Sergio González: «El problema no es que me pidan Europa sino tener las armas para ello»
Sergio González, entrenador del Real Valladolid ·
Defiende la necesidad de dar un paso adelante y no le asusta siempre que el mensaje vaya del despacho al campo para no crear falsas esperanzasAsusta la precisión de cirujano con la que ha ido diseccionando cada hoja de ruta desde que llegó a Valladolid en abril de 2018. Bajo ... su bisturí no solo ha mejorado la salud del paciente sino también la del aficionado, que ha pasado de digerir dolorosas derrotas en Lorca o Reus a discutir victorias a transatlánticos como el FC Barcelona o el Atlético de Madrid.
De desconocido en los banquillos su evolución le ha llevado a disfrutar de un sello reconocible que ha convertido al Valladolid en un equipo de autor. Como mucho antes fueron el Valladolid de Cantatore, el de Moré o el de Mendilibar –palabras todavía mayores–, el de Sergio González lleva camino de hacer historia.
–Llegó para consumar un ansiado ascenso, el año pasado logró la permanencia dos jornadas antes del final, y esta vez no ha habido siquiera sufrimiento. ¿Qué nota le pone a esta temporada?
–Le pongo un notable alto. Si eres uno de los tres equipos con menor presupuesto es un éxito mayúsculo. Luego hay que tener en cuenta que está claro que la evolución del equipo está siendo positiva, es cierto que no en zancadas pero sí con pasos muy firmes. Competimos bien, somos regulares y afrontamos la competición con garantías impropias de un equipo que lleva poco tiempo en la Primera División. También hemos sabido solventar de forma muy profesional esta etapa postcovid, que era una situación muy delicada para todos.
–Equipos que iban lanzados como Getafe o Real Sociedad han acusado el parón, ¿dónde ha estado el secreto?
–Demuestra lo que es la personalidad y como se entrega el equipo en cuerpo y alma pese a tener menos recursos que otros equipos. Se han reinventado y han conseguido que esa merma por el confinamiento fuera la menos posible. Han creído en un trabajo colectivo en esta vuelta a los entrenamientos y la opción que escogimos de hacer rotaciones para que todos fueran protagonistas ha sido aceptada y la respuesta ha sido la mejor.
–Los resultados dan la razón a una planificación milimétrica.
–Te reconforta y te hace sentirte realizado. Hablamos antes de volver de minimizar errores porque ya dijimos que el equipo que menos errores tuviera en general, tanto en planificación como en el apartado físico y en los propios partidos, tenía mucho ganado.
–Pero usted sabe que uno puede planificar muy bien sobre el papel y después torcerse todo por detalles, ahí tenemos el ejemplo de su Espanyol.
–Lo que está claro es que nosotros preparamos un plan de viaje, pero intentamos incorporar un par de ventanas de escape por si algo sale mal. Manejamos alguna opción de fuga en caso de que no salgan las cosas como pensamos porque no podemos morir si no sale el plan A. También es verdad que luego hay que saber tener cintura para poder reaccionar si ves que no sale como tú quieres. Hay que tener preparados dos coches por si uno te deja tirado.
–Para un entrenador el banquillo suele quemar más a partir de la tercera temporada en Primera, que es la que afrontará desde septiembre.
–Cada vez es más difícil, es verdad que en el primero todo es una sorpresa porque los demás no te conocen y eso te puede ayudar y en el segundo ya te van conociendo tus virtudes y también tus defectos. El tercero será mucho más complicado pero confiamos en que el club haga un esfuerzo importante y que los jugadores crean en nuestro plan.
–¿Le pide el cuerpo dar un salto de calidad para no ir tan al límite?
–Al final va a depender un poco de todos. Estamos encantados de que cada año el reto sea más ambicioso y difícil porque al final te pones a prueba tú mismo y también a los propios futbolistas. Tenemos claros cuáles son los dos-tres matices que ya queremos que se muestren el año que viene y a partir de ahí la intención es seguir evolucionando.
–¿Cuáles son esos matices?
–Queremos elevar un poquito más la línea defensiva, que es algo que tenemos en nuestro debe. Defender cinco metros más adelante para no tener el bloque tan atrás e intentar meter elementos o automatismos para tener más opciones de poder llegar más a puerta, aunque sí es verdad que en la etapa postcovid el equipo sí ha generado muchísimas situaciones de gol. Nos ha faltado ese acierto, pero eso ya depende del talento individual. Nuestra obligación es generar la situación hasta ese último remate.
–Segundas partes como las de Valencia, Levante o Barça han demostrado que este equipo puede ser más ambicioso y salir a por el partido. ¿Le molesta ese sambenito que se le ha colgado de técnico defensivo?
–Al final es un runrún que está en el aire pero nosotros siempre intentamos jugar bien al fútbol. No llegamos y decimos 'esté sí, este no'. Lo que sí hacemos es elegir el mejor plan para poder ganar cada partido y cada uno es distinto. Es verdad que en este postcovid, además de la seguridad del bloque bajo, hemos tenido también la capacidad de generar situaciones de peligro. Tú has mencionado unos partidos pero yo añadiría Atlético de Madrid y Sevilla. Por eso digo que ahora lo ideal es no debilitar ese bloque que hemos construido y evolucionar con descaro y atrevimiento para dar un paso adelante.
–En todos esos partidos solo ha faltado el gol, ¿es necesario acertar con la llegada de ese delantero o es más cuestión del sistema?
–Claro que es necesario. Lo más difícil en fútbol es hacer gol. Todo en general se puede trabajar pero al final ese último centro y ese último remate dependen ya del talento del jugador. Este año, y estoy convencido de ellos, nuestros delanteros nos han dado un gran rendimiento a nivel defensivo pero es verdad que en bloque ofensivo ha faltado algo más de acierto. Puede que cumplir con esa primera parte les haga llegar más cansados o no con la frescura necesaria para buscar esa capacidad de remate. Y al final es una realidad que no hemos tenido ese jugador que termine con dos dígitos.
–Pero eso se traduce en dinero.
–Bueno me tiene un poco en la incertidumbre porque el año pasado también se habló de dar un salto de calidad. Es verdad que lo dimos en estructura para los futbolistas pero en el campo no se dio esa inversión y hemos tenido que trabajar con lo que tenemos. Yo encantado de estar donde estoy pero el mensaje tiene que ir de la mano. Si potenciamos el equipo que sea una realidad, no que se quede solo en decirlo. Si al final no se puede, pues a apretarse los machos porque al final lo que sí somos es un cuerpo técnico camaleónico y nos adaptamos a lo que hay.
–¿Entendería que no se diera?
–Somos entrenadores y entendemos que el club hace un esfuerzo titánico para dotar al equipo de recursos, pero sí es verdad que el mensaje de fuera tiene que ir de la mano porque si no se crean falsas esperanzas.
–Ha demostrado sacar el máximo rendimiento a una plantilla con pocos recursos pero al aficionado le queda la duda de si podría gestionar un plantel con más calidad. Si con otro perfil de jugadores podría jugar un fútbol más ofensivo.
–Ojalá podamos afrontar un reto ambicioso porque son situaciones que quieres vivir como profesional. Para mí la plantilla que he tenido en estos tres años ha sido con los mejores futbolistas posibles, y así se ha demostrado. Son parte de mi familia porque nos han dado muchísimo pero es verdad que si el reto es más difícil, a mí me motiva mucho más.
–Déjenos claro que no tiene nada en contra de los jugadores creativos.
«El impacto de Salisu ha sido brutal. No tiene techo, es un portento»
Sin duda el gran descubrimiento de la temporada ha sido Salisu, que se hizo con el puesto desde la primera jornada. «Ha sido un impacto brutal. Había esa duda de si apostar por él o no, pero él venía con un bagaje importante después de jugar en Copa y al final después de apostar de inicio hemos comprobado que era imposible sacarle de ahí. Es un central imponente que no tiene techo porque es un portento que solo tiene que ir mejorando técnicamente poco a poco», comenta el técnico, que no considera casualidad que se pierda un central por año (Calero y ahora Salisu). «Me dice que generamos activos. Somos un club que aparte de conseguir objetivos tenemos la obligación de generar activos. Es verdad que quizás tenga que ver el estilo y que la línea defensiva y el centro de la zaga destaquen más. Pero lo que intentamos es que cada jugador crezca con nosotros».
–(Se ríe) Para nada. Yo he tenido entrenadores de todo tipo de perfiles, unos que jugaban un fútbol más directo, otro que lo hacían jugando desde atrás, con más combinaciones, con menos,... y a mí me encanta ese fútbol pero también el orden, la disciplina y una estructura sólida para que luego salga el talento de los jugadores.
–¿Es un freno el estilo para los jugadores que inventan?
–¡Qué va! Todo lo contrario. Al final la virtud de un equipo es adaptarse a las circunstancias y a todo tipo de futbolistas. De lo que se trata es de encontrar un equilibrio en esos perfiles.
–Se lo pregunto porque jugadores de ese perfil que estaban llamados a dar ese salto de calidad, caso de Sandro, Pedro Porro o Ben Arfa en última instancia, no han terminado de encajar.
–La verdad es que ha sido un año muy difícil para ellos por las lesiones. Porro ha viajado este año muchos días con problemas musculares y al principio de temporada no le salieron las cosas; en el tema de Ben Arfa sí el confinamiento le ayudó a estar más cerca de nosotros y luego ha estado correcto; Matheus también ha estado lesionado habitualmente; y Sandro también se ha lesionado mucho. Pero son futbolistas a los que 'la ola' no les ha acompañado y tampoco han tenido dos-tres meses para tener una puesta a punto física apta para sacar todo su rendimiento. A partir de ahí no se nos caen los anillos por reconocer que Toni Villa debería haber sido más incisivo, Waldo se ha parecido más al del año pasado en esta etapa postcovid, o el caso de Óscar Plano, que entró muy bien pero quizás no ha terminado tan bien.
–No sé si es coincidencia que sean cedidos porque tampoco Lunin y De Frutos han respondido. ¿Es partidario de que haya cesiones?
–No miramos si son cedidos o no, miramos la calidad y lo que te pueden dar en el campo. Lo ideal en una plantilla es que haya la menor cifra de jugadores cedidos porque con más jugadores en propiedad pueden estar más metidos, pero eso no significa que si vienen con cesión no sirvan.
–Echando la cuenta de la vieja, la plantilla se queda mañana en 16 jugadores sin contar a Orellana o Luis Pérez. ¿Sigue pensando en una plantilla corta?
–Sí, sí. A mi me encanta contar con una plantilla como mucho de 22 porque se gestiona mejor. Si entrenas un once contra once es muy difícil pensar que eres suplente del equipo que no va a jugar. Y tenemos la suerte de tener un filial muy potente. Hay que estar supercontentos de cómo han respondido los jugadores del Promesas, cómo han subido y cómo se han comportado dándonos frescura cuando más falta hacía. Han demostrado que se puede contar con ellos y la mejor forma de corresponder es tener una primera plantilla corta porque si es larga va a ser difícil dar oportunidades. No he cambiado, la idea es tener 22 fichas profesionales y luego disponer de tres plazas para jugadores del filial que puedan subir.
–¿Tienen hueco en sus planes Miguel y Kike Pérez?
–Son futbolistas que han demostrado sobradamente que están preparados para jugar en el primer equipo. Pero no porque yo lo diga sino porque lo han demostrado en el campo. Han tardado en tener su oportunidad y cuando la han tenido, no solo han aparecido sino que han hecho lo que hemos visto todos.
–¿Tiene claras las posiciones que hay que reforzar?
–Ya sabéis que tengo la suerte de que Miguel Ángel (Gómez) y yo vemos el fútbol de la misma manera y tenemos claro cuáles son los puestos que mejorarían las prestaciones del bloque. Lo que pasa es que no te lo voy a decir.
–¿La portería?
–No me voy a meter en un jardín.
–¿Le dolería perder a Ünal?
–Ídem.
–Dígame entonces que le sugiere que le vayan a pedir el décimo puesto la próxima campaña.
–Mira el problema no es lo que tú pidas sino las armas que tienes para enfrentarte a ese objetivo. Al final si tienes las herramientas necesarias el reto es tuyo. Pero repito que siendo el penúltimo o antepenúltimo presupuesto de la liga, salvarte es un éxito.
«Mi guía espiritual y la persona en la que me fijo es Mendilibar»
–Si nos ceñimos a Primera División, acabar la próxima temporada le convertiría en el tercer técnico con más partidos en el Real Valladolid por delante incluso de Mendilibar, ¿se siente ya parte de la historia del club?
–Hay nombres muy importantes en esa historia. Estamos haciendo camino para acercarnos a esos grandes mitos pero nos queda mucho por hacer. La época de Cantatore la conozco de oídas, y sí tengo que decir que mi guía espiritual, no sé si él lo sabrá o no, es Mendilibar. Ojalá podamos acercarnos a sus guarismos y al cariño que generó en la ciudad. Es la persona en la que me fijo.
–Usted alcanza hoy el partido 76 y Mendi se fue con 96.
–Ojalá porque para mí es un referente y si alcanzamos sus méritos eso significaría que hemos hecho historia y que el equipo está donde merece estar.
–Permanecer hoy día en un banquillo de Primera más de tres años es una gesta.
–No te paras a pensarlo porque el día a día te va absorbiendo y no te deja tiempo para detenerte un segundo. Es una vorágine de vivencias y en este fútbol ya no cada temporada, cada mes se te hace realmente difícil. Hay muchos entrenadores que están fuera y nosotros tenemos la suerte de que Miguel Ángel esté ahí muy cerca y que Ronaldo refuerce con hechos sus palabras hacia nosotros. Tenemos esa tranquilidad dentro de la intranquilidad que genera un banquillo.
–Dos de las excepciones son Bordalás, 4 años en Getafe, y Simeone, 9 en el Atlético, precisamente dos de sus espejos. ¿Señal de que sus modelos garantizan estabilidad?
–¡Ojalá! Sabéis que me encanta la forma de entrenar y de jugar del Atlético del Cholo. A nivel deportivo mi idea es empezar a parecernos a él lo máximo posible y ojalá que lo podamos conseguir.
–Eso supone mayor presión porque le pedirán Europa.
–Ojalá tengamos ese reto, siempre desde la estabilidad para poder hacerlo. No podemos dar cincuenta pasos cuando solo estamos preparados para dar diez. Subimos a Primera, después nos salvamos a dos jornadas del final, ahora hemos dado un paso y en esa evolución ojalá tengamos las herramientas para seguir dando pasos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión