El Real Valladolid entra «en un momento de autocrítica, unión y humildad» tras la eliminación en Copa
La «decepción y el malestar» recorren el club, que no quiere poner excusas tras caer ante el Portugalete
La eliminación del Real Valladolid en la Copa del Rey a las primeras de cambio ante un rival tres categorías inferior como el Club Portugalete ... ha sacudido a todo el club blanquivioleta. La «decepción» es absoluta en todos los niveles, desde los despachos al vestuario y en la planta noble se subraya también el «malestar» que ha supuesto ver a un Pucela incapaz de marcar un gol y con problemas graves frente a un equipo de Tercera RFEF. Los análisis internos hablan de un Portugalete con más brío y capacidad para afrontar la primera ronda copera. «Fueron mejores», conceden en Zorrilla. Y esa superioridad del cuadro vizcaíno contrasta con la idea previa en la competición del KO, torneo en el que el Real Valladolid había puesto sus ilusiones con la idea de «hacer un buen papel», un objetivo que ha saltado por los aires a las primeras de cambio con una implosión blanquivioleta en el campo de La Florida.
De los despachos de Zorrilla sale un mensaje rotundo, con las miras puestas también en el sentir de los seguidores: «Estamos molestos y jodidos, y somos conscientes de la lógica decepción de los aficionados. No hay excusas», se subraya en el Real Valladolid, donde no se utilizan subterfugios para analizar una derrota sin paliativos ni se recurre al virus que ha diezmado a la plantilla en estos días. Pero, como en cualquier situación de este tipo, también se busca la fórmula para superar el mal trago copero y en este sentido se apunta que es «momento de autocrítica, unión, humildad y trabajo» para reencontrarse con el triunfo en la competición liguera, donde, ahora ya de manera inevitable, toca centrar todos los objetivos de la temporada.
Y en este punto de los análisis internos, el Real Valladolid sí se aferra a la imagen mostrada en el último partido ante el Deportivo de La Coruña en Riazor, donde el Pucela cuajó una gran primera parte, coronada con un gol de Juanmi Latasa de penalti, y aguantó en inferioridad numérica desde la expulsión de Marcos André en el minuto 49 hasta que Yeremay logró empatar la contienda para los gallegos, también de penalti, ya en el minuto 97. «El equipo demostró en Riazor que está capacitado para hacer frente a cualquiera en cualquier escenario», recalcan las fuentes oficiales consultadas. Y, con la visita del Granada de Pacheta el próximo lunes (20:30 horas), el Real Valladolid ve «necesario» refrendar con una victoria en Zorrilla la buena imagen mostrada en La Coruña.
Desde los despachos, también se subraya con rotundidad que ha llegado el momento de blindar el estadio blanquivioleta, donde el Real Valadolid sólo ha sido capaz de lograr dos victorias (ante Ceuta y Almería) y de donde han volado puntos en los empates frente a Córdoba y Mirandés, y, especialmente, con las duras derrotas frente a Cultural y Sporting. «No se pueden escapar más puntos», remachan en Zorrilla, con un aviso claro a la exigencia y efectividad que debe mostrar la plantilla blanquivioleta en casa ante su público.
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