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El Real Valladolid cede ante el poderío del Burgos
La experiencia y la pegada de los del Plantío, un equipo hecho para intentar ascender, pudieron con el buen partido del filial
Lucas Méndez. ADG
Burgos
Miércoles, 10 de febrero 2021, 20:13
Un despiste defensivo a la hora de resolver un rechace, así como la capacidad del rival para castigarlo, fueron los factores decisivos en un muy parejo encuentro entre el Burgos y el filial del Real Valladolid, que sufrió una de esas derrotas que duelen, pero que incluso son capaces de reforzar moralmente. Los hombres de Javier Baraja le miraron a los ojos y le jugaron de tú a tú al equipo más caro, talentoso y experimentado del subgrupo, y lo hicieron sin renunciar jamás a la misma filosofía de juego combinativo y apuesta por el protagonismo.
Burgos
Barovero; Álvaro Rodríguez, Córdoba, Elgezabal, Zabaco, Raúl Navarro; Undabarrena, Cerrajería (Miki Muñoz, min. 76); Javi Gómez (Alarcón, min. 65), Saúl (Claudio, min. 84); y Juanma (Lobato, min. 84).
2
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0
R. Valladolid Promesas
Campos; López, Palomeque, José Alonso, Nieto; Moha (Paulo Vítor, min. 86), Oriol Rey (Mikel Carro, min. 75), Elliot (Fran Álvarez, min. 61); Zalazar; Dalisson (Castri, min. 75) y Raúl Uche (Sergio Benito, min. 61).
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Goles: 1-0 Juanma (min. 74). 2-0 Claudio (min. 92).
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Árbitro: Conejero Sánchez (Comité extremeño). Amonestó con tarjeta amarilla al jugador local Córdoba.
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Campo: El Plantío. 600 espectadores.
Trataron los visitantes de pasar por encima del líder y marcar el tempo de la tarde, pero eso ante un Burgos que presiona de forma asfixiante resulta especialmente difícil. Por los resquicios que dejaban los constantes reajustes defensivos se colaba a menudo Saúl, el mejor futbolista sobre el campo, capaz de generar la mayoría de acciones ofensivas de los suyos. En una conducción personal asistió para que Javi Gómez se perfilara un disparo ajustado y muy peligroso que Campos resolvió con eficacia.
Con muchos hombres por delante del balón, a los de Baraja les fallaba la intendencia en el pase definitivo, más por mérito del rival que por falta de ideas. Resultó paradigmática una combinación entre Oriol Rey y Elliot, en la que ambos se pasaron el balón a la espera de un desmarque que jamás apareció. Necesitaba mucho menos para crear el Burgos, que se bastaba de Saúl y la incorporación de Álvaro Rodríguez para tener la más clara del primer acto, en un balón que se fue fuera por poco.
Decreció en calidad, alternativas y vistosidad una reanudación en la que, sin embargo, el Valladolid Promesas parecía sufrir mucho menos en defensa y tener todo bajo control. A pesar del déficit de producción ofensiva, el conjunto blanquivioleta daba la sensación de estar más entero que un Burgos que ya no acudía con tantos hombres a presionar la salida de balón, y que se daba muchas menos alegrías ofensivas. Pero como en todos los grandes equipos, a la hora de sestear es el talento el que pega el mazazo definitivo. No había tenido ni una el cuadro de Julián Calero, pero cuando lo hizo fue para romper la tarde. Saúl se incorporó desde la banda para rematar un centro. Lo hizo tocadito, con el interior y donde duele a los porteros. Campos, abajo, respondió bien, pero dejó un balón muerto que un depredador experimentado como Juanma no perdonó. El campeón de América Barovero le negaría el empate poco después a Oriol Rey en un disparo lejano, cerrando así el paradigmático y habitual guion de igualdad rota entre equipo experimentado y filial atrevido y talentoso, pero aún en formación. El epílogo, en forma de segundo gol de Claudio, no hizo sino ponerle un punto de ficción a un relato que podría haber hablado de la gesta en forma de resultado positivo del Promesas en El Plantío