Sólo Raúl Moro aporta algo de luz a un Real Valladolid en caída libre ante el Getafe

El portero estonio se mostró fallón en sus salidas durante la primera mitad y causó mucha inquietud en este tramo. Se fue entonando con el paso de los minutos y acabó encajando dos goles que no pudo evitar.

No subió con frecuencia por su banda, algo necesario en un dibujo con tres centrales, aunque sí ejecutó un disparo desviado al inicio de la segunda parte. No logró sellar su zona de manera efectiva.

Flojo partido del central madrileño, que despejó un balón y bloqueó otro. Fue sustituido en la segunda parte por Iván Sánchez cuando el Real Valladolid ya perdía 2-0.

El defensa más solvente en la línea de cinco que volvió a plantear Pezzolano, al menos en la primera mitad. El sierraleonés ganó la mayoría de los duelos aéreos y se asomó puntualmente a posiciones de ataque.

Mantuvo el tipo en su vuelta a la titularidad... hasta que llegó la jugada del 1-0 en la que no estuvo nada hábil para impedir el remate de Álvaro que empezó a hundir al Real Valladolid. Tampoco pudo impedir el 2-0 de Nyom tras los errores previos de Mario Martín y Latasa.

Se comió el pase largo sobre Nyom en la jugada del 1-0, una acción en la que demostró falta de consistencia. Tampoco salió especialmente airoso en los duelos a ras de césped, que perdió de manera frecuente.

Impreciso en el pase, no llegó a tener un protagonismo real en el partido y no logró imponerse en la batalla por el centro del campo. Estuvo a punto de conectar de cabeza un centro de Moro en la segunda parte, pero no lo logró.

Las estadísticas reflejan que tocó 61 balones y que estuvo acertado en el 75% de los pases. Ejecutó una falta que paró David Soria, pero no logró enlazar de manera real con la zona de vanguardia. Acabó diluido, como el resto del equipo.

No logró el impacto esperado por la banda izquierda del ataque, se dejó arrastrar a las guerrillas del Getafe y vio una amarilla que le llevaron a ser sustituido por Mario Martín en el minuto 65.

Demostró en el minuto 9 que anda sin confianza al fallar un remate claro, aunque la acción fuese invalidada por fuera de juego. Pudo cambiar el destino del choque tras el disparo que efectuó a pase de Moro y que detuvo David Soria. Sólo tocó 18 balones, normalmente fuera del área rival.

El entrenador:

El planteamiento de aguantar el 0-0 con cinco defensas y buscar alguna acción aislada de gol saltó por los aires en la segunda parte. Vio una amarilla en la primera mitad y fue expulsado en el túnel de vestuarios al enzarzarse con José Bordalás. Los cambios que ordenó resultaron funestos. No salió en la rueda de prensa pospartido por su expulsión y delegó las explicaciones en su segundo, Camilo Speranza. Se le está cayendo el equipo y no encuentra soluciones.

También jugaron:

Desastroso partido del mediocentro, al que parece quedarle grande la Primera División. Salió muy acelerado desde el banquillo y el árbitro le perdonó una amarilla. Se equivocó gravemente al devolver al área un balón que se iba fuera y que permitió a Nyom marcar el 2-0. Se le vio desesperado y muy frustrado por un fallo tan determinante.

El delantero tuvo una triste vuelta al Coliseum y falló en un despeje en el área de Hein que propició el 2-0 tras el error de Mario Martín. No tiró a puerta en los minutos que permaneció sobre el césped y no estuvo nada atinado en los pases que intentó.

Entró ya a la desesperada, con el 2-0 en el marcador y con el equipo roto. Al menos, se mostró preciso en los pases y buscó hacer algo de daño en ataque sin lograrlo.

Entró en el minuto 84 por Sylla, con poco tiempo para mostrar algo arriba. Ganó un duelo a ras de césped y perdió otro por arriba. Sólo tocó tres balones y provocó una falta.