El Promesas pierde tres puntos que tuvo en su mano

El Real Valladolid Promesas se dejó remontar una segunda mitad para olvidar. El control y la serenidad demostradas hasta la hora de partido se esfumaron cuando el Langreo empató de penalti por medio de Davo. Y sin que el equipo pucelano llegara a reaccionar, los anfitriones remataron la remontada gracias al revulsivo De Baunbag.

Fue un duelo en el que el filial blanquivioleta monopolizó pronto la pelota, encerrando al conjunto minero en su área. Era total el dominio, y un rebote dejó a Sergio López absolutamente solo frente al portero al cuarto de hora de encuentro. Sin embargo, el lateral diestro no supo cómo definir con la zurda y mandó su disparo muy desviado.

Este primer susto animó al filial del Valladolid a seguir intentándolo. Y no hubo más avisos. A la segunda, llegó el gol. Fran Álvarez filtró un gran pase interior hacia el desmarque profundo de Raúl Uche, que se libró de Adrián Torre y empujó el balón a la red. Segundo tanto en dos partidos del delantero madrileño, uno de los jugadores más en forma de la plantilla.

El Langreo quiso reaccionar rápidamente, tomando el control del balón y saliendo de sus dominios. Pero el Real Valladolid estaba bien plantado sobre el terreno y firme para defender las jugadas a balón parado. Álvaro Gómez, con un tiro lejano que se escapó por encima del larguero, fue de los pocos que probó suerte.

La escuadra comandada por Javi Baraja estaba cómoda con la situación. Ordenados en todo momento y sin romperse ante las eléctricas arrancadas de Ketu. Así se llegó al descanso, sin que apenas pasase nada. Y más de lo mismo cuando se reanudó el partido sobre el césped artificial del Nuevo Ganzábal.

Oriol Rey estrenó el capítulo de las ocasiones del segundo tiempo tras una buena asociación con Nieto, muy activo por el carril izquierdo. Aunque poco después llegó una más clara para el Unión. Sergio López regaló una oportunidad de oro, mano a mano, a Pana. Sin embargo, el toque de puntera del ariete andaluz se marchó fuera.

Lamentablemente, en vez de recuperar la compostura, el Promesas se deshizo. Kuki Zalazar, intentando rebañar un balón cometió un penalti algo tonto. La pena máxima transformada por Davo, con un golpeo fuerte, raso, engañó a Gaizka Campos. La igualada, en un momento complicado del encuentro, puso de manifiesto que hacían falta cambios.

Baraja buscó revitalizar la zona de medios con una doble sustitución. Pero la réplica asturiana desde el banquillo fue inmediata. Mucho más útil que la pucelana, visto el resultado. Y es que Víctor de Baunbag puso en la red casi la primera que tocó. El pasador estaba solo, el receptor también. Con la única presión de la mirada de los centrales, el punta camerunés batió a Campos por bajo.

Dalisson, Zalazar y Raúl Uche fueron los más activos en la lucha por recuperar lo perdido en el segundo periodo. Pero poca cosa. El Langreo metió músculo y reforzó un bloque que, bajo la batuta de Marenyá, se defendió brillantemente hasta el final. Lo que pudieron ser tres puntos tranquilos, se quedaron en nada. Una vuelta hasta Valladolid con las cabezas gachas.