Real Valladolid: Desescalada en cuarenta días

Aparcada la otra en un cajón, el Real Valladolid inicia este lunes la nueva normalidad que le debe conducir durante los próximos cuarenta días a un escenario surrealista al que se debe adaptar antes de empezar a pelear por la permanencia donde lo dejó hace dos meses. Conviene recordar en este nuevo punto de partida –¡quién lo iba a decir!– que el equipo blanquivioleta es decimoquinto con 29 puntos, cuatro por encima del descenso.

El kilómetro cero de la desescalada se acompaña de un primer protocolo que deja muy claras todas las pautas.

Salvado el primer paso el pasado miércoles con la realización de las correspondientes pruebas, los jugadores de la primera plantilla están citados a primera hora de la mañana en el estadio Zorrilla para completar la primera sesión postconfinamiento. El propio Ronaldo Nazário, presidente de la entidad, ha confirmado en las últimas horas en una charla informal con el exjugador Alessandro del Piero que no se han registrado positivos, por lo que el primer entrenamiento no tendrá más ausencias que la de Stiven Plaza, pendiente de tomar un vuelo de regreso desde Ecuador.

Así, los 23 jugadores de la primera plantilla y cinco del filial irán llegando al estadio de forma escalonada –con un margen de quince minutos entre ellos– para ponerse a las órdenes del cuerpo técnico. El protocolo indica que deben llegar vestidos con ropa de entrenamiento por lo que solo necesitarán pasar por vestuarios para calzarse las botas. El club ha fijado un solo punto de acceso a las instalaciones, concretamente junto a la puerta 3, donde se tomará la temperatura corporal de forma que, en caso de superar los 38 grados, la puerta automáticamente quedará bloqueada.

Sin estar confirmado al cien por cien todo apunta a que los cinco jugadores del Promesas que hicieron los test –Miguel, Kike Pérez, Diego Alende y los porteros Samu Pérez y Gaizka Campos, tal y como avanzó el diario As–, estarán también con el grupo. 28 jugadores en total que deberán cumplir con los turnos establecidos, ya que solo podrán coincidir seis al mismo tiempo en el campo de entrenamiento.

En esta nueva normalidad se van a utilizar dos campos, el habitual de entrenamientos en los Anexos y el oficial del estadio Zorrilla. Para no cambiar de superficie y evitar problemas físicos, se ha optado por descartar el uso de los campos de césped artificial. De esta forma, y solo cuando un futbolista haya completado la sesión, se incorporará otro jugador de forma que se respeten los turnos y la norma impuesta de un máximo de seis por campo. En días sucesivos se dará la misma circunstancia cuando se requieran sesiones de gimnasio. Esto provocará que haya actividad en el estadio durante casi toda la jornada. Actividad que estará supervisada a pie de campo por un inspector enviado desde LaLiga. Desde la patronal se facilita a todos los futbolistas un manual de instrucciones del protocolo, así como el plan de riesgos laborales y la correspondiente acreditación.

Al término de cada entrenamiento, el jugador debe reducir al máximo el tiempo en las instalaciones, tal y como marca el protocolo, trasladando el momento de la ducha al domicilio particular. Recibirán, eso sí, una bolsa biodegradable con la ropa que deberán utilizar al día siguiente.

El personal del club que trabajará con la primera plantilla durante este periodo de desescalada también tiene marcadas las pautas a seguir. Aquellos que entren al vestuario, ya sea miembros del servicio médico o de limpieza, deben hacerlo con guantes y mascarilla. «Deberán trabajar con mascarilla y, en la medida de lo posible, con guantes», reza el protocolo enviado desde LaLiga, que a su vez recomienda evitar en la medida de lo posible la intervención del fisioterapeuta.

En su fase preliminar el protocolo impuesto desde LaLiga está funcionando sin imprevistos gracias al esfuerzo y trabajo y llevado a cabo por los empleados del club para acondicionar las instalaciones. En los días previos se ha procedido a desinfectar todas las instalaciones, incluidos los balones.

Las pruebas a las que se sometieron los futbolistas de los 42 clubes profesionales han arrojado de momento tres casos de covid-19 en la máxima categoría del fútbol español. Si el viernes se supo que el jugador del Atlético de Madrid Renan Lodi y el de la Real Sociedad habían dado positivo en el test serológico, este sábado se sumó el nombre del venezolano Yangel Herrera, del Granada. Ninguno de los tres ha mostrado síntomas y el riesgo de contago es mínimo, si bien deben pasar un periodo de aislamiento.

Poco antes de que se supiera el último positivo, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) expresó su «sorpresa y malestar» por la revelación de casos positivos en los test de cororavirus que habían realizado los clubes a sus jugadores antes de regresar a los entrenamientos. «Tras desvelarse la identidad de algún futbolista profesional contagiado por la covid-19, la AFE quiere expresar su sorpresa y malestar por esta circunstancia, al entender que se ha cometido una clara vulneración de la Ley Orgánica de Protección de Datos», señaló en un comunicado.

El sindicato «lamenta y rechaza la situación de absoluta indefensión en la que están situando a determinados futbolistas al filtrarse su identidad tras dar positivo» y anunció que seguirá «luchando por responsabilidad y obligación para proteger los derechos de los futbolistas como trabajadores, además de condenar la estigmatización que están sufriendo. No todo vale».