La Eurocámara veta que los criadores de toros bravos reciban ayudas de la PAC

Europa no quiere ver el toreo ni en pintura. El Parlamento europeo rechazó ayer con una mayoría aplastante destinar dinero público a la tauromaquia. Los Verdes se apuntaron una victoria al lograr que se diera el plácet a una enmienda a los presupuestos para evitar que a través de los fondos de la política agraria común (PAC) se continúen financiando las corridas, una decisión que tendrá consecuencias muy negativas para los muchos criadores de bravo de la provincia de Salamanca.

Con 438 votos a favor, 199 en contra y 50 abstenciones, la Eurocámara aprobó ayer una iniciativa que demandaba el fin de las subvenciones de la UE a las actividades relacionadas con la tauromaquia. «Hoy es un gran día para la defensa del bienestar animal y de los derechos de los animales. La enmienda aprobada deja claro que el Parlamento Europeo, en nombre de la ciudadanía europea, no apoya la tauromaquia ni moral ni políticamente», sostuvo el portavoz de Equo y promotor de la iniciativa, Florent Marcellesi.

Hasta ahora se concedían 130 millones de euros a los ganadores que se dedicaban a la crianza de toros de lidia. Las ayudas se cuantifican en función de la superficie de la tierra, prescindiendo del uso que se haga de la finca. El texto aprobado subraya que los presupuestos comunitarios no pueden «financiar actividades taurinas que impliquen la muerte del toro». Seguir haciéndolo equivaldría a infringir el convenio europeo que otorga protección jurídica a los animales. El convenio en cuestión dice textualmente que los animales «no deben sufrir dolor, lesiones, miedo o ansiedad» mientras se encuentran en las explotaciones ganaderas.

Con todo, aún queda mucho para que se cierre definitivamente el grifo a los propietarios de las dehesas. Ahora le corresponde al Consejo de de Europa, en el que están representados los Estados miembros, asumir la demanda del Parlamento. Y luego habrá que modificar las normas de la PAC para que recoja la prohibición.

La Comisión Europea aduce que la PAC no ofrece ayudas directas al sector y que la mayoría de sus subsidios son «desacoplados», esto es, no están vinculados al tipo de producción o ganadería que explotan los beneficiarios. «Decir que algunos agricultores españoles reciben pagos específicos por la cría de toros de lidia o que la UE está, de alguna manera, a favor de las corridas de toros es falso», indicaron a Europa Press fuentes del Ejecutivo comunitario.

La victoria de los ecologistas puede ser un brindis al sol. Una cosa es cambiar el mecanismo regulador de la PAC que piden los eurodiputados y otra que los países comunitarios lo acepten. En cualquier caso, no hay tiempo para que la resolución se plasme en los presupuestos de 2016.

No es primera vez que Los Verdes promueven iniciativas de este tipo. Lo singular de esta votación es el abrumador respaldo que cosecha.

«Cosa del pasado»

«Esta mayoría holgada, mucho mayor que la del año pasado, demuestra que la tauromaquia es cosa del pasado. Los representantes del pueblo europeo tienen claro que en pleno siglo XXI torturar animales por el disfrute y espectáculo no es en ninguna forma de cultura», argumentó Marcellesi. Nueve de los catorce socialistas españoles declinaron sumarse al frente ecologista. Los parlamentarios de afiliación socialdemócrata y liberal se pronunciaron a favor de la supresión de las subvenciones, a los que se unieron buena parte de los diputados de la derecha euroescéptica. Libres de la disciplina de los grupos, también algunos miembros del Partido Popular Europeo, pertenecientes a países del norte, se adhirieron a la ofensiva antitaurina.

No prosperó, en cambio, una segunda enmienda con la que se pretendía incluir en las tablas de los presupuestos una declaración prohibiendo explícitamente el respaldo a las actividades taurinas.

La campaña de Los Verdes venía gestándose desde hace tiempo. Ernest Urtasun, de ICV, Jordi Sebastiá (Compromís) y Marcellesi promovieron la recogida de firmas para que prosperara la iniciativa abolicionista y llegaron a recabar 30.000.