Presentación y examen
Análisis ·
El autor considera un acierto la apuesta del técnico y también la respuesta de jugadores, hasta ahora inéditos, que saltaron con buena nota al escaparatejavier yepes
Valladolid
Domingo, 21 de junio 2020, 20:55
Al contemplar la sorprendente y singular alineación, por lo poco habitual de algunos de sus componentes, que presentó Sergio González en Madrid pensé de inmediato ... que alguna segunda intención había en todo ello.
Es obvio que en este tiempo de liga con partidos cada tres días los entrenadores se vean obligados a repartir minutos y esfuerzos. Tanto como el que prioricen los sitios donde es más conveniente poner toda la carne en el asador en busca de los puntos necesarios para conseguir la meta de la permanencia. Y creo que, una vez más, el entrenador acertó.
Simplemente con entender que nadie se rasgaría las vestiduras por no puntuar en Madrid y viendo la posibilidad de poner en el escaparate a determinados jugadores que aún no sabíamos si existían en el mundo de la competición, pues mataba dos pájaros de un tiro.
Era el tiempo de enseñarnos a Matheus, Caro, Javi Sánchez como central zurdo, Miguel o Kike Pérez por poner los ejemplos más significativos. Y también dar bola a Waldo o Antoñito, ciertamente más olvidados esta temporada.
Si ya de paso Ben Arfa hubiese hecho su aparición en el Wanda… pues el festival habría sido completo. Aunque del franco tunecino hablemos otro día y con más elementos en la mano, no debemos olvidar que un jugador de su porte y características técnicas con pasado inmediato en equipo de máximo nivel, es muy complicado gestionarle su estancia en un club como el nuestro… si queremos estar todos satisfechos.
A Caro le tocó la peor parte porque los errores de un portero no suelen ser fáciles de arreglar. Que es mucho más jugador que lo que se intuyó no les quepa duda. En Ponferrada lo saben bien y en la secretaría técnica, también. Minutos y partidos como solución a todo ello.
Javi Sánchez demostró que Salisu tiene recambio como él mismo demostró cuando marchó Calero hace menos de un año. Es cuestión, siempre es lo mismo, de dar oportunidades y otorgarles confianza, si es que uno cree en ellos. El binomio jugador-entrenador es indisoluble en estos menesteres.
El sábado Miguel durante el tiempo que estuvo en el campo demostró que hay futbolista y que los minutos son cosa a comprarle al míster entreno tras entreno. Le diga lo que le diga quien se lo diga el domingo es la consecuencia de toda una semana de trabajo, actitud, esfuerzo…. ¡y hasta buena cara! Le sobra calidad y le faltan minutos a ganarse.
Finalmente, Matheus me parece un magnífico cabecero con una salida rápida e inteligente de balón. Arriba se pierde en toques y recorridos que no le ayudan para nada en su juego.
En el cómputo global, presentación muy interesante y aprobado general.
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