia desleal porque un funcionario público, para obtener su plaza compite con mucha gente, sin embargo, la concertada pagándoseles el mismo sueldo que a nosotros y con dinero público son elegidos a dedo. Para CSIF eso es injusto, y para mí, el único sindicato que apuesta solo por lo público es CSIF. En Castilla y León hay 7.000 profesores de la concertada, si esos alumnos se pasaran a la pública, tendríamos 7.000 puestos de trabajo más de funcionarios públicos que habrían sido elegidos mediante concurso oposición y con igualdad de derecho de acceso, que es lo que no sucede en la concertada.

¿Esta misma conclusión sacan la mayor parte de los funcionarios que confían en CSIF?

En la enseñanza somos los primeros y en todos los trabajadores de la Junta de Castilla y León, somos el primer sindicato en empleados púbicos de Salamanca, también entre los de la Administración General del Estado. Entonces CSIF es independiente y defensor de lo público, allí donde lo público y lo privado compiten. También tenemos trabajadores de la privada, y de hecho nos estamos expandiendo en la privada. Por ejemplo tenemos sección sindical en Qualytel Albatros, en Fomento de Construcciones y Contratas y en otras cuantas empresas. En los trabajadores del sector privado de esas empresas, empieza a calar el espíritu independiente y púbico de CSIF, frente a los sindicatos de clase, que muestran sus preferencias políticas y líneas muy politizadas.

¿En qué están trabajando?

Como presidente, ahora tengo planteados cuatro retos. En primer lugar sería, a nivel interno coordinar mucho mejor a los recursos de que dispone CSIF, para que nuestro trabajo repercuta más en los afiliados, es decir, optimizar nuestro trabajo para que llegue mejor al afiliado. Una segunda línea, muy relacionada con esta, es coordinar mejor la provincia de Salamanca, con Castilla y León y con España, tanto dentro del sindicato, como fuera. Mejorar para que Salamanca contribuya Y preocupe más a Castilla y león y a España, y para que lo que se genere a nivel regional y nacional llegue mejor a nuestra provincia. Esto quiere decir defender mejor al afiliado salmantino en la región y el país y trasladar a nuestros afiliados las decisiones. Tomadas en España y Castilla y León.

¿La tercera y cuarta?

Nuestra tercera línea va unida a mantener nuestra independencia, para ello tenemos que aumentar el número de afiliados porque ellos son, con su cuota, son los que sustentan el sindicato. Si dependiéramos de otras ayudas, no podríamos defender nuestra independencia, por eso queremos aumentar nuestra masa social. La cuarta, que también está vinculada con esta, es aumentar la presencia social del sindicato en Salamanca.

¿Cómo lo harán?

Nuestra intención es que CSIF pueda participar en cualquier foro social, económico, político. Nos ofrecemos a la sociedad salmantina a representarles y aportar, donde estimen oportuno, la voz de los trabajadores a los que representamos.

¿A cuántos representan?

Representamos muchos más que, por ejemplo, cualquier partido político en Salamanca. En este momento tenemos 2.162 afiliados, lo que se puede traducir en 2.162 familias. Dado que representamos a una parte importante de la población salmantina, nosotros buscamos fomentar nuestra presencia en la sociedad, dar a voz a esas 2.162 familias a través de nosotros en cualquier foro. Nos ofrecemos a la sociedad para que se cuente con nosotros.

¿Esta provincia tiene muchos funcionarios?

Salamanca tienen que entender que es una ciudad de servicios, en la que el empleo que depende de las administraciones ronda las 25.000 personas. Si lo trasladamos a familias, significaría que en todas las familias de la ciudad, habría un empleado público, alguien que vive de la Administración. Como sindicato que defiende los servicios públicos como prioritarios, nos sentimos muy representativos de la sociedad salmantina. El peso en la economía salmantina de las administraciones públicas es enorme. Cuando defendemos los intereses de los trabajadores de las administraciones públicas estamos defendiendo los de toda la sociedad salmantina.

¿Quiere decir que si le va bien al trabajador público le irá bien al resto de ciudadanos?

Si conseguimos mejorar las condiciones en que trabajan, en que cobran, en que viven los empleados públicos, todo el mundo vive mejor, por partida doble, porque se mueve más dinero, pero sobre todo porque un empleado público mejor pagado da un mejor servicio público.

¿Cómo van a conseguir más socios?

Explicando mejor lo que hacemos, nuestra intención es que los trabajadores de salamanca entiendan que nuestra única vocación es representar sus intereses mejor, Nosotros no estamos condicionados por ninguna ideología, ni línea política. Nuestras decisiones los toman por vías democráticas en órganos democráticas. Lo que defendemos es lo que los trabajadores es lo que han consensuado que hay que defender.

¿En qué luchas están embarcados actualmente?

En el sector público, nuestro caballo de batalla en este momento es revertir los recortes que se entendieron como transitorios en 2012 y que hemos sufrido durante cuatro años. En ese año, el Gobierno público una serie de medidas de urgencia, los Decretos 14 y 20 de 2012 que recortaban las condiciones en las que se ejerce el trabajo en el sector público. Nuestra intención es revertir esos recortes, es decir, que algo que se planteó como transitorio no quede como definitivo. Dentro de las medidas más importantes que pretendemos que se reviertan, una es el retorno a las 35 horas semanales de trabajo. Era un derecho que teníamos antes del 2012, ahora estamos en una campaña para que la Administración vuelta a las 35 horas de trabajo, que esta medida transitoria no se convierta en definitiva.

¿Y después?

La siguiente que pediremos será que se cubran realmente las necesidades de plantilla. Llevamos cuatro años en que no se permite sacar las plazas que tendría que haber. Que se saquen realmente las plantillas necesarias, o dicho en términos Motoro, que se elimine la tasa de reposición. En función de esa norma no se pueden cubrir las bajas por jubilación, queremos que eso desaparezca y que las plantillas se hagan en función de prioridades, no económicas, sino sociales.

¿Para el trabajador del sector privado?

Queremos volver a empleos dignos de calidad, queremos aportar seguridad al trabajador en su puesto de trabajo, es decir, que sienta que tiene cierta continuidad en su puesto de trabajo. La precariedad laboral y empeoramiento de las condiciones de trabajo nos han llevado a una disminución enorme de los derechos de los trabajadores. Queremos revertir esa inseguridad y precariedad que tienen los trabajadores, volver a unas condiciones de trabajo dignas. Hay que devolver al trabajador el orgullo por trabajar y ese se devuelve, devolviéndole condiciones. Un trabajador incentivado, que se siente participe de lo que hace, trabajará más, rendirá más y lo hará de una forma mucho más adecuada para el producto o servicio que dé.

¿Cómo valoran el tema de elecciones?

Para nosotros es muy importante que los políticos no sea capaces de llegar a acuerdos. Lo que nos muestran las elecciones es que nuestra sociedad está muy fracturada. Por lo que vamos a luchar en ese aspecto político es porque haya pactos, acuerdos que estabilicen la situación laboral en nuestro país. El pan de los trabajadores no puede ser un arma política, ha de ser fruto de políticas consensuadas, que permitan estabilidad en todos los sentidos. Gobierne quien gobierne, necesitamos estabilidad en las condiciones de los trabajadores, en el acceso al puesto de trabajo, en el modo en que se educa a los niños, en el modo en que se ofrece sanidad, en los cuerpos de seguridad del Estado, en todo el personal y en todos los servicios.

¿Cómo lograr esa estabilidad?

Para esa estabilidad se necesitan pactos. Lo que necesitamos es que nuestros políticos aprendan a dialogar, pactar, que se estabilicen los servicios que la Administración presta, de manera que si cambia el partido político que las bases sean las mismas.