Sergio González da más importancia a la cabeza que a las piernas: «Será fundamental aislarse de todo lo que está ocurriendo»

Han pasado dos meses desde la desconexión del fútbol y todo lo que ha sucedido ha minado física pero también psicológicamente la predisposición de los jugadores, que en su vuelta a los entrenamientos han sufrido un choque violento que se irá amortiguando con el paso de los días. Tanto el técnico del Real Valladolid como sus ayudantes son bien conscientes de que este escenario no es comparable con el de una pretemporada al uso, y por eso han diseñado una nueva pretemporada especial con la mirada puesta en las piernas pero, sobre todo, con mimo en la cabeza del jugador.

«Aparte de acertar en la preparación física, la cabeza del jugador va a ser muy importante», asegura en una entrevista concedida a la web del club. Será fundamental tratar de «aislarse de todo lo que está ocurriendo» y «centrarse» en el fútbol en un contexto en el que «todos» los jugadores tendrán su oportunidad y podrán sentirse «importantes».

El parón no ha cambiado la fe depositada en el vestuario que manejaba esta temporada, y precisamente los obstáculos que ha superado le hacen ser optimista para afrontar esta nuevo escenario. «Estoy muy convencido del equipo, siempre ha demostrado mucha entereza, siempre se ha tomado con mucha profesionalidad las pretemporadas y los inicios de campeonato siempre han sido buenos. Tenemos que apartar cuanto antes las malas sensaciones y en ese sentido tenemos un grupo privilegiado, creo que vamos a llegar en las condiciones óptimas sabiendo todo lo que tenemos que hacer», comenta.

El preparador sabe perfectma nte que en 36 días que durará esta miniliga cualquier error, cualquier detalle, puede marcar el signo de los equipos. «Queremos tener buenas sensaciones y dar siempre pasos hacia delante, ninguno hacia atrás, y en ese sentido tenemos que hilar muy fino».

Para Sergio González lo ideal ahora sería tener cinco semanas para adaptar a la plantilla y prepararla para todo lo que viene por delante. Una de entrenamientos individuales, otra de entrenamientos grupales, dos de entrenamientos colectivos y la semana de precompetición. «Es cierto que está todo tan en el aire que no te pueden marcar un protocolo exacto en cuanto a las fases», reflexiona.

En su conversación con el departamento del club, el técnico catalán no ha querido dejar pasar la oportunidad de acordarse de la respuesta de la ciudadanía en general y de la «gran responsabilidad» con la que se ha afrontado este confinamiento.

«El hecho de no saber hace mucho daño a las personas y, aunque todos sabíamos que iba a ser una situación difícil, nunca pensamos que iba a llegar hasta este punto y nos ha desbordado», asegura.

En su caso ha afrontado este nuevo escenario con la intención de reinventarse a pesar de el contratiempo que supone dirigir a un grupo en la distancia. «Tiene que servir para hacernos más duros, meterlo en la mochila y saborear y valorar que ahora vuelves otra vez al campo, aunque no sea en las condiciones que todos queremos. La fuerza, la unión, la alegría, la motivación y la ilusión que tiene el grupo va a minimizar en dos o tres semanas lo que hayamos podido perder durante el confinamiento, que ha sido bastante. Nuestra obligación es equilibrar esa base inicial con los trabajos semanales. Los jugadores tienen un gran compromiso con el club y con la afición, y están convencidos de lo que estamos haciendo y esa desventaja se la van a comer», concluye.