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Jerónimo Hernández y Jordi Hurtado comparten cámara en un programa de ‘Saber y ganar’.
Colosal enciclopedia televisiva

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Ricardo Rábade

Lunes, 13 de octubre 2014, 13:06

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Jerónimo Hernández de Castro, popularmente conocido como Jero, es apreciado y querido de forma especial en los círculos académicos por su exquisita amabilidad y su gran capacidad de trabajo, que despliega desde su puesto de jefe de la Sección de Protocolo de la Universidad de Salamanca.

La pequeña pantalla, y más concretamente el celebérrimo concurso Saber y ganar que comanda el incombustible y casi eterno Jordi Hurtado, le ha catapultado a la gloria de la popularidad. Pero la ha conquistado por méritos propios, acreditando su excelencia a la hora de responder magistralmente a las maratonianas baterías de preguntas sobre diferentes disciplinas del saber, desde las Matemáticas a las Ciencias, pasando por la Literatura, y desembarcando en los parajes cinematográficos e incluso buceando en la rabiosa actualidad informativa.

Jero tiene 49 años y cumple ya 93 programas de espléndido peregrinaje en Saber y ganar. «Mi afición por los concursos culturales rememora arrancó participando antes en otros concursos, como El Gran Quid de Cuatro, Cifras y letras de TeleMadrid, y Pasapalabra de TeleCinco».Tras curtirse en estas sugestivas experiencias televisivas, y tras doblegar a los nervios que generan las cámaras, Jero decidió presentarse a Saber y ganar y fue seleccionado.A partir de entonces, todo fue coser y cantar, como reza el sabio dicho popular.

«Solo hay diez concursantes que han llegado a los cien programas», detalla el dinámico representante salmantino. Su objetivo inmediato es sortear las pruebas de los nuevos programas y alcanzar el centenar, ascendiendo a esa cúpula selecta, en forma de top ten, al que la organización agasaja con emisiones especiales cuando se cosecha este emblemático hito.Curiosamente, en esta pléyade de formidables concursantes hay otros dos nombres salmantinos más, como son Javier Dávila y Roberto Sánchez.

«El programa lleva ya 17 años y por él han pasado más de 2.000 concursantes, con una audiencia de un millón y medio de personas», explica Jero a la hora de retratar el colosal impacto televisivo de este singular experimento mediático, que pilota Jordi Hurtado en La 2 de TVE desde 1997, y que engloba a un «equipo magnífico» de profesionales, donde brillan con luz propia el director del programa, Sergi Schaaf, y la personalísima y seductora voz de Juanjo Cardenal, quien curiosamente visitó la Usal semanas atrás con ocasión de un acto cultural sobre Miguel de Unamuno.

«Acostumbramos a rodar varios programas durante dos días de grabaciones en los estudios de Sant Cugat en Barcelona», explica amablemente Jero para glosar su peregrinaje televisivo, aunque no oculta «el cansancio» que ello supone. Y no faltan tampoco «los malos momentos» propiciados por la decepción que implica«cuando fallas una pregunta tonta y no sabes cómo has podido equivocarte».

Desbordante popularidad

La popularidad rodea a Jero en su cotidianidad y rebosa con un anecdotario de lo más variopinto. Una vez, paseando por Vitoria, le pararon 14 personas y le reconocieron por la calle, señalándole como «Jero, el concursante de la Universidad de Salamanca». Las redes sociales son otro bullicioso hervidero donde este brillante concursante recibe felicitaciones y elogios, que provienen de los más diversos confines, como Argentina y Chile. No en vano, la web de RTVE y el canal internacional de la cadena conforman un trampolín perfecto para cultivar la popularidad sobrepasando las trabas fronterizas, al emitir ambas el veterano programa. «Para mí confiesa es una experiencia personal muy grata y una excusa para que se hable de la Universidad de Salamanca».

Y respecto al andamiaje conceptual que envuelve esta modalidad de concursos, Jero considera que Saber y ganar proporciona un torrente de saludables efectos, como es la capacidad para conjugar «la diversión y el entretenimiento con hacer felices a las personas que lo ven», además de fomentar los hábitos de una cultura general, con sus múltiples prismas, entre el gran público. Entra esa multitud de destinatarios figuran los escolares, que pueden ejercitarse demostrando su pericia y su destreza en el cálculo mental.

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