El Valladolid Promesas gana en Luanco para convertirse en colíder
Un gol del central Miguel Rubio materializó en el marcador la superioridad blanquivioleta
NAcho Díaz. ADG
Luanco (Asturias)
Miércoles, 25 de noviembre 2020, 19:15
El Valladolid Promesas se colocó en la cabeza de la clasificación al derrotar al Marino (0-1) en partido aplazado. El duelo, romo y de escasas ocasiones, lo decidió un testarazo de Miguel Ángel a la salida de un saque de falta. Invicto en los Anexos, el equipo de Javier Baraja consiguió ayer su primera victoria de la temporada a domicilio. El conjunto blanquivioleta suma diez puntos y, empatado con el Langreo, es segundo por la diferencia de goles.
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Marino
Chechu; Lora, Trabanco (Morilla, min. 62), Miguel, Guaya; César Suárez (Orviz, min. 85), Míchel; Luis Morán, Álex Arias, Chiqui (Iván Fernández, min. 72); y Mendi (Enol, min. 72).
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RV Promesas
Campos; López, Miguel Ángel, José Alonso, Vilarrasa; Castri (Víctor Socorro, min. 89), Mikel Carro (Palomeque, min. 81), Oriol Rey, Paulo Vítor (Dalisson, min. 75); Zalazar y Sergio Benito (Fran Álvarez, min. 81).
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Gol: 0-1 Miguel Rubio (min. 58)
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Árbitro: Fernández Rodríguez (Comité gallego). Amonestó con tarjeta amarilla al jugador local Álex Arias y a los visitantes José Alonso y Víctor Socorro.
El filial fue de menos a más en un primer tiempo insulso. Las mejores oportunidades, eso sí, correspondieron a los locales, más activos en el inicio. Ya en el minuto dos, el delantero Mendi obligó a Campos a reaccionar con una gran intervención en una jugada anulada por fuera de juego. Sin llegar a disponer de opciones claras, el Marino se apoyó en la figura de su corpulento ariete para pasar mucho tiempo en campo contrario. En el 31, el propio Mendi cabeceó fuera por poco y avisó de nuevo a un Promesas dormido. El equipo asturiano inquietó en varias acciones a balón parado.
Los visitantes aumentaron su nivel sobrepasada la media hora. Guaya, con un mal despeje, no estuvo lejos de mandar a su propia red un centro de Vilarrasa. El conjunto pucelano evidenció serias dificultades para combinar y conectar con sus hombres más adelantados. Sergio Benito, más de una vez, tuvo que aparecer en posiciones intermedias para ayudar a tejer la jugada. El primer remate peligroso entre los tres palos llegó en el minuto 38, con un disparo de Paulo Vítor desde el pico del área que Chechu atrapó en dos tiempos. Poco después, Zalazar envió fuera un lanzamiento de falta que había cogido veneno.
La segunda mitad arrancó con susto. Álex Arias, tras desequilibrar Luis Morán por la banda derecha, lanzó al palo cuando solo había transcurrido un minuto y medio. El cuadro blanquivioleta respondió al contragolpe, pero Paulo Vítor volvió a golpear desviado. La estrategia, en un encuentro tan cerrado, podía suponer un factor decisivo. Y vaya si lo fue. En el minuto 58, Vilarrasa botó con mimo una falta lateral lejana; Miguel Ángel, agresivo, ganó la partida a su par y conectó un perfecto testarazo en el segundo palo para adelantar al Valladolid en el marcador. La diana dejó tocado a un Marino impotente. Con la tranquilidad de verse por encima, los pupilos de Javier Baraja supieron dormir aún más el ritmo del choque.
El técnico local movió el banquillo en busca de una reacción, pero el filial apenas pasó apuros. Fran Álvarez pudo aumentar la ventaja en la primera pelota que tocó. El guardameta Campos solo tuvo que aparecer para desviar, en el tiempo añadido, un lanzamiento de falta de Luis Morán. El Promesas supo ponerse el mono de trabajo en Miramar y, con orden y trabajo, se sitúa en lo más alto antes de visitar el sábado al Numancia para completar una semana de tres partidos.
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