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Aspecto que presente la sede central del futuro Centro de la Memoria tras finalizar su restauración en Los Bandos.
Cultura intensifica las negociaciones para traer los archivos de los expresidentes

Cultura intensifica las negociaciones para traer los archivos de los expresidentes

FRANCISco gómez

Domingo, 7 de diciembre 2014, 12:34

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El Ministerio de Cultura ha intensificado las negociaciones para tratar de contar con los archivos de las personalidades más relevantes de la Transición en el Centro de la Memoria de Salamanca. Una apuesta que pretende ampliar el periodo de referencia historiográfica del antiguo Archivo de la Guerra Civil, incluyendo la II República y los primeros años de la recuperación de la democracia.

Aunque la propuesta de la ampliación de fondos en este sentido se planteó ya con la creación del Centro de la Memoria durante el Gobierno de Zapatero, ha sido el pasado verano, coincidiendo con la celebración del patronato que autorizó la salida de las últimas 238 cajas con destino a Cataluña, cuando el Ministerio ha decidido impulsar las gestiones para adquirir estos nuevos fondos que completen los depósitos de la antigua sección documental.

Si bien por el momento no existe una confirmación oficial, fuentes de Cultura reconocen que «se está trabajando en muchas líneas y se está buscando que haya incorporaciones muy emblemáticas que consoliden al Centro de la Memoria como gran archivo de referencia».

Desde el año 2011, en Salamanca se custodia la reproducción documental del archivo del último presidente del Gobierno de la República, Juan Negrín, compuesto por 150.000 imágenes digitalizadas. A él se espera sumar en el CDMH la incorporación de los archivos personales de algunos de los más destacados mandatarios republicanos, como Niceto Alcalá Zamora, Manuel Azaña y José Giral, actualmente en el Archivo Histórico Nacional.

Se busca también un golpe de efecto similar con los más destacados protagonistas de los años de la llegada de la democracia. Según se señala desde Cultura, el acuerdo es total para incorporar archivos personales de personalidades como Antonio Fontán impulsor de la libertad de prensa y primer presidente del Senado democrático, Alfonso Osorio exministro y exvicepresidente del Gobierno durante la Transición, implicado recientemente en la reclamación por la causa abierta por la justicia argentina por los delitos del franquismo, o Joaquín Garrigues Walker, impulsor de UCD y ministro del Gobierno Suárez.

Precisamente, el Ministerio se ha fijado en la figura del expresidente recientemente fallecido como una posible piedra angular del nuevo proyecto para el centro documental. Los contactos con la familia de Adolfo Suárez comenzaron meses atrás con el fin de poder obtener copias digitalizadas de los fondos y algún documento original de su archivo personal, como «uno de los máximos símbolos del periodo de conciliación tras la dictadura».

De hecho, la idea es que además del acceso a estos documentos por parte de los investigadores, la figura de Suárez ocupe un lugar central en el apartado didáctico hacia el público general con el que contará también el nuevo edificio de la plaza de los Bandos.

Además de Suárez, el Ministerio está convencido de poder incorporar los archivos del segundo presidente de la democracia, Leopoldo Calvo-Sotelo, considerados del máximo interés histórico por tratarse de una persona del núcleo de confianza de Suárez y por el trabajo que hubo de desarrollar como presidente del Gobierno tras el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.

Tras Calvo-Sotelo llegó la victoria de Felipe González. El Ministerio también se ha puesto en contacto con el expresidente, pero las negociaciones «van lentas». El especial interés se centraría en su primer periodo como secretario general del PSOE, desde el año 1974, y su llegada a La Moncloa.

Lo que ya anuncia Cultura es la llegada a Salamanca del Archivo Histórico del Partido Comunista de España. En este caso, se ha alcanzado un acuerdo para incorporar los fondos relativos a la transición, aunque se espera trasladar en varias fases todo el fondo documental, del que se conserva una parte significativa en la Universidad Complutense de Madrid.

Y es que uno de los objetivos es contar con un «modelo pionero» de archivo en el que los investigadores puedan consultar «información del máximo interés tanto de fuentes oficiales como privadas, incluyendo también numerosa documentación clandestina».

Por eso, junto con el traslado ya confirmado a Salamanca de los fondos de la Secretaría General del Movimiento, el Ministerio está trabajando para la incorporación del archivo personal de Ramón Serrano Suñer gran protagonista de los primeros años del régimen dictatorial franquista, momento en el que fue conocido con el sobrenombre del «cuñadísimo»-, varios archivos del exilio o los documentos relativos a España en el Archivo del Komintern soviético, entre otros

Desde Cultura se habla de «al menos quintuplicar» los fondos actuales del Centro de la Memoria, pasando de 6 kilómetros lineales de documentación a más de 30 kilómetros. Para dar cabida a los nuevos fondos se cuenta con el espacio del nuevo edificio de Los Bandos, aunque su capacidad de almacenamiento no permitirá albergar toda la documentación.

Sobre el nuevo edificio, el Ministerio considera que el equipamiento puede estar concluido «este mismo mes, al menos en la mayor parte del edificio» e incluso se habla de una posible presentación pública antes de que acabe el año o a comienzos de enero. En todo caso, se cuenta con que la nueva sede pueda estar operativa en el primer trimestre del año.

Para resolver el problema del almacenamiento de nuevos fondos, el Ministerio planteará un contrato público con una empresa especializada por un periodo inicial de cinco años. Tiempo en el que espera haber podido acometer el nuevo espacio para la custodia de fondos, cuya construcción se prevé para antes del 2020 en la parcela de Tejares cedida por el Ayuntamiento de Salamanca.

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