El sueño del ascenso a Segunda se esfuma a las primeras de cambio para el Valladolid Promesas

Un partido jugado de poder a poder contra el Barcelona B hizo despertar del sueño del ascenso al Valladolid Promesas en el primer asalto. La mayor efectividad azulgrana decantó por la mínima la contienda del Ciudad de Málaga.

El Promesas, afectado por la importante baja de Kike Pérez, saltó dubitativo al campo ante un rival al que le faltaron hombres importantes como Ansu Fati o Riqui Puig, citados por Quique Setién para el cierre liguero del Barcelona contra el Alavés en Mendizorroza.

Una de las claves del partido fue que el conjunto blaugrana tardó menos de tres minutos en abrir el marcador. Cuando apenas se habían asentado los futbolistas sobre el campo, en una jugada errática en la que Morer se deshizo con facilidad de Corral para alcanzar línea de fondo, el lateral culé puso un centro al área que, tras golpear en Miguel Ángel y obligar la intervenciçon de Samuel, se encontró con un muy atento Konrad para mandar el balón dentro de la portería.

La reacción de la escuadra blanquivioleta no pudo ser mejor, y en menos de cinco minutos, ya había devuelto las tablas al marcador en una jugada de fútbol directo. Diego Alende envió el balón largo a Zalazar y éste prolongó con maestría a Miguel, y el delantero, máximo goleador del filial pucelano, ganó en su carrera a Mingueza y no perdonó frente a Iñaki Peña en una jugada de delantero puro en la que Miguel demostró ser un atacante de otra categoría.

Tras esos diez primeros minutos de locura, el partido se tranquilizó para entrar en una fase en la que la escuadra de la Ciudad Condal era la que trataba de llevar el peso del partido a través de la posesión mientras el Promesas buscaba su oportunidad a la contra y buscando espacios por detrás de la defensa del equipo entrenado por García Pimienta.

Con el partido girado hacia una dinámica más física en el que las ocasiones empezaron a escasear entre un fútbol trabado, los pupilos de Javi Baraja buscaron portería con balones largos a Miguel o disparos lejanos por parte de Zalazar o Víctor García que no tuvieron mayores consecuencias.

El segundo acto arrancó con un filial pucelano más suelto con el balón, arrebatándole la posesión a un Barcelona que sin la pelota sufría más que en la primera parte. El Promesas parecía que tenía el partido controlado con una línea de presión alta que ahogaba la salida del balón culé pero, en cuanto los jugadores del bloque blaugrana lograron superarla, hicieron verdaderos estragos. Rozando la hora de juego, el Barça B se puso otra vez por delante en una jugada por banda derecha en la que Matheus condujo bien la pelota hasta el área rival para prolongar hacia el lateral Morer. El protagonista del centro que significó el primer tanto del partido volvió de nuevo a asistir a un compañero y puso el esférico franco para que Monchu fusilase a Samuel con una volea desde el corazón del área.

Con el marcador a favor, el Barcelona trató de dormir el partido y bajar el ritmo de juego abriendo el campo y con un fútbol más sosegado que dificultaba la recuperación del balón al Valladolid B. El cansancio empezaba ya a hacerse notar y Javier Baraja se vio obligado a sustituir a uno de sus principales jugadores, el goleador Miguel, con un desgaste importante en las piernas. Fran Álvarez, que entró de refresco mediada la segunda parte, la tuvo a falta de poco más de un cuarto de hora para el final del choque tras aprovecharse de uno de los pocos errores del Barça en la salida del balón, pero su disparo se marchó desviado.

Minutos después, fue Doncel el que tuvo la oportunidad más clara del Valladolid de toda la segunda parte para volver a empatar el encuentro. El extremo del conjunto blanquivioleta perdió la partida contra Iñaki Peña en el mano a mano tras recibir un preciso pase de Salazar a la espalda de la defensa que lo plantó prácticamente solo ante el portero. Oportunidad perdida para un Promesas al que cada vez se le hacía más corto el partido mientras el Barcelona, con un banquillo plagado de juveniles, se guardaba prácticamente todos los cambios.

El filial catalán anotó su tercer gol de la tarde a siete minutos del final. Un pase atrás desde casi la línea de fondo de Ilaix lo aprovechó Konrad, autor del primer tanto del Barcelona B, para batir al guardameta Samuel de disparo cruzado y dejar el choque prácticamente visto para sentencia. Los jugadores que entrena Javier Baraja lograron, al menos, poner emoción a los cinco minutos de tiempo añadido al anotar Miguel Ángel el 3-2 en un cabezazo desde el segundo palo después de un saque de esquina puesto en juego por Raúl Navarro y en el que el portero Iñaki Peña midió muy mal en la salida para el despeje.

El Valladolid Promesas trató de obrar el milagro en el tiempo extra, pero el Barcelona B supo manejar los tiempos y no concedió ocasiones a los blanquivioleta.