Científicos contra el Parkinson
La Universidad se alía con la asociación para seguir conociendo esta enfermedad
Jorge Holguera Illera
Viernes, 8 de abril 2016, 11:54
Familiares de personas con la enfermedad de Parkinson, cuidadores, estudiantes e investigadores tuvieron ayer una oportunidad de oro para enriquecer sus conocimientos relativos a esta enfermedad gracias a una sencilla e interesante conferencia que tuvo lugar en el auditorio del Instituto de Neurociencias de Castilla y León, Incyt.
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Dicho acto estaba promovido por este centro dedicado a la investigación y por la Universidad de Salamanca junto a la Asociación de enfermos de Parkinson de Salamanca.
Julio Fermoso, catedrático de Neurología de la facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca tomó la palabra en la primera mitad del acto para hablar de: Parkinson: Síntomas no motores. Durante su turno de intervención y apoyado por una presentación visual, aludió a «los síntomas no motores del Parkinson», es decir, los que tradicionalmente «no se tienen en cuenta para hacer el diagnostico», o mejor dicho, aquellos que no son los «llamativos» asimilados a este mal.
Pues aparte de las «alteraciones del sistema motor», entre las que se encuentran, «el típico temblor, lentitud de movimiento, inestabilidad postural, caídas frecuentes, rigidez, el Parkinson tiene otra serie de problemáticas», consideró el profesor para estas líneas.
Los síntomas de los que habló Julio Fermoso «son menos conocidos», pero «afectan muchísimo a la persona -que tiene Parkinson- y a la familia», anotó. Entre ellos se encuentran «el exceso de salivación, el problema de no tragar, estreñimiento, trastorno del sueño, depresión y trastornos del comportamiento, entre otros».
Estos síntomas preocupan mucho a los familiares, de ahí que la asociación solicitara a este experto que abordará los mismos. Con el tiempo ha habido una evolución a la hora de entender el origen de estos síntomas no motores, que «hasta hace unos diez años se pensaban que eran externos al Parkinson», esto quiere decir, que creían que se originaban como un efecto secundario «de la medicación o de la disminución de sus capacidades», a causa de la propia enfermedad, o lo que es lo mismo, «que eran solo reactivos». El profesor dejó claro que «en los últimos años hemos sabido que los síntomas no motores son una parte de la enfermedad». Para entenderlo fácilmente dice que ya sabían que «el Parkinson es que se deposita una sustancia en el cerebro, pero después hemos sabido que también se deposita en otras partes del cuerpo».
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Donación de cerebro
Javier Herrero Turrón, director técnico del Banco de Tejidos Neurológicos, BTN, tomó la palabra durante la segunda parte del evento, en su caso para hablar del servicio a la comunidad científica sin ánimo de lucro que dirige. Explicó en que consiste este lugar que tiene por misión fomentar la investigación de enfermedades neurológicas, la prevención de las mismas y la promoción de los avances científicos y sanitarios en estas enfermedades.
También quiso invitar a que, tanto personas sanas, como con alguna enfermedad neurológica se hagan donantes de tejido cerebral. El compromiso que tienen con los familiares de pacientes con enfermedad, es que hacen un «diagnóstico postmortem», «único medio para diagnosticar» con mayor seguridad la enfermedad que padecía la persona, pues «los datos clínicos -sólo pueden- apuntar a una enfermedad».
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