Ver 19 fotos
El Real Valladolid sale de su depresión con una remontada en Zorrilla
El equipo de Almada se sobrepone a una mala primera parte y tumba al Granada con goles de Amath y Chuki, de penalti
El Real Valladolid hizo lo que debía: ganar en casa al Granada y sumar una victoria en Liga para reponerse del tremendo fiasco copero. Cómo ... lo hizo es ya otra historia. Guillermo Almada se equivocó gravemente con la alineación inicial y el Pucela lo pagó con una primera parte nefasta en la que el Granada se puso por delante y amenazó con dinamitar el frágil ecosistema blanquivioleta. Sin embargo, el técnico uruguayo mostró cintura en el descanso y corrigió su desaguisado. El Real Valladolid cambió de cara, sometió al Granada por momentos y acabó celebrando una victoria que necesitaba de manera urgente.
Publicidad
Con Juanmi Latasa recuperado tras superar un virus intestinal, Almada mantuvo el dibujo 4-4-2 que ya empleó en Riazor, con la gran novedad de la presencia de Javi Sánchez en el eje de la zaga en detrimento de Pablo Tomeo, autor del penalti ante el Deportivo que acabó costando dos puntos la pasada jornada. Fue un error porque Javi Sánchez acusó la falta de actividad competitiva y se encontró con la reacción hostil del público. Para armar la doble punta, el técnico blanquivioleta recurrió a Amath Ndiaye en ausencia del sancionado Marcos André, otro error porque el senegalés no cuajó en esa demarcación y sí como extremo, donde jugó en la segunda parte.
El Real Valladolid delineó rápidamente el tono depresivo por el que iba a transcurrir la primera parte. Con los jugadores aún asentándose, Luca Zidane cometió un grave error y regaló la pelota a Peter Federico, que conectó un pase con Amath. El atacante senegalés le sirvió el balón a Juanmi Latasa, con todo el tiempo del mundo para ejecutar un remate en condiciones, Sin embargo, el delantero se ofuscó de mala manera y ni siquiera fue capaz de embocar el disparo entre los tres palos de la portería rival. La desesperación del público ante la incapacidad rematadora de su 'nueve' titular retrató en sólo tres minutos los graves problemas que vienen lastrando al Real Valladolid este curso.
Real Valladolid
Guilherme; Alejo, Javi Sánchez (Tomeo, m.45), Torres, Guille Bueno; Peter Federico (Chuki, m.83), Juric, Ponceau, Biuk (Jorge Delgado, m.45); Amath (Tenés, m.71) y Latasa (Arnu, m.71).
2
-
1
Granada
Luca Zidane; Casadesús, Manu Lama, Oscar Naasei, Diallo (Hormigo, m.78); Rubén Alcaraz (Jose Arnaiz, m.90), Alemañ (Gagnidze, m.78), Sergio Ruiz (Pablo, m.66); Álex Sola (Trigueros, m.66), Jorge Pascual y Faye.
-
Goles 0-1 Jorge Pascual (m.27). 1-1 Amath (m.58). 2-1 Chuki, de penalti (m.87)
-
Árbitro Alejandro Ojaos (comité Murcia), con David Gálvez en el VAR. Amonestó a Peter Federico, Amath, Ponceau, Sergio Ruiz, Alemañ, Rubén Alcaraz, Jorge Pascual. Expulsó a Hormigo por roja directa (m.96)
-
Otros datos Estadio José Zorrilla. 14.230 espectadores. Duodécima jornada de Liga en Segunda División.
El Pucela se quedó rumiando la ocasión malograda y empezó a deslizarse por un peligroso precipicio. Javi Sánchez, silbado desde el inicio por la grada de Zorrilla, no cuajó con David Torres y los dos centrales se fundieron de manera gradual. La posesión inicial del Real Valladolid resultó tan ficticia como estéril. El Granada empezó a carburar por las dos bandas, primero con Álex Sola, que burló a Guille Bueno en una acción en la que el árbitro prefirió obviar la amarilla. Luego, con las eléctricas arrancadas de Faye, un tormento por la orilla izquierda nazarí hasta la corrección táctica. Javi Sánchez se confrontó con el extremo con muy malos resultados para el defensa blanquivioleta. Un gol de Jorge Pascual, anulado por fuera de juego, sirvió como aldabonazo para un Granada más asentado. El Real Valladolid acusó de mala manera la tiritona del fracaso copero y entró en un creciente estado de nerviosismo.
Publicidad
Los huecos crecieron en la banda derecha pucelana, con Iván Alejo proyectado en ataque, lo que causó problemas a Javi Sánchez, mal colocado y lento ante Faye. El Real Valladolid dejó de presionar como demanda Almada y el Granada vio las puertas abiertas. Otra flecha de Faye venció la poca resistencia local:Javi Sánchez le flotó, Juric no llegó a tiempo y Jorge Pascual claveteó el 0-1. El riesgo de implosión del Real Valladolid pareció muy cierto porque el equipo de Almada ofrecía un encefalograma plano. Zorrilla entonaba cánticos ovoides de hartazgo y los centros al área de Luca acababan en agua de borrajas. Javi Sánchez, más protagonista arriba que atrás, remató un par de balones en zona rival que hicieron pensar que, tal vez, el gol podría acabar llegando por acumulación.
Almada retiró a Javi Sánchez en el descanso para dar entrada Pablo Tomeo, un movimiento de pieza por pieza que sanó como por ensalmo la línea defensiva del Real Valladolid. Igualmente, el ingreso de Jorge Delgado por Stipe Biuk devolvió el orden natural a la parte ofensiva, con dos puntas diferenciados (buenos movimientos de Delgado y colaboración aérea de Latasa), y con Amath Ndiaye rasgando la zona izquierda, con la espada muy afilada, para causar destrozos a un Granada empotrado en su área ante el vivo empuje local.
Publicidad
Amath avisó con un disparo venenoso que atrapó Luca Zidane, tras una gran acción coral que incluyó una recuperación de Peter Federico, un centro de Alejo y un duelo muy bien ganado por Latasa. El Real Valladolid llegó en oleadas y el público empezó a contagiarse de la energía que mostraban los jugadores. Los pitos del descanso se transmutaron en aplausos. Amath rompió el cerrojo del Granada, con una gran acción en la que se buscó las habichuelas en el área, con un remate que tocó levemente en Luca para empatar la contienda. Un gol balsámico.
El Granada perdió su ventaja, pero pareció conformarse con el 1-1 y las pérdidas de tiempo rompieron el monzón ofensivo blanquivioleta. Latasa no encontró el camino de la portería tras un remate que voló hacia la grada. Almada cambió al delantero madrileño para dar entrada a Arnu, en busca de frescura y más clarividencia arriba. Tenés relevó a un vaciado Amath.
Publicidad
Cuando el choque parecía encaminarse al reparto de puntos, una mano extemporánea de Manu Lama en su forcejeo con Jorge Delgado en el área dejó un penalti claro en contra del Granada. Corría el minuto 85 y la tensión se podía cortar con un cuchillo. Chuki se arrogó la responsabilidad y lanzó con fuerza desde los once metros. Luca estuvo a punto de evitar el gol, pero la pelota acabó en las mallas. El 2-1 culminó la remontada de un Pucela ansioso por ganar. Los siete minutos de prolongación resultaron agónicos. El Real Valladolid celebró el triunfo en Zorrilla, con dos caras diferenciadas y aspectos que corregir, pero victoria al fin y al cabo. Era lo que se le demandaba.
3€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión