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Cecilia Hernández
Lunes, 9 de marzo 2015, 12:28
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El intenso desbrozado y tala de árboles que hace casi un año llevó a cabo el Ayuntamiento en la ribera del Tormes, junto al Puente Romano, permite en estos días acceder libremente a las isletas que hay bajo la pesquera del Arrabal y, desde allí, llegar al interior de esta histórica aceña, que data del siglo XV.
Así lo denunció hace unos días la asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio, que, en un escrito dirigido a las administraciones públicas competentes -Ayuntamiento, Junta de Castilla y León y Confederación Hidrográfica del Duero-manifestó su preocupación por el futuro de este bien inmueble.
«El acceso libre a un inmueble catalogado y objetivamente abandonado trae una serie de consecuencias que las autoridades competentes deben prevenir, tales como gamberrismo, accidentes o pérdida de elementos del bien», se señala en el escrito, al que ha tenido acceso este diario. En el documento también se recuerda que la Aceña del Arrabal se encuentra inscrita en el «propuesto» Plan de Gestión Integral de la Ciudad Vieja de Salamanca y en el Plan Especial de Protección del Río Tormes y Arroyo del Zurguén, sin olvidar que forma parte del entorno del Puente Romano, Bien de Interés Cultural.
Del mismo modo, este inmueble está catalogado en el Plan General de Ordenación Urbana de Salamanca «con protección integral», ya que se trata de un bien cuyos orígenes se encuentran en el siglo XV, posteriormente reformado, «con sillería y mampostería de piedra y fábrica de ladrillo, singular por su forma de proa para la canalización del agua hacia el molino».
Por estas razones, la asociación ha solicitado ante las administraciones que se interesen por la situación del inmueble, y que se inste a los propietarios a mantenerlo en buenas condiciones, «de acuerdo a la legislación vigente». Mientras eso no ocurra, Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio pide también que se establezcan las medidas de seguridad provisionales para la protección del bien y para evitar el acceso indiscriminado al mismo desde la ribera del Tormes.
Por último, se anima al Consistorio de Salamanca a intentar lograr la cesión del inmueble por parte de los propietarios, «con el fin de dotar a Salamanca de un nuevo y singular atractivo patrimonial, cultural y turístico, con carácter expositivo o didáctico».
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