El Promesas lo pasa mal para ganar al Covadonga y sufre la lesión de Uche

El Real Valladolid Promesas sacó tres puntos agónicos ante un Covadonga que le tuvo contra la cuerdas en el último tramo del partido. El equipo de Javier Baraja logró su segunda victoria en tres partidos tras la vuelta a la competición –con la que se reencontró después dos semanas parado por el coronavirus– pero sufrió el gran contratiempo de la lesión de Uche. El delantero se rompió mientras remataba el segundo gol en su cuenta que ponía el 3-1 en el marcador y colocaba al Promesas en el camino hacia una victoria que estuvo en cuestión hasta que el árbitro pitó el final.

Las cosas no pudieron empezar mejor para el filial blanquivioleta, enchufadísimo en su salida al campo. Había transcurrido poco más de un minuto cuando Sergio López telegrafió un preciso centro al área tras una acción vertical de Paulo Vítor que Uche remató a gol. El 1-0 dio alas a un Promesas que parecía una apisonadora ante un rival de papel. Paulo Vítor y Elliot punzaban por las bandas y el Cova se veía desbordado por momentos. Sin embargo, el equipo ovetense no perdió la cara al choque y se encomendó a su gran luminaria, el delantero Javier Martón, omnipresente en el área de Gaizka. El Covadonga se hizo con la posesión y empezó a armar su juego mientras detectaba los desajustes defensivos de los vallisoletanos. La línea de cuatro en el centro del campo blanquivioleta permanecía estática, sin escalonarse, para desesperación de Baraja, que trató de que Oriol y Moha no se solapasen en la medular. En la zaga, Miguel Rubio y Alonso se descoordinaron y Martón no tardó en sacar petróleo. Un centro desde la derecha le permitió bajar la bola y rematar a placer para superar a Gaizka y empatar el choque a uno.

Martón cometió luego un penalti sobre Uche, un auténtico tormento para la zaga asturiana en sus irrupciones ofensivas, que Zalazar convirtió antes del descanso para colocar de nuevo en ventaja al Promesas.

El filial blanquivioleta volvió a salir con las pilas cargadas en la segunda parte, otra vez con mucho peligro por las bandas. Así, un excelente centro de Paulo Vítor lo remató a gol Uche para clavetear el 3-1. El tanto no tuvo celebración para el delantero, que pidió el cambio según cayó al suelo tras golpear el balón. La pierna se le dobló de manera antinatural y tuvo que retirarse lesionado mientras lamentaba su mala suerte con gritos de frustración. Los dos goles de ventaja no mataron el partido. El Promesas se vino abajo y el Covadonga pegó el pie con fuerza al acelerador. Gaizka derribó al ubicuo Martón en el área y Jaime Álvarez redujo ventajas desde los once metros. La oportunidad de empatar le llegó al cuadro ovetense cuando Miguel Rubio cometió otro penalti sobre Martón. Esta vez, Gaizka evitó el gol con un paradón al nuevo tiro de Jaime Álvarez. Con 20 minutos por delante, el Promesas se agobió. Ríos estrelló un balón en el palo para el Covadonga y Martón rozó el 3-3 en uno de los múltiples fallos defensivos del filial, convertido en un flan. Dalisson dio un poco de aire arriba  al Promesas, que sudó tinta para ganar, en una victoria ensombrecida por la preocupante lesión de Uche.