Sergio González profundiza en la «evolución» táctica del Real Valladolid
El técnico blanquivioleta plantea alternar durante la Liga sus dos esquemas de juego y prevé retrasar unos metros la línea defensiva ante el Betis
Sergio González está decidido a ahondar en la «evolución» táctica del Real Valladolid. El técnico blanquivioleta ya apostó ante la Real Sociedad por una defensa más adelantada, con la idea de buscar transiciones ofensivas más rápidas, y el empleo de un mediapunta como Fabián Orellana. En su idea para esta campaña figura alternar el dibujo 4-2-3-1 con el más habitual de dos delanteros centros, empleado en las campañas precedentes. «Es bonito y atractivo tener dos estructuras perfectamente compatibles. Sabemos que con el 4-4-2 hemos conseguido rendimiento, producción y ganar partidos. Además, tenemos la alternativa, algo más fija que otros años, de poder gozar de un 4-2-3-1. Al final, en la alternancia está la virtud», señaló Sergio en su comparecencia de este viernes, dispuesto a «exprimir» los dos patrones tácticos.
El hecho de emplear a un mediapunta para jugar entre las líneas rivales ofrece «más participación y protagonismo» a los extremos. Sergio González constata que jugadores como Fabián Orellana (titular el pasado domingo) o Toni Villa (que por sus características brilla mucho más con un 4-2-3-1) pueden aportar «criterio, pausa, último pase y apertura», mientras los futbolistas ofensivos de banda exhiben su «velocidad por fuera». «En cambio, si jugamos con dos puntas, necesitamos un jugador de banda que se acerque más a los pivotes para generar fútbol, mientras otro está más abierto. Estamos en ese proceso. No podemos frenarnos ni acotarnos. Está bien disponer de dos sistemas diferenciales y optar también a una línea de cinco [defensas] como hemos hecho a veces», apuntó el técnico del Real Valladolid.
El cambio más notable del Real Valladolid en su debut en la campaña 2020-2021 ante la Real Sociedad llegó con el adelantamiento de la línea defensiva, todo un desafío para una zaga acostumbrada a mantenerse cerca de la portería. Este domingo ante el Betis, Sergio González prevé volver unos metros hacia atrás por las características propias del rival, aunque la idea no será inamovible durante el choque. «Cuantos más minutos hagamos cada partido con esa línea más adelantada, más contentos estaremos. Al final, es una apuesta que ha entrado bien en los futbolistas, aunque tiene su proceso. El equipo aguantó los embates ante la Real Sociedad, pero también defendimos en bloque bajo muchas veces. Quizá ante el Betis, por el hecho de las subidas de sus laterales y que se desordene más gente por delante del balón, nos tendremos que reubicar y no estar tan adelantados, sino más cercano a lo que solíamos hacer. Así tendremos espacios a la espalda de sus laterales y generaremos igualdad numérica ante sus pivotes y centrales. Sin embargo, habrá fases durante el partido en las que tengamos que intercambiar las situaciones».
Durante la rueda de prensa de este viernes, Sergio González lamentó la baja del portero titular Jordi Masip, aislado tras dar positivo por coronavirus, y mantuvo sus críticas contra el estricto protocolo sanitario de LaLiga, que restringe el uso de vestuarios durante partidos y entrenamientos. El técnico achacó el contagio del guardameta a «otros focos», que pueden incluir «el colegio de su hijo». «En la sociedad hay diferentes focos. Jordi tiene niños pequeños y, a pesar de hacer las cosas bien, sucede como cuando conduces correctamente, que puedes tener un accidente. Eso no tiene por qué repercutir en un vestuario de élite, donde respetamos todas las medidas. Sigo pensando que el protocolo es bastante exigente y no deja que los futbolistas tengan su hábitat natural para rendir a un mejor nivel. Creo que podría utilizarse para los masajes y la activación previa a los partidos, no tener que hacerlo una hora antes y llegar ya fríos al calentamiento».
En este sentido, incidió en que un vestuario «es como un confesionario». «Lo que pasa ahí es de ellos. Es algo espiritual y de activación. Es es lugar de los jugadores. Creo que todos los entrenadores pensamos lo mismo y estamos en la misma línea, pero LaLiga tiene mucha fuerza como para que nosotros podemos hacernos valer. LaLiga se remite a los clubes y los clubes a LaLiga. Nuestro papel queda descafeinado. Los entrenadores no pedimos nada extraordinario, sino algo normal, con todo el rigor que haya que tener. Pero necesitamos la ayuda de los clubes para que LaLiga quiera escucharnos».
En el plano puramente deportigvo, Sergio consideró que la ausencia de Masip privará al Real Valladolid de una pieza «capital» en las próximas jornadas, pero destacó «el gran esfuerzo que ha hecho este año el club» para completar la portería, con la llegada de Roberto Jiménez, al que ve «muy motivado y con altas prestaciones». «Es un portero de alto nivel con un bagaje importante», finalizó.