Toni llega a la encrucijada de su futuro en el Real Valladolid
El murciano afronta un momento clave en su carrera tras ser titular dos partidos consecutivos y dejar dos actuaciones discretas
Cuando Miguel Ángel Gómez llegó a la Dirección Deportiva del Real Valladolid, una de las primeras preguntas que se le formuló es si pensaba ejercer la cláusula para recuperar a Toni Villa. «Toni es un jugador al que sigo desde hace tiempo», respondió, «y le considero un talento puro. Sí vamos a recuperarlo» ... . Aquello fue en el verano de 2017, y desde entonces el talento ha emergido con menos gotas de las que el jugador y el club desearían. Ahora, con el mercado abierto, llega la encrucijada que casi nunca desean los jugadores: decidir el ramal por el que conducir su carrera.
En el Real Valladolid existe el convencimiento en la Dirección Deportiva de que Toni puede dar mucho más de sí de lo que está ofreciendo ahora. Y el argumento de que el jugador está actuando fuera de su posición no es una justificación que convenza en los despachos de Zorrilla.
Toni nunca ha ocultado que el puesto en el que más le gusta desenvolverse es el de media punta. Un '8' con capacidad de regate y de dar el último pase. Así se ve él. Su problema es que Sergio no le termina de ver en esa posición. De hecho, por las decisiones que toma a la hora de confeccionar las alineaciones, siempre ha dado la sensación de que la figura del segunda punta llegador no es algo que guste demasiado al técnico catalán del Real Valladolid.
No obstante, el míster pucleano es otro de los convencidos de la calidad de Villa, pero entiende que le aporta más, en general, jugando en la banda aunque sea a costa de perder parte de su potencial. El gambeteo del murciano y su visión de juego, entienden la dirección técnica, es un arma importante tanto para abrir partidos como para facilitar contragolpes. El problema estriba en que no termina de encontrarse a gusto en un puesto en el que ha disputado muchos minutos desde que el equipo ascendiera con un rendimiento irregular.
Y Toni lo sabe. Y se replantea todo lo que está ocurriendo porque cree que será complicado que pueda jugar habitualmente en la posición que considera más adecuada a sus características.
En este sentido, otro jugador de esa demarcación, Waldo Rubio, apura las horas en Valladolid. El jugador, que oficialmente no estuvo el domingo en el banquillo por un esguince de tobillo producido en el entrenamiento del día anterior, tiene muchas papeletas para trasladar sus bártulos a Oviedo. En la capital del principado le están esperando con los brazos abiertos, pero deben esperar a que el Real Valladolid mueva ficha. Y el Pucela moverá ficha si hay un recambio cerrado.
En esta tesitura, parece difícil que Toni pueda salir de la ribera del Pisuerga, pero si se plenatea la opción, no la veá con malos ojos
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