Aldeatejada vuelve al Renacimiento con otro éxito de las Vísperas Nupciales

Haber participado en la historia de España es lo que tiene, que llena de orgullo a una localidad como Aldeatejada y a todos sus vecinos. Por cuarto año cientos de ellos desempolvaron sus trajes de época para transportar al pueblo a 1543, en pleno Renacimiento, para recordar un acontecimiento histórico de esos en los que se fragua el devenir de un imperio.

Tras varios días de actividades y ensayos, Aldeatejada vivió ayer el día grande de la recreación de las Vísperas Nupciales del enlace entre María Manuela de Portugal y el por aquel entonces Príncipe de Asturias, Felipe II.

Con solo 16 años y sin conocerse, fueron trasladados hasta Salamanca para celebrar un matrimonio que fortalecería el poder de España y Portugal en aquella época. Y en su camino a la capital, donde se celebró el enlace, hicieron alto en Aldeatejada, que recibió a un imponente séquito de nobles, religiosos y militares que se mezclaron con los vecinos de la localidad. Algo que el interés por la historia y las ganas de recordarla han hecho que por cuarto año todo el pueblo se involucre en una recreación que cada año es más perfecta por la esmerada organización de sus promotores.

Domingo festivo

La jornada dominical comenzó temprano. A eso de las diez de la mañana salió el cortejo de caballeros con la infanta María Manuela en su carroza en dirección a Aldeatejada.

A la misma hora que se pronunció el heraldo con la llegada de la infanta al pueblo, las 11:30, comenzaba la actividad en el mercado renacentista, que con más de una veintena de puestos de artesanía y productos típicos, fue otro de los atractivos de la jornada.

Poco después se produjo el encuentro de Felipe II y comenzaron a desarrollarse diferentes eventos, como los duelos, el torneo de caballeros y el desfile de cientos de personas vestidas de época por la localidad. Ytodo ello perfectamente narrado en directo por megafonía con todo lujo de detalles y un rigor histórico muy meritorio.

Romances, danzas renacentistas y la confesión del príncipe Felipe y María Manuela en un pequeño escenario montado junto a la iglesia fueron el prólogo a la misa, con la que de alguna manera se cerraba una recreación cuidada por todo el pueblo, muchos de cuyos balcones amanecieron adornados con pendones y estandartes con los escudos de los nobles.

Tras este regreso al pasado histórico de Aldeatejada, poco antes de las tres de la tarde se celebró la comida en honor a los novios, una carpa gigante instalada por el Ayuntamiento, cuyo alcalde volvió a enfundarse el traje de regidor de la época para participar en los actos, en la que participaron cientos de personas que almorzaron al estilo renacentista, un pan que hacía de plato en el que se incluía chorizo, panceta y pollo y todo acompañado de un buen caldo.

Por la tarde, juegos tradicionales, más música de la época, el mercado y una representación teatral mantuvieron el ambiente renacentista en una jornada muy especial para Aldeatejada y sus vecinos, que ya piensan en la edición de 2016.