El esfuerzo de 70 militares salmantinos edifica una base para la paz en Irak
Según el teniente coronel De Cea, la tarea podría estar concluida «dentro de otros tres meses»
DANIEL BAJO / WORD
Jueves, 16 de abril 2015, 13:19
Un grupo de 70 militares de la Unidad de Ingenieros de Apoyo al Despliegue en Iraq (67 de los cuáles forma parte del Regimiento de Especialidades de Ingenieros nº 11 de Salamanca) construye actualmente la Base Gran Capitán en el país asiático.
Según explican fuentes militares en una nota de prensa, el personal que integra la Unidad «atesora una dilatada experiencia en misiones internacionales, habiendo desplegado en todas las que ha participado España en los últimos veinte años. En la Unidad ahora desplegada en Iraq hay miembros que acumulan hasta diez misiones internacionales».
En cuanto a sus capacidades, la Unidad puede «redactar y controlar los proyectos de obra, incluyendo el control de trabajos y dirección técnica de empresas y trabajadores civiles y también la ejecución de trabajos de construcción, instalaciones de fontanería y saneamiento, o instalaciones eléctricas».
La Base Gran Capitán en la que trabaja la Unidad de Ingenieros está planificada sobre una superficie de unos 45.000 metros cuadrados y está diseñada para albergar a unas 450 personas, con una infraestructura final que ha de cumplir todos los requisitos de seguridad, vida y trabajo para el cumplimiento de la misión.
En palabras del teniente coronel César De Cea, Jefe de la Unidad de Ingenieros de Apoyo al Despliegue y responsable del equipo de Ingenieros «después de dos meses de duro trabajo, las instalaciones están ahora mismo a casi un cuarenta por ciento y calculamos que nuestra tarea podría estar concluida dentro de otros tres meses».
La instalación se levanta en las proximidades de la localidad iraquí de Besmayah, a unos 60 kilómetros al sur de Bagdad. La base está ubicada en el interior de una importante zona de adiestramiento militar, diseñada en su momento por militares estadounidenses, y contigua a una base militar iraquí, en las cercanías del área de vida y adiestramiento del personal a instruir, y a no mucha distancia de la base americana, Fob Hammer. En principio, explican desde el Ejército, la base española está situada en una «zona segura» y para acceder a ella hay que superar un gran número de controles, check point y vigilancias de zona, cuyo propósito es el de disuadir, detectar y dificultar la infiltración y el avance de cualquier elemento hostil.
No obstante y aun disfrutando de una situación de normalidad, teniendo en cuenta el escenario en el que viven y trabajan los soldados españoles, la construcción de instalaciones de seguridad y protección del personal ha ocupado el 85% del tiempo de trabajo del equipo de Ingenieros y de los recursos invertidos. El teniente coronel De Cea explica que, entre las muchas dificultades que ha habido que ir salvando durante estos dos meses, destaca la escasez de materiales disponibles en zona y lo problemático que resulta conseguir lo necesario con los parámetros de calidad exigibles.
Además las condiciones de calor extremo en donde se ubica la Base lo condicionan todo. El teniente corona considera como el factor de planeamiento más importante es asegurar el adecuado suministro de energía eléctrica que permita atender holgadamente, entre otras necesidades, así como la climatización de todas las áreas y zonas de la Base. En principio esta necesidad quedará cubierta mediante la instalación y puesta en marcha de ocho potentes generadores. Además, para garantizar las condiciones de salubridad del agua que se destine a uso sanitario, la Base dispondrá en breve de una planta potabilizadora propia.
Comparada con otras bases españolas en el exterior, la Base Gran Capitán es de las más pequeñas en cuanto a la proporción entre personal que la habita y extensión de terreno disponible. Puede que, precisamente, ese sea su mayor inconveniente. Además de los soldados españoles allí desplegados, cuyo número ronda los 300, dentro de poco también se alojarán otros 50 soldados americanos y 40 portugueses. En este sentido, y para contrarrestar su mayor inconveniente, el teniente coronel De Cea destaca, a su juicio, la mayor virtud de la Base: «Es una base muy funcional, construida con un coste mínimo y máximo aprovechamiento del espacio».