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Juan Carlos Hernández Corredera junto al logo de la asociación que fundó junto a nueve personas hace cinco años.
«Necesitamos unidades y personal especializado en cada provincia»

«Necesitamos unidades y personal especializado en cada provincia»

Asegura que la diferencia entre ser tratado por un digestivo o uno especializado puede traducirse «en llegar a ser diagnosticado de cáncer cuando no hay solución»

Jorge Holguera Illera

Lunes, 15 de junio 2015, 12:36

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Juan Carlos Hernández Corredera, es el presidente de la Asociación de enfermos de Asenbar, fundada hace cinco años.

¿Qué es el esófago de Barrett?

Es el precáncer de esófago. Una vez que diagnostican a alguien el esófago de Barrett lo primero que van a pensar es que tiene cáncer de esófago. Este primer golpe conlleva un tema psicológico bastante importante en esta patología. Realmente el porcentaje de malignización o que llegar a cáncer es un 0,5.

Una probabilidad baja...

Esto quiere decir que lo más normal es que puedes estar toda la vida en el estado inicial. El problema viene cuando esas células empiezan a cambiar, a mutar. Eso hace que pasemos a lo que se denomina displasia de bajo grado. Después está la displasia de alto grado o adenocarcinoma, y aquí ya han mutado muchas células.

¿Hay cura?

Existen dos tratamientos, uno de ellos que es el más efectivo, es la radiofrecuencia, es el que más se está utilizando. Es por ello que queremos que cuando las células empiezen a mutar se nos diagnostique la displasia de algo grado, porque en ninguna comunidad se realiza la radiofrecuencia en displasia de bajo grado. Porque una vez que han empezado a mutar algunas células es cuestión de tiempo que avance. Otra cosa que queremos reivindicar es que necesitamos digestivos y endoscopistas formados en Barrett en Castilla y León, porque ahora solamente existen en Burgos y en Valladolid, que son los dos únicos centros que tienen radiofrecuencia en la región, ambos son públicos.

¿Qué haría falta?

Necesitamos la creación de unidades de Barrett. Hace falta una unidad especializada por cada provincia porque el problema que tenemos es que los digestivos que no están especializados no saben como tratar nuestra patología.

¿Cómo se suele detectar?

Con una endoscopia y una diopsia. El endoscopista localiza una especie de herida o mancha roja y coge unas muestras. Esas muestras son las que van a determinar si se tiene Barrett y en que grado está la patología. Por eso queremos reivindicar que necesitamos una unidad de por cada provincia, para que se nos trate bien. Y que los pacientes que padezcan esta enfermedad con una displasia sean derivados a estas unidades.

¿Qué diferencia hay entre acudir a un digestivo o un profesional especialista en Barrett?

Puede ser entre saber que tienes cáncer hasta no saberlo hasta que ya no tengas solución, porque esta patología es asintomática y tiene que ver con el reflujo, ardor de estómago y la acidez

¿Cómo se produce esta patología?

Para que se entienda bien, es el daño producido por el ácido que sale del estómago. Hay que tener en cuenta que un 25% de la población tienen ardores de estomago. Ese ardor o acidez que tienes va saliendo del esófago y de tantas veces que sale, hace que el esófago se vaya quemando, se va haciendo una herida porque es mucha acidez o ardor el que hay. Lo que sucede es que si no deja de producirse esa acidez, avanza tanto a tamaño como a cáncer. Por ello es fundamental para nosotros dar con un digestivo que sepa tratar el cáncer.

¿A quien recomienda que extreme las preocupaciones?

Es muy importante que toda aquella persona que tiene un ardor o acidez de manera crónica vaya a revisarse.

- ¿Cuál es el perfil de las personas afectadas por esófago de Barrett?

Varón entre 45 y 50 años.

¿Sólo se da en hombres?

También en mujeres, pero es mínimo. Para que sirva de ejemplo, de nuestros 700 socios, tan solo 10 son mujeres.

¿Se sabe si es debido a una mala alimentación o al nerviosismo?

Se debe a todo lo que afecta al estómago, es decir, lo que puede producir acidez, ardores, y también el estrés, que sabemos a que a muchas personas les afecta directamente al estómago y, lógicamente tiene un factor hereditario.

¿El esófago de Barret es una enfermedad nueva?

No es nueva, pero lo que se desconocía es que podía ser el inicio del cáncer de esófago. Ahora con las nuevas prácticas de hacer más endoscopias que antes se está empezando a detectar esto. Lo que pasa es que ahora hay solución.

¿Qué se hacía antes?

Hace siete años la única solución que teníamos era abrir el tórax, sacar el esófago y cortar el esófago y prácticamente unir la garganta al estómago. Con el riesgo que conlleva la intervención y la mala calidad que te queda, lógicamente.

¿Siguen luchando por mejoras?

Reivindicamos que a los pacientes de Barrett se les derive a estas unidades especializadas, sobre todo en los casos que en el esófago de Barrettt ya habido cambios, y el paciente ya tiene una displasia.

¿Cuánto tiempo lleva luchando la asociación?

Asenbar se creo en el año 2010.

¿Nació en Salamanca?

Surgió en un foro de Internet ante la falta de información sobre la patología. Decidimos quedar un día en Madrid para fundar la Asociación de Enfermos de Esófago de Barrett. Nos juntamos cinco personas de diferentes puntos de España, se decidió que yo fuera el presidente y hasta ahora. Soy socio fundador y presidente.

¿Con cuántos socios cuentan en la actualidad?

Somos alrededor de 700 asociados

en toda España.

¿Hay mucha gente con síndrome de Barrett?

Hay mucha gente pero solamente un diez por ciento sabe que la tiene. Aproximadamente 32.000 castellano-leoneses la tienen, pero solamente lo saben unos 3.500.

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