El gris acompaña a Kike y Canales
El blanquivioleta fue el único centrocampista que disputó todo el choque y Canales perdió peso cuando su equipo se quedó con diez
Partido gris de Kike Pérez, que puso detalles de calidad, pero que también sufrió algunos problemillas en la salida de balón por su tendencia excesiva ... al recorte y por un exceso de confianza que en algunas ocasiones puede provocar auténticos problemas si pierdes el esférico
Kike Pérez sufrió en la primera mitad en la salida de balón. En un par de ocasiones se complicó la vida y cerca estuvo de que su equipo lo pagase. Menos mal que la cosa no fue a mayores y ese par de acciones del centrocampista toledano quedaron en la categoría de susto.
De su pie salió algún pase de mérito, pero sus compañeros no lo aprovecharon. Pasado el primer cuarto de hora, el centro del campo blanquivioleta comenzó a ceder protagonismo al del Real Betis. Fueron los momentos más grises de la primera mitad, en los que el dominio pasó a ser andaluz. Kike, como el resto de centrocampistas locales, perdían el balón con facilidad. El cuero era bético hasta que la tarjeta roja a Pezzella cambió de nuevo el decorado. Kike adelantó algo más su posición y de nuevo se comenzó a oír la sinfonía blanquivioleta. Eso sí, en alguna disputa estuvo algo blandito y perdió el balón.
En la segunda mitad, con la entrada masiva de delanteros, Kike retrasó algo su posición. Fue el único centrocampista que aguantó todo el partido sobre el césped de Zorrilla y que tuvo que adaptarse a los cambios de dibujo que fue introduciendo Pacheta. Incluso disfrutó de una ocasión de gol. En el tramo final se contagió de la ansiedad y el temor a perder el punto que también sufrieron el resto de sus compañeros. Un partido mejorable, pues el toledano tiene fútbol para aportar más al equipo.
Canales es el cerebro ofensivo del Betis. Por él pasan todos los balones. Nada más empezar el partido un taconazo del cántabro cerca estuvo de provocar el primer tanto andaluz. Ganó presencia cuando el Betis se desperezó en la primera mitad, pero al quedarse en inferioridad se dejó ver menos. Su visión del fútbol junto con su sensacional zurda lo convierten en un jugador de primer nivel, que en el Betis ha conseguido dar su verdadera dimensión, algo que habían retrasado sus lesiones.
Con diez fue el único apoyo de un Borja Iglesias en ataque, aunque el equipo verdiblanco creo poco peligro arriba. Con la salida del Panda del campo, el cántabro pasó a ocupar la punta. Jugar tantos minutos con un hombre menos le quitó peso en un equipo que pensó lógicamente más en defender que en atacar.
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