La segunda etapa de la eterna juventud de Diego López
El Espanyol le rescató de Milán para convertirle en pieza clave; a los 38 años está en vías de renovar su contrato
Solo once jugadores en activo han disputado más partidos en Primera División que el veterano portero del Espanyol Diego López (3 de noviembre de ... 1981, Paradela, Lugo). Para cuando esta tarde sea titular en Zorrilla, el meta cumplirá los 341 choques en la categoría a sus 38 años, una edad que solo superan en LaLiga Aritz Aduriz y Joaquín Sánchez después de la retirada de Borja Fernández y de Juanjo Camacho al final de la pasada temporada.
El gallego, ex de Lugo, Alcorcón, Real Madrid, Villarreal, Sevilla y Milán se enfrenta ocho temporadas después a una situación límite de su carrera como la que vivió en el Submarino Amarillo, cuando descendió de categoría con un equipo creado para luchar por puestos europeos. Lo hace siendo uno de los líderes de los suyos en un año más que complicado pero en el que ha sido titular con los tres entrenadores que han pasado hasta la fecha por el banquillo de Cornellá: David Gallego, Machín y Abelardo.
Formado en el mundo del fútbol sala en su Lugo natal, el cancerbero ha sabido reinventarse después de salir del Real Madrid en 2007 con unos raquíticos dos partidos bajo los palos tras cuatro temporadas en el primer equipo del club merengue, donde se forjó como jugador de la élite.
Sus buenas temporadas en el Villarreal, donde estuvo cuatro años, le valieron las primeras convocatorias con la selección y un puesto en el grupo que viajó a la Copa Confederaciones de Sudáfrica en 2010, antes de que una fractura en la mano de Iker Casillas tras una patada de Arbeloa en Copa del Rey le devolviera por la vía rápida a la casa blanca. Allí vivió su segunda oportunidad al máximo nivel en un convulso club blanco entrenado por Mourinho, que le utilizó como arma arrojadiza contra el meta de Ávila. Reconoce López que desde entonces mantiene amistad con el entrenador portugués y no con su compañero en la portería, al que también le quitó el puesto con Ancelotti en la caseta. «El día que me dijo que sería titular en liga fue uno de los más felices de mi vida», aseguraba en una entrevista.
Ahora acepta su rol de portero de un equipo de abajo, sabedor de que «en el Real Madrid o el FC Barcelona es más fácil no encajar goles» pero no ve cerca el final de su carrera, aunque aún no ha renovado el contrato que le liga al Espanyol hasta el próximo 30 de junio. El propio club perico es el que está interesado en seguir dándole la confianza al portero más longevo de la categoría.
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