Test anónimos, cuatro en el próximo mes

Pautados desde sus casas por un estricto protocolo que no deja lugar a la improvisación, jugadores y miembros del cuerpo técnico del Real Valladolid regresaron al estadio Zorrilla, casi ocho meses desde la última vez, para someterse a la primera de una tanda de cuatro pruebas de covid-19 que deberán pasar en el próximo mes. Test, pautados por los médicos de los clubes, que tienen carácter obligatorio por la ley laboral de Prevención y Salud, para los 1.008 jugadores de las dos categorías profesionales del fútbol español, a una media de 24 futbolistas por plantilla, para los 126 integrantes de los cuerpos técnicos y también para los 420 auxiliares.

A lo largo de la mañana, el goteo de vehículos fue constante espaciados por diez minutos según marca el protocolo y con todo dispuesto por los empleados del club patra cumplir con este primer paso en la desescalada que ha iniciado el fútbol profesional. En este sentido, también el personal del club que va a trabajar en las instalaciones y por lo tanto a estar en contacto con los jugadores se sometió a ambos test, uno PCR y otro serológico. Pruebas llevadas a cabo por el servicio sanitario de la empresa privada contratada por LaLiga y que se encarga a su vez de trasladarlas a los laboratorios. Todo ello supervisado por un inspector enviado por la patronal, tal y como estaba previsto, y con la presencia desde primera hora de Ronaldo Nazário, que dio ejemplo y ejerció de anfitrión y también de ejemplo, ataviado con guantes y mascarilla.

Por las dependencias del estadio se pudo ver tanto a los integrantes de la primera plantilla como los jugadores del filial elegidos para completar la lista de 30 que ha solicitado LaLiga. Esto no implica que el lunes se reincorporen a los entrenamientos con el primer equipo sino que entran en ese listado de jugadores susceptibles de disputar alguno de los partidos que restan esta temporada en caso de que haya algún contratiempo en forma de lesión o, Dios no lo quiera, de positivo.

Los resultados de estas primeras pruebas, que se conocerán en un plazo de 48 horas, serán anónimos y personales y solo los conocerán los propios jugadores, ni siquiera los clubes. Serán los propios futbolistas los que trasladarán a sus respectivos clubes el signo del resultado. A partir de ahí, La Liga hará un recuento total de la incidencia del coronavirus en los 42 clubes de Primera y Segunda para poner en marcha un plan B que incluye el aislamiento de los casos positivos.

En las últimas horas ha sido el propio presidente de LaLiga, Javier Tebas, quien en su afán por tranquilizar a los futbolistas ha avivado un poco más el nerviosismo de plantillas como la del Eibar, primera en firmar un comunicado de protesta. Para apaciguar los ánimos fue Tebas quien concluyó el pasado martes que «jugar al fútbol será más seguro que ir al supermercado o a la farmacia».

Estos test se repetirán la semana que viene a todos los miembros de la primera plantilla del Real Valladolid, ya con las sesiones de entrenamiento en marcha, y así en otras dos semanas sucesivas más antes del inicio de la competición.

De esta forma, cada profesional pasará cuatro test de coronavirus en el próximo mes. Los jugadores de la primera plantilla volverán a desfilar a lo largo de la mañana de hoy por el estadio para completar los reconocimientos médicos ordinarios, más propios de un periodo de pretemporada.

Si los resultados no arrojan ningún positivo este viernes será el lunes 11 cuando todos ellos se den cita de nuevo en el estadio para reanudar los entrenamientos de forma individualizada en los campos Anexos.

Será en la última fase, y siempre que el escenario de la pandemia lo aconseje, cuando deberán concentrarse en hoteles tal y como indica el protocolo. Para entonces, ya estaremos en el mes de junio y ni siquiera el propio Tebas podrá garantizar que jugar al fútbol sea más seguro que acudir a la farmacia.