«Un Diálogo Social con la oposición hubiera sido un engendro inútil»

«Los partidos políticos en la oposición sabían cuál iba a ser nuestra postura al menos desde la reunión del 16 de julio». Emilio Pérez Prieto, secretario provincial de CC OO en Salamanca, acompañado por su homólogo de UGT, José Luis Hernández Rivas, afirmó con contundencia ayer que la polémica surgida tras la firma y constitución del Consejo del Diálogo Social el pasado día 23 no tiene fundamento, pues tanto PSOE, como Ciudadanos y Ganemos «conocían» que los sindicatos no querían su presencia en dicho órgano y que, por tanto, su sorpresa es «fingida».

Acudiendo a la inevitable cronología sobre lo sucedido este mes, Pérez Prieto explicó que, tras la decisión del PP de no asistir a la reunión entre todas las fuerzas políticas y los agentes sociales del 8 de julio -por sus discrepancias con Confaes-, a los sindicatos no les quedó más remedio que «forzar» al equipo de Fernández Mañueco.

Para que eso fuera posible, se utilizó el juego de las mayorías y la nueva distribución del salón de plenos consistorial. Así, el líder de CC OO reconoció que esa mesa del Diálogo Social con todas las fuerzas políticas que se hubiera logrado en el pleno del próximo viernes era un plan B, pero que, en ningún caso, hubiera tenido operatividad práctica. «Se lo dijimos, que lo que pretendían era un híbrido, un engendro, pero no el verdadero diálogo social».

«No hemos utilizado, ni manipulado, ni confundido, ni vendido a nadie», reiteró Pérez Prieto, que reconoció, sin embargo, que sí que existía un «compromiso de participación en las mesas derivadas del consejo empleo, vivienda, dependencia, igualdad, ayudas de urgencia-» y así se planteó.

Sin embargo, esto finalmente tampoco se llevó a cabo porque el día 22 los agentes sociales salmantinos sindicatos y patronal- recibieron orden directa de sus superiores regionales de «no firmar» en esas condiciones. ¿El motivo? Que Salamanca ha sido la primera ciudad de Castilla y León en constituir este foro de negociación, algo que se tomará como ejemplo en otras urbes en las que el panorama político es bien distinto. Es el caso de Zamora o Valladolid. De cara a consensuar un mismo modelo en todas las ciudades castellano y leonesas, los consejos del diálogo social han quedado restringidos, en exclusiva, al Gobierno local, sea el que sea y esté formado por quien esté formado, y a los sindicatos UGT y CC OO, más la patronal correspondiente, en el caso de Salamanca, Confaes. «No hay cabida para más organizaciones, ni oposición, ni entidades ni públicas ni privadas», sentenció Emilio Pérez Prieto.

Protestas de la oposición

Sobre las acusaciones vertidas por los partidos en la oposición, los líderes sindicalistas insistieron en que todos estaban enterados de cuál iba a ser la postura de los agentes sociales. «Les dijimos que si querían seguir adelante con la moción, que lo hicieran, que cada cual luchara en su terreno, pero que nuestra intención era hacer un diálogo social útil, no una pantomima». Asimismo, Pérez Prieto y Hernández Rivas afirmaron «no comprender» la postura de Ciudadanos, porque, dijeron, «ya desde el 16 tenían decidido que si nosotros firmábamos solo con el equipo de Gobierno, ellos se salían de la moción».

«Que no nos utilicen para justificar lo que es una estrategia política equivocada, porque no se puede estar dentro y fuera y jugar a la vez en varios lugares», añadió el secretario provincial de CC OO, que, por último, garantizó que los sindicatos «no se van a aprovechar» del reparto de dinero que trae consigo el diálogo social. Y es que en Castilla y León, en concreto, hay unos 150 millones de euros a repartir entre los diferentes consejos que se creen. «Nosotros participaremos en la toma de decisiones sobre el dinero que se entregue desde la Junta y también todo lo que salga del presupuesto municipal, pero no hay un interés particular ni sindical desde las propias organizaciones», concluyó.